lunes, enero 30, 2006

Caos y concierto
























¿Conoceis la segunda ley de la termodinámica?

Dice, traducido a un lenguaje de la calle,

"El desorden de cualquier sistema, incluido el universo, tiene necesariamente a aumentar, nunca a reducirse"

Este desorden incluye la perdidas de energia, descomposición, cansancio... Cada dia somos más viejos, no más jóvenes, una pulsera de oro no será más gruesa con los años, sino más fina y gastada, todas lás máquinas desperdician energia...

En definitiva, el mismo universo se acabará apagando, desperdiciada poco a poco la energia que contiene.

Explicar esto a un adolescente es dificil. Puede aceptarlo, pero no entenderlo, mientras la sombra del tiempo no le halla marcado. Yo he tenido que intentarlo muchos años, y ahora que los temarios de química están avanzando, si lo exige el guión, se intentará.

Sin embargo es diferente ahora. No porque halla cambiado la termodinámica. Esta es inconmovible, un edificio científico de los más imposibles de burlar.

Lo diferente es el profesor. Antes sentia una tristeza, o mejor melancolia ante esa visión de mortalidad que era para mí esa ley. Ahora, nos hemos bañado más de una vez en el rio, y ni este, la vida, ni yo somos los mismos. A ratos entiendo, vislumbro ciclos dentro de ciclos, en los que la entropia, el desgaste es necesario. En los ciclos pequeños y medianos, es posible tras el desgaste, el cansancio o la ruina, la renovación. Tras el invierno llega la primavera, y a esta le seguirán las estaciones hasta no acabar en el invierno de nuevo, sino continuar con un sinnumero de primaveras.

A los amores y amarguras viejas siguen los encuentros, descubrimientos, nuevos amores. Estos acabarán algún dia, pero el amor, mientras dura, es eterno...

Quizas el mismo universo deba envejecer gastarse y morir, pero como hijo de este instante en la eternidad, en este mundo que aún es azul, los ciclos siguen, mientras no los perturbemos o luchemos contra ellos.

Hoy podemos estar tristes y cansados, otro dia llegará que podamos reir. Y ocurrirá probablemente aunque no queramos.

El optimismo no es la única opción, pero nada dura, todo cambia. En el I Ching se entienden el Yin y el Yang, dos principios universales opuestos pero complementarios. No son como el bien y el mal occidentales. Son masculino y femenino, duro y blando, luz y oscuridad. El cielo es Yang, la tierra es Yin. Pero una montaña, siendo tierra, es Yang. El sol y el dia son Yang, y la luna y la noche Yin. Pero en la oscuridad nocturna, el claro iluminado por la luna es Yang, como contraste.
Pensadlo bien. Cuando estás en el fondo del pozo, solo puedes mejorar, y tras los momentos de triunfo y plenitud, nos espera el descenso...

Hay que tomar, como decia Kipling, al triunfo y al fracaso como los dos impostores que son, quedarnos con la lucha.

Solo conservo un vinilo, imposible ahora de escuchar. La canción de Juan Perro. En "Cara o cruz" dicen

"No esperes hoy la tormenta de ayer
no dura siempre la pena de este infierno
y aunque el azul del cielo no es eterno
hasta mañana no vuelve a llover

Nunca se puede saber
lo que va a ocurrir mañana
salvo que al fin de semana
sigue un lunes otra vez"

Pues eso, no nos agarremos demasiado a nuestras penas o alegrias, no durarán demasiado. Lo importante no es ganar o perder, sino jugar.

¿Porqué esta entrada? ¿Porqué este rollo? Quizas porque es lo que estoy pensando ahora mismo, porque yo estoy volviendo a estas conclusiones tras un tiempo de desconcierto.

Tras la tormenta, la calma, tras el desconcierto, el concierto...

jueves, enero 26, 2006

El pie en alto...


















