viernes, mayo 23, 2008
El Dragón Negro, de Esclarecidos
No sé de qué raíz nacía aquel instante
pero había un incendio de cal en las farolas.
Descendía a los ojos el juego de los niños
y Dragón Negro tocaba en mi memoria
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Un diamante negro, reluciente en su brevedad, en la oscuridad de su misterio. Brillante como el extraordinario talento de los Esclarecidos.
Años después de aquel descubrimiento, de esta brevísima canción/poema/recitativo, sigue resultando tan fascinante y seductor como una sonrisa intuida en la oscuridad o una melodía arrastrada por la brisa.
El Dragón Negro sigue siendo un misterio, un ser sin rostro, sin sombra. Y deseo que siga así. En la imaginación, en los sueños hay anhelos, visiones que el tiempo no puede tocar, amores que no conocen el suelo.
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4 comentarios:
me gusta e azul de este lugar.
Azul como las amapolas, como el cielo al atardecer, como los campos azules.
Claro que lo importante es el color de las gafas con que miras.
Un abrazo
Paso para saludarte y darte un fuerte abrazo.No corren buenos vientos para mi,pero se dice que todo pasa.Desearte lo mejor y que se cumplan tus Esperanzas.Salud¡¡¡.
Siento leer esto. Efectivamente todo pasa, lo bueno y lo malo, la calma y la tormenta.
Tiene que pasar lo que nos gusta para que de beber tanto vinagre se nos haga el paladar a nuevos sabores. Es bueno, dentro de todo, que tengas esa visión y ese espíritu.
Desde este rincón, un fuerte abrazo y que disfrutes en lo posible, el momento que está pasando. Todo lo demás pasará. Esto también.
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