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lunes, octubre 27, 2008

Vivir y el miedo





















'Elija ser positivo. Usted tiene esa opción, es el dueño de su actitud. Elija ser positivo, constructivo. El optimismo es el hilo conductor hacia el éxito.'

Esto lo dijo Bruce Lee, el señor de "Be water, my friend"

La frase anterior puede parecer muy obvia, y lo es. Pero muchos problemas son tambien evidentes, como ese probervial elefante que nadie ve en la propia sala de estar. Nos acostumbramos a ignorar problemas que cuando crecen suficiente se han convertido en elefantes, similarmente destructivos y al tiempo visibles por cualquiera... que no seas tu.

No se si teneis elefantes por casa arramblando con la porcelana. Yo si que tengo alguno, y al menos uno lo he visto recientemente. Puede ser suerte, trabajo personal o descubrir un dia que algo impide alcanzar la estanteria. Así que estoy rompiendo otra lanza contra el miedo, en este caso a complicarme la vida, complicarsela a los demás, de ser rechazado o tener que rechazar. Y tampoco confundir mi vida con unos pocos objetivos, y mientras postponer el resto y evitar riesgos como el de vivir.

Programa, programa, programa. No es solo lo que decia cierto político, es el plan quinquenal de trabajo, estudios y desarrollo personal en el que estoy enzarzado, y que es una excusa estupenda para quedarse en casa estudiando, y en los ratos que no lo consigo, viendo capítulos de Frasier, leyendo y evitando a la humanidad. Amigos que hecho de menos y que se han ido acostumbrando a verme poquísimo por lo ocupado que estoy, he incluso un mundo nuevo de gente por descubrir.

Ayer visité por su tierra a una amiga que me llevó al lugar de la foto, Alarcon, donde disfruté de unas de las vistas más hermosas de los últimos tiempos y la sorpresa de redescubrir una persona. Esa misma noche me permití descansar y charlar un rato con la nueva compañera de piso y terminé aprendiendo algunas cosas nuevas sobre mí mismo, además de no cenar solo y disfrutarlo.

Simplemente decir si en lugar de no. Es curioso cuanto puede caber en una afirmación tan corta, y que inmenso es el vacio de la negación.

Si evitas riesgos, también evitarás lo que no se puede calcular ni preveer. No todo será positivo de manera inmediata. Pero cuando te niegas a vivir, lo único seguro es la soledad, el vacio. ¿Y que pasa de los peligros y de los fracasos? Ocurre que es de lo único de lo que se aprende.

Miedo, algo tan insustancial como una sombra, y que pesa tanto sobre los hombros. Tanto, mientras lo permitas. Mientras decidas que que puedes perder. Porque si piensas lo contrario, en ese solo segundo, todo será posible.

El autosabotaje está ahí, excusas para todo, decisiones inconscientes que juraria no he tomado yo... Mucha gente a la que quiero ver, muchas cosas que deseo hacer, muchas decisiones, o mejor dicho, oportunidades. De vivir.


sábado, agosto 02, 2008

Tao Te King 64, la facilidad de lo suave





















Lo que está en reposo es fácil de retener.
Lo que no ha sucedido es fácil de resolver.
Lo que es frágil es fácil de romper.
Lo que es menudo es fácil de dispersar.
Prevenir antes de que suceda,
y ordenar antes de la confusión.
El árbol que casi no puede rodearse con los brazos,
brotó de un germen minúsculo.
La torre de nueve pisos,
comenzó por un montón de tierra.  El viaje de mil millas,
empezó con un paso.
Quien actúa, fracasa.
Quien tiene, pierde,
Por esto, el sabio nada hace y no fracasa;
nada posee, y nada pierde.
El hombre suele malograr la obra cuando va a concluirla.
Cuidando del final como del principio,
ninguna obra se perdería.
Por esto, el sabio aspira a no desear nada
y a despreciar lo valioso.
Aprende a no aprender,
regresa por el camino que los demás ya han recorrido,
y así, sin atreverse a obrar,
favorece la evolución natural de todos los seres.


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Un viaje de mil millas comienza en con un solo paso. Los problemas se resuelven mejor antes que se presenten. La clave está en la suavidad, como siempre. Hacer las cosas como si no hicieras nada, sin estress, sin miedos, con naturalidad.

Wu wei.

Estoy empezando a estudiar, o mejor a rodear los apuntes como si fueran un puercoespín y yo un zorro curioso. De momento no estoy avanzando mucho. Otras áreas de mi cotidianía están abandonadas, por razones prácticas y otras que no lo son tanto.