El jueves 19, tuve un pequeño accidente de moto en el Malecón. Unos metros recorridos a baja velocidad, nula habilidad motorista, y una fuerte golpe en el gemelo derecho, que me llevó a urgencias.

El diagnostico fue una fuerte contusión en el gemelo, y una semana con la pierna en alto.

Una semana. Recibí visitas, cuidados que no tienen precio, y bastante preocupación de los pocos amigos que consiguieron enterarse.

Y una semana de estar con la pierna en alto.

Una semana son 7 x 24h= 168 horas. En ellas he leido tebeos, empezado y acabado libros, conversado horas y horas en persona y por teléfono, tomado docenas de tés y visto casi todas las películas que habia ido acumulando para cuando tuviera tiempo...

Algunas cosas que habia jurado hacia tiempo, como revisar la filmografia básica de Kurosawa cuando tuviera tiempo, han quedado en el tintero. Una semana para Kurosawa no es mucho tiempo. Sin embargo otras cosas, como releer "V de Vendetta" antes que los Wachowski la estrenen, o ver a algunos amigos perdidos, han encontrado su lugar.

En todo lo que ocurre podemos encontrar una lección. Durante mi reciente gripe acabé aprendiendo paciencia, que me ha sido muy util. Ahora estoy aprendiendo que los planes que hacemos, son como mucho eventuales.

Todo es eventual.

martes, enero 24, 2006

El Arte de la Memoria



















La memoria es subjetiva, holográfica, y temporal. La memoria es arte.

Si os parece que soy crítico con la memoria, os aclararé que mi memoria y yo estamos ahora en paz. Hubo un tiempo que abominaba de ella, y me parecia que el hombre solo podia olvidar para ser feliz.

Afortunadamente comprendí la diferencia que existe entre la pura memoria y el ejercicio del recuerdo, y despues a controlar este ejercicio. Y paulatinamente, sin darme cuenta aprendí a vivir con mi memoria, sin sentirla como un saco de piedras, sino como una larguísima colección de albumes de fotos y de diarios, que podia dejar en casa y consultar a voluntad.

La memoria es una cosa complicada. Es sensorial, porque la mayor parte de nuestra experiencia viene de los sentidos. De hecho, unos sentidos son más importantes o evocadores que otros. En particular el olfato.
¿No os ha pasado que visitas un colegio, y los pasillos y aulas te pueden resultar indiferentes, pero el olor de la tiza te rapta a otras épocas?...

Además, la memoria es holográfica. Esto quiere decir que cada pequeña parte de un recuerdo contiene o lleva al resto. Así, olemos el aula y no solo recordamos los olores, sino todo el recuerdo de esos momentos en clase. Y no solo eso, sino que de pronto, situaciones, compañeros, profesores, canciones, etc... se presentan conectados en nuestra mente.

Tambien dije al principio que era subjetiva y temporal. La temporalidad solo se refiere a que conforme mayor tiempo pase desde que una experiencia pasa a ser un recuerdo, más enterrado está ese recuerdo. Pero si eres capaz de desenterrarlo, o alcanzarlo desde otro recuerdo, estará completo, identico al momento de fijarse.

¿Pero que fijamos entonces? Ahí está la subjetividad. Nuestra percepción modificó la experiencia al vivirla, la deforma al recordarla, y además hace más accesibles al recuerdo las cosas que nos gustan o nos chocaron mucho. Es muy dificil recordar lo que desayunamos todo el més, pero en mi memoria está meridianmente claro cuando mi madre le puso sal a la leche del desayuno, ¡puaggg! y hace caso veinte años de eso.

Y por último, la memoria es arte.

Arte en el sentido del simbolismo, la subjetividad y el ajuste que sufre la experiencia al pasar al recuerdo y recordarse despues.

En mi memoria está una hermosa tarde en Venecia, pero si no navego profundamente en mi memoria, recuerdo no la experiencia, sino el recuerdo de haber recordado, haberla contado. El recuerdo del recuerdo. Por ese camino deformamos, reinventamos la memoria, engañandonