jueves, enero 14, 2010

El reencuentro , de Bertold Brecht













Un hombre que hacía mucho tiempo que no veía al señor K. le saludó con estas palabras:
-No ha cambiado usted nada.
-¡Oh! -exclamó el señor K., empalideciendo.

Historias del señor Keuner de Bertold Brecht





Pues sí, el universo se mueve, los cuerpos crecen o se achican - las orejas solo crecen- las estaciones cambian sobre una tierra que da vueltas alrededor del sol. Desear quedarse como estabas es un capricho que la evolución paga con dureza, por muy dinosaurio que seas. Y aquí estoy yo, con los zapatos de un hombre moribundo y un poco de miedo.

Solo que el miedo es solo un lastre en este viaje, y me estoy cansando del color de la pintura y de los muebles de este cuarto. Tendré, por mucha pereza que me entre, que cambiar para poder continuar parecido.

Mientras voy de tiendas, un abrazo

6 comentarios:

Anónimo dijo...

te admiro.
te respeto.
te he leído desde el 2007.
Me he atrevido a escribirte al menos unas cinco veces.
y cuando tuve mi blog activo, tuve el honor que me hayas leido y hayas comentado.
me inspiraste a leer, a indagar, a autocuestionarme y sobre todo, a tomarme la vida mas en calma.
Pero con la calma propia del huracán que inicia.

Hoy, después de meses de no haberte leído, tecleo tu nombre y leo tu post anterior, en el cual, aprecio que Ashbless ya no es tuyo solamente, le pertenece a la gente (poca o mucha) que en algún momento tuvo la dicha de toparse contigo.

Mi alma condicionada se siente plena de estar aqui, a la distancia, enviándote toda la Luz posible.

Lughnasad dijo...

Todo aquello sea que sea un lastre, bien se deja atrás, bien uno se adapta a él y sigue. Es posible que me equivoque en mi comentario, pero si el blog empieza a ser un lastre, despréndete de él, sería la última gran lección.
Un abrazo (y espero equivocarme en mi apreciación).

Anónimo dijo...

Hace años, el 30 de Nov del 2007, si se me permite ser mas preciso, postee lo siguiente, en ese entonces, mi alter ego era el de Violetta. Con bastante sorpresa, observo la evoluciòn que nuestras almas han experimentado...no somos los mismos ya que el universo no lo es.. comentas que despuès de años y tras releerte no te reconoces, pero sè que si te quedas viendo fijo al del espejo, veras al mismo ser de luz de siempre...

SALUD por la Vida..

violetta dijo...
Saludos desde este intenso rincón del universo llamado México.

Se que no fue error haber accesado a tu blog queriendo revisar mi relativamente nuevo sitio de contacto.

Sin duda eres un alma vieja condicionada aún, pero con una luz y un destino a trascender innegable.

Violetta es el alter ego que habita en mi, y que espera ansiosa a contactar al tuyo.

Un abrazo.

5:19 PM

Bastet dijo...

¡Que admirad@r más ferviente tienes!

poR CIERTO: Curiosamente yo también he oído hablar bastante estos días acerca de Bertold Brecht...

Las orejas, y ¡las narices! no paran de crecer. Es un hecho científico , EN VERDAD ¿Lo será también que siempre suele haber alguien tocándonoslas?

Je je

un saludo, que antes solía pasarme por aquí y hacia tiempo que no venía, pero como he sufrido una transformación tipo a la de tu foto, no reconocerás mis blogs ni perfil probablemente...!

Anónimo dijo...

Quizá éste sea un mensaje en el desierto... n osé si vas y vienes como antes o ya te has quedado por ahí.

Da igual.

Te descubro ahora y pienso que es una pena que no te descubras a tí mismo más veces por este blog.

Un placer.

S.S.

Paola dijo...

Te leo desde hace ya un tiempo.
Me llamo Paola, soy de México. Y si me permites decirlo, pues... te quiero.
Puede parecer raro, rarísimo, pero simplemente leerte, leer lo que piensas, lo que sientes, ha hecho que te ganes un pedacito de mi alma.
Me paso seguido por aquí, éncontrando siempre que llevas varios meses sin postear.

Te extraño, vuelve por favor, que nos haces falta!

Saludos muy grandes desde aquí.

Y gracias por permitirme a mi y a todos tus lectores, ser parte de tu historia.


Pao
flyinghigh@live.com.mx