Un amigo bastante más joven me confió una noche un secreto a voces. Las personas que logran las cosas- me contó- esas que llegan lejos o consiguen realizar lo más difícil no son mucho más listas o afortunadas que tu o que yo. Casi todo el mundo es bastante parecido en realidad. Aquellos que consiguen los sueños más lejanos solo han perseverado en sus objetivos. Así, un poco cada día, han terminado llegando a donde es imposible de otro modo. Es más, me dijo con la confianza que dan la falta de años y de heridas, si tu lo intentas con constancia, nada es imposible.

Es cierto. Caminar mil kilómetros o aprender las más difíciles asignaturas es imposible en una sola jornada, pero cualquier objetivo por grande que sea, se rinde ante la paciencia y la suavidad de lo cotidiano. Espero algún día comprender esto de verdad, con las tripas. Ese día, como mi amigo, como tu mismo, podré hacer cualquier cosa.

viernes, enero 04, 2008

Aceptar la realidad es el modo de solucionar los conflictos.



















He tenido unos dias malos. Bastante malos. No sabia lo que pasaba, solo que el mundo no respondia a sus patrones normales.

El sol salia, pero no calentaba. La única fuerza palpable era la gravedad, y ni las personas ni los objetos poseian sombra. En ese desierto solo había espacio para las necesidades más básicas, y el viento devoraba los sonidos.

Y luego me dí cuenta de lo que ocurria, y renuente, acepté que mi ánimo estaba mal, que igual que afuera, adentro también estaba lloviendo. Incluso comencé algunas acciones para salir del agujero, cosa de la veterania en esta guerra.

Guerra. No es un conflicto. Son cosas que ocurren, una extraña alquimia de neurotransmisores, circunstancias y decisiones. Es mi vida, soy yo. Y no aceptarlo es prolongar este malentendido.

Hoy me siento mejor. Ignoro si es aceptar que estaba mal y que acabaría sintiéndome bien, y solo en parte era responsabilidad mía volver a subir. E incluso volver a bajar.

No se si esta mañana de sol resplandeciente es también la causa. O si solo puedes estar mal unos días y luego las endorfinas vuelven a subir. Para volver a caer algún día...

No lo se. Puede que halla sido un poco de todo. Sea como sea cuando salga de la oficina intentaré disfrutar un poco del sol, igual que ahora estoy disfrutando de esta música. Porque igual que estos días malos han terminado de momento, el sol y la música solo están aquí de modo pasajero. Igual que nosotros. Así que celebremos mientras podamos.

jueves, enero 03, 2008

Llueve, sobre los pájaros en mi cabeza




Llueve. Se pasa la mayor parte del día lloviendo. He tardado días en darme cuenta. No era cansancio, un vacío o adaptarse al regreso. Solo llovía.

Ayer un amigo me dijo unas amables palabras -Te he visto más hundido...

Y después de unas cervezas me marché sosteniendo la bicicleta por el manillar. Sentía la lluvia desde hace unos días. Nada se mueve bajo ella salvo la pura mecánica del trabajo, de comer y dormir. Pero hasta ayer no sabia exactamente que ocurría.

Llueve. Eso alborota los pájaros de mi cabeza. Hacen poco ruido, porque están acostumbrados a meditaciones, mantras y mil recursos que los acallan. Pero rebullen contra las paredes de su jaula. La lluvia sigue.

Me pregunto hasta que grado la química nueronal decide nuestra visión, nuestras fuerzas, nuestro recorrido. Mientras, llueve por dentro. Los ríos se desbordan, todo se detiene, es arrastrado, y no quedan ganas para nada.

Se que dejará de llover. Que debería poner sacos de arena como dique, o emigrar a la parte soleada de la vida. No tengo ganas, aunque se que es lo que me conviene.

Hoy llueve, ¿y mañana?

¿Depende de uno mismo?


martes, noviembre 20, 2007

Lejos de Boneville





















Mañana tengo el examen, y estoy cansado. Cansado de estudiar, de dar vueltas a las distintas fibras y detalles del cuerpo humano, ya sea en una biblioteca, mi escritorio o incluso mi alfombra. Me siento igual que tras comer dos bolsas de palomitas. Me encantan, pero después de la primera bolsa es solo inercia, y tras la segunda... No me las mencionéis por favor.

La verdad es que necesito un azucarillo para recorrer los últimos metros. Reactivar esa fuente de energía que me sostiene todas las noches, mañanas y tardes, haga curro, clases particulares o que ponerse a estudiar. Hacer que vuelvan a irradiar fuerza y entusiasmo mis tripas, se calienten de nuevo las barras de uranio enriquecido en el interior de mi caldera nuclear, y Mazinger vuelva a Tokio para defender a los buenos.

Así que me he dado un baño caliente en mi bañera ecológica -es tan pequeña que casi se llena sin agua- me he puesto a curiosear los infinitos contenidos de mi disco duro -en ese ordenador que prometí no encender hasta el miercoles- y me he leido un par de números de Bone con frutos secos, y un zumo de piña.

¿Que es Bone? Es un tebeo genial, para todas las edades y con cierto aire épico que afortunadamente se ve disuelto por la ironia y el buen humor. Como si el Disney de los primeros cortos hubiera contado con Micky, Donald y Goofy para narrar su Señor de los anillos. Malos divertidos, abuelas heroicas, carreras de vacas, dragones que fuman puros... Y los bones, el bueno, el avaro y egoista y el felizmente bobo.

Me estoy pensando si comprarme la historia en ingles en un tomo -1300 paginas- o compro los tomos en español y a color, o si solo los leo por internet. Ya veremos, por mi cumpleaños solo me regalé un cuaderno azul - no el Aznar- y lo he acabado usando para hacer diagramas anatómicos.

Bueno, pues eso, que os deis un permiso para ser felices de vez en cuando, o los enanos os crecerán y querrán dejar el circo. Normalmente no hacen falta cosas con precio, basta parar o hacer eso para lo que "nunca hay tiempo". Pero tampoco es malo comprarse un buen pastel de chocolate y zampárselo. O un buen libro.

Y ahora con vuestro permiso me pondré a meditar, luego un par de horas de estudio, y mañana sera otro día. Besos

Pd:La editoria de Bone ha puesto el primer número gratis en la red. Si teneis cinco minutos podeis descargarlo desde aquí y leerlo. Pero cuidado, reiros puede ser bueno para vuestra salud

jueves, agosto 09, 2007

Buscando el espejo





















Estoy buscando el espejo.

No es para ver si voy bien. Eso ya lo se. Hasta tengo un retrato reciente de estupendos tonos amarillos.

Tampoco es para decorar. Aunque estoy decorando mi cuarto.

En realidad estoy buscando un espejo más metafórico que otra cosa. Ese punto, estrecho como el filo de una navaja, donde se encuentran y reflejan el mundo de fuera y el de dentro. El mundo exterior y el interior a mi persona.

Estoy haciendo un esfuerzo más intenso de lo normal por arreglar lo que tengo por dentro. Hacer las paces con el pequeño anarquista que me okupa y poder cruzar los rios que se me presentan, trabajo, salud y sobre todo Anatomia.

Me advirtieron hace poco sobre este niño interior desmadrado, una amiga genial decidió espontaneamente regalarme un libro sobre autosabotaje, y me está costando mucho más que de costumbre profundizar en los apuntes. Así que decidí que el orden iba a llegar a mi vida como fuera.

Continuar con la meditación, aunque estoy retrocediendo en autocontrol, mantener mi espacio limpio y ordenado, y llevar el orden a todos los rincones posibles para que no me baile la cabeza cuando leo la lista de las estructuras encefálicas.

Como pienso que los espacios interiores y exteriores son reflejo el uno del otro, me he puesto a decorar mi habitación. Pintura, masilla, colgar la lámapara tras un año de abandono. He encontrado en Ikea unos estores geniales y un juego de barra y cortina de baño estupendos. Solo falta saltar de internet a la realidad y tenerlos puestos.

Incluso he llevado a imprimir fotos de mis viajes para enmarcarlas de manera original, he sacado en papel fotografico 80x50 "La gran Ola" de Hokusai, y recogo mañana unos shin hanga de Kawase Hasui.

Pero todo son intentos de que ordenando una cosa de fuera se resuelva una de dentro y al reves. Ahora que escribo esto, me pregunto si no será más facil directamente dejar de escribir sobre lo que tengo que hacer y hacerlo. Ya me he zampado cinco deliciosos números de "Catwoman Cuando estes en Roma" y un no menos sabroso dulce relleno de crema. Parece que mi niño interior esta dormido...

No hagais ruido. Voy a estudiar...