A veces se me olvida lo afortunado que soy.
Hay un montón de cosas estupendas que por el mero hecho de tenerlas todos los días, se dan por seguras y apenas se disfrutan. Y sin embargo son maravillosas. Lo cantaba Violeta Parra. ¿Lo recuerdas?
Hoy no doy las gracias por estas cosas cotidianas pero positivas. En el estress y el ruido de estos días de exámenes, siento más que otras veces lo afortunado que soy.
Afortunado porque he podido elegir el complicarme la vida y volver a la universidad en la treintena. Porque tengo dos trabajos que me permiten estudiar, viajar un poco, y sobretodo, pagar el alquiler. Porque he tenido momentos buenos y regulares trabajando, y he descubierto que precisamente de los momentos buenos se aprende poco, pero con los regulares, pueden escribirse libros, y también aprender a trabajar bien.
Gracias por los exámenes que me obligan exprimirme el cerebro, y que por no sacar las notas que están a mi alcance, veo que hago muchas cosas mal.
Gracias porque mi vida sea complicada y a ratos difícil, porque eso me empuja a desechar las cosas que no necesito o me hacen mal, y apreciar más la importancia de la sencillez.
Gracias por las carísimas matrículas de mi universidad privada; así tengo que ver que gastos son importantes y cuales son caprichos o convenciones innecesarias. Y disfrutar por lo que valen las cosas, y no por lo que cuestan.
Por los horarios imposibles, que me han enseñado a establecer prioridades, y que la primera soy yo mismo, aunque no lo sabia.
Gracias por todos los ratos malos que me han hecho madurar y tirar fuera lo que ya no funcionaba, en lugar de seguir arrastrándolo. Por las veces que he tenido que reinventarme y saltar adelante, al no haber ya vuelta atrás.
Por aquello que no deseo cuando se presenta, pero que después, tras superar el dolor y el miedo, descubro que siempre fue una bendición.
Gracias. Gracias por todo.
6 comentarios:
Bueno bueno....
GRACIAS a ti por contárnoslo así y seguir dándonos pistas para alcanzar esa estabilidad emocional ansiada por todos.
Los malos ratillos, son los más amargos pero tienes razón que también son de los que más se extrae aprendizaje.
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Muchas gracias por el cerdito de 'san antuan'... Ya lleva como 14€ o por ahí. A todo el mundo que se lo enseñaba ayer, le obligaba a que me pusiera peseticas pa'l viaje (que también expliqué).
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MIGUEL ÁNGEL, CAPULLO; QUEREMOS UN HIJO TUYO!
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sAlud primo, sigue así, o inténtalo al menos.
GRACIAS agaiN.
.antuan.
Muchas gracias Antuan.
Te pasas ya al terreno del sonrojo con tus piropos. Se que eres sincero; genoroso y visceral son dos adjetivos que te corresponden. Lo del hijo va a ser biologicamente dificil.
Cuida del cerdito hasta el dia que pese mucho y apenas haga ruido. A todo ... le llega su San Martín.
Las pistas están al alcance de todos, pero puede que a veces las extraviemos entre el ruido y la confusión de cada día.
Recuerda que el cerdito es básicamente para que guardes cada día algo de dinero, no para extorsionar al personal. Para eso mejor un sombrero en el suelo, bocabajo y un cartel con muchas faltas de ortografía.
Un abrazo
La semana pasada me reí a carcajada limpia con la tan traída y llevada huelga del transporte y esa suerte de psicosis que acabó instalándose en el personal; cosa que viene sucediendo regularmente cada vez que aparece (siquiera efímeramente) el fantasma del desabastecimiento.
La crisis esta -que curiosamente también rima con psicosis y que parece que a todo el mundo le ha dado por recordarnos día a día tras la oreja- no es cosa distinta de los naturales ciclos de la vida... en la parte que solemos conocer como "de las vacas flacas".
El motivo de la risa no era otro que el pensar cuánto tiempo viviría estupendamente cualquiera de los millones de personas que pasan hambre en el mundo... con las reservas normales de una despensa española. ¿Varias semanas? ¿Varios meses?.
Yo hice mi compra normal, de una semana normal. Ni se me ocurrió cambiar mis hábitos por la huelga. Era triste ver a tanta gente con carros atiborrados de productos en el Mercadona y más de una estantería vacía.
La fila de cajas era una fila muy seria. Caras largas y pocas bromas.
Yo me moría de la risa. No podía evitarlo.
De toda contrariedad siempre se aprende algo.
De toda locura, casi que también.
Solo conocemos y damos valor a las cosas (en sentido amplio), cuando nos faltan.
Seguramente el sufrimiento (aceptado como lo que és) es la vía más directa para encontrar su superación. :)
Estuve a punto de escribir una entrada sobre la reacción pendular que habia producido en la gente la temible huelga, pero tambien me parecia algo tan pasajero y ridículo que pasé.
Mi experiencia en el mercadona -mira que curiosa esta globalización de supermercados- fue tambien de tensión, miedo, carritos cargados hasta los topes de alimentos perecederos y papel higienico. En tales cantidades que temo que muchos tendrian que tirar parte de lo comprado, y otros no compraran más papel para baño hasta el otoño.
Y todo eso, porqué? Mi reacción fue de sorpresa, y salí corriendo del super antes que participar en esa carrera. Pasé unos dias sin yogurt.
En USA tras las torres gemelas en situaciones similares la gente agotaba en los supermercados las máscaras antigas, pilas y la cinta adeshiva para evitar que las explosiones rompieran cristales. Todo quedó en beneficio de comerciales del miedo.
Las crisis no son solo inevitables, son parte fundamental de la vida. Crisis, como seguro sabes, significa oportunidad en chino.
Un saludo
¿Crisis significa oportunidad? dios te oiga, o Alá o Buda o quien sea porque lo voy a necesitar, muchas muchas muchas muchas muchas gracias por la entrada. Muchas.
Sí que lo significa. La clave es no perder la cabezaen estas situaciones, no angustiarse con las pérdidas, y ver que cambia, que hay de bueno.
Aunque no siempre es facil. Pero como consuelo filosófico es que una buena crisis a tiempo es más facil de llevar que una supercrisis más tarde. Y que todo lo que no funciona entra en crisis y que lo que entra en crisis es porque no funciona.
Muchas, muchísimas gracias a tí.
Y besos
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