viernes, octubre 09, 2009

Mas... o ¿menos?



















No he tenido muy claro nunca, que mas, fuera mejor que menos. Bueno, miento, de nino, con la nocilla nunca fue demasiado...

Ahora no se tampoco la respuesta. Una parte de mi lucha contra esta paradoja, otra recuerda aquello de que las paradojas no son para resolverlas, sino para aceptar que no son tal, y pasa por encima del concepto. Mas y menos son dos extremos, pero como ensena el Tao Te King, los extremos son solo partes de la misma cosa. Volvere a intentar explicarme.

Vivimos en una sociedad abundante en exceso en lo material. Todos los que leemos este blog tenemos varios zapatos, varias camisetas, ropas para cada estacion, aparatos para escuchar musica o ver peliculas. Disponemos de seguro medico y si no estamos obesos, es porque nos cuidamos, no por falta de alimento. Eso no quiere decir que nos sobre el dinero, que no tengamos dificultades para llegar a fin de mes o pagar la hipoteca o el alquiler. Que no nos haga dano la subida de la gasolina, o que podamos irnos de cena todos los dias.

Para conseguir lo anterior, tenemos que trabajar a veces en cosas que no nos gustan, vivir en un horario apretado y realizar largos desplazamientos para el trabajo. Ver a los amigos es un problema en la agenda, y la tension hace qe incluso en espana, sea una sonrisa algo excepcional.

Hemos podido elegir entre un amplio abanico de posibilidades en nuestra vida, anque nos olvidemos a veces, y solo somos felices a veces.

Algunas personas que he conocido en este viaje se encuentra en el otro extremo de la balanza. Tampoco tienen dinero a fin de mes. No tienen varios zapatos, solo un par, y no pueden cambiar de ropa mas que los dia de fiesta. Comen sano por obligacion y en ocasiones no lo suficiente. Tienen la sonrisa facil, a flor de piel. Pero el abanico de sus elecciones vitales ha sido reducido. Algunos son muy felices, otros no.

Creo que no existe un estilo de vida virtuoso y sencillo, que asegure la felicidad automatica. Y que hay gente que tiene dinero, lo disfruta y es feliz sin hacer dano a sus semejantes. Ambos extremos son tan posibles, como el gran grupo de gente materialmente pobre y desgraciada, y materialmente rica e infeliz.

Si ambos extremos y los puntos intermedios forman parte del mismo conjunto, la humanidad, ¿Que nos queda?

Quizas, que la felicidad es independiente de lo que tenemos o nos falta. Que la felicidad, por topico que resulta, no pasa obligatoriamente por lo que haces o tienes, aunque puedan ayudar.

La felicidad depende de la actitud, de la capacidad de apreciar cualquier acto, cualquier cosa. De vivir intensamente ese chispazo que es el momento presente, y no abandonarlo por lo que fue o lo que podria ser. De disfrutar este momento y sonreirle. Y de sonreirte a ti mismo.

Y despues de esto, es sencillo sonreirle a los demas.

Namaste

6 comentarios:

Calle Quimera dijo...

Tal vez el secreto de la felicidad radica en no buscarla con tanto ahínco, en dejar que ella sola acuda a nuestro encuentro, en no empeñarnos en ser felices a todas horas y terminar medio traumatizados cuando vemos que esa cita no termina de cuajar... Hoy día la consigna es esa: ser felices, casi se ha constituido en una obligación puesto que se supone que tenemos tantos medios para alcanzar esa felicidad. Otra paradoja más...

Besos, Ashbless, siempre he tenido la impresión de que cuentas con más posibilidades que muchos de los que conozco para que ella te visite, ojalá sea como lo intuyo.. :-)

Anónimo dijo...

hacia tiempo que no te visitaba aqui. me he puesto al día con el blog y me he quedado con muy buena sensación- te estas haciendo sabio!, Esas cosas que dices de la 'normalidad', de la felicidad como aptitud..., muy sabio si señor.

me alegra que te vayan bien las cosas normales. te advierto que sin saberlo, o no, estas/is iniciando el mas emocionante e importante de los caminos.

nos vemos.

besame a tu 'amor', me gusta, si señor.

Ajur

Ashbless dijo...

Si, Calle Quimera, es no buscar, no dudar, no preocuparse. Es callarse, escuchar, prestar atencion, dejar de preocuparse por un momentos. Escuchar...

Y la felicidad está allí, siempre estuvo, aunque no es esa cosa con etiquetas que pensabamos o deseabamos. Es otra cosa, es mejor.

Muchas gracias amigos por vuestras palabras. Es cierto, la posibilidad de buscar la felicidad se puede convertir en una censura si eso tan elusivo no se consigue.

Espero que podamos ser felices. O que si ya podiamos serlo, que no se nos olvide.

Un abrazo

Ashbless dijo...

¿Sabio? ¿Savio? ¿Zabio? ¿Labio?

Puede que no sea mas que la pura consecuencia de acumular años y experiencia, o un tiempo que el viento sopla en esta direccion.

Mientras, todo es normal, Nepal y el Barrio de las Ranas - un barrio de mi niñez en Murcia- y de las cosas normales disfrutaremos mientras nos acordemos o sepamos...

Besos para todos tus amores, y que nos veamos antes que después, amigo.

Lughnasad dijo...

Uno de los principales problemas que yo veo es que tenemos que ser felices por pelotas. Nos obligan a ese viaje en busca de la felicidad, cuando la vida, por propia definición, tiene que ser feliz y desgraciada. No se puede ser siempre feliz. El capitalismo nos intenta engañar, sugiriendo que la felicidad está en lo que tienes, en lo que puedes comprar. En ese sentido, estamos rodeados de muchas cosas inútiles y que nos cuesta ganar. La felicidad reside en uno mismo, igual que la desgracia. Vive ambas con pasión, sabiendo que, ambas, no van a durar eternamente.
Saludos

Ashbless dijo...

Me gusta como lo explicas. Si que se trata de eso desde nuestro mundo de comercio, ser felices por pelotas, que tus hijos lo sean, y para ello, comprar. Tapar con cosas agujeros, carencias, heridas.

Y algunas cosas tienen que doler, las anestesias son a largo plazo, más letales que las heridas que ocultan.

Un abrazo