miércoles, mayo 20, 2009
Chau número tres, de Mario Benedetti
Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres.
Sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
segura sin seguro.
Te dejo frente al mar
descifrándote sola
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota.
Te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía.
Pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono.
Estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos.
Estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra.
Estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen.
Y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote.
Nos deja Benedetti. Lo supe ayer, cuando me envió un amigo este poema y ninguna explicación. Se marcha y no volverá, tenganlo por seguro, pero también, como dice en el poema, que seguirá aquí, en los arboles añosos, en el horizonte y en el tacto, y donde alguien diga bajito, como susurrando de cerca, te quiero.
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6 comentarios:
Desde lluego que seguirá bien presente, especialmente mientras haya gente que lo recuerde.
Abrazos.
Las últimas líneas de la novela "Sinuhé el egipcio" decían más o menos: "Porque yo, Sinuhé, soy un hombre no necesito gloria para mi nombre ni flores para mi tumba. Porque soy un hombre he vivido en todos los que vivieron antes de mí, y viviré en todos los que vengan detrás".
Puede que sea así...
Besos.
Sí que lo estará Susana. Gracias por participar.
Un abrazo
Sinhue es una de mis novelas favoritas. Y ese parrafo último me pone siempre los pelos de punta.
Aquello de aue nada humano me es ajeno es participe de esas palabras, y al tiempo, de las de Benedetti.
Un abrazo
Alguien sabe por qué el poema de Bordes "chau número tres"se llama así?
Borges*
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