sábado, mayo 17, 2008
Hua Hu Ching 3, casi un año después
Quienes desean encarnar el Tao han de aceptarlo todo.
Aceptarlo todo significa en primer lugar no tener cólera ni resistencia hacia ninguna idea o cosa, viva o muerta, con forma o sin forma.
La aceptación es la verdadera esencia del Tao. Aceptarlo todo también significa apartarse de cualquier concepto de separación: hombre y mujer, yo y otro, vida y muerte.
La división es contraria a la naturaleza del Tao. Renunciando al antagonismo y a la separación se entra en la unidad armoniosa de todas las cosas.
Toda separación es una mentira, una reducción de la realidad.
Nadie es una isla, estamos unidos a todos los niveles.
A nivel social nos ignoramos, herimos, ayudamos o complementamos.
A nivel físico nacemos, crecemos y morimos, en un mar de materia del que tomamos, transformamos y al que finalmente devolveremos todo lo que hicimos nuestro...
Somos parte del universo como los peces o las olas del océano. Inmersos en este mar invisible podemos percibir mareas sutiles, ciclos y encuentros.
¿Dirías que los seres vivos que nadan en sus aguas no son parte del océano?
Lo mismo ocurre con lo invisible y contigo.
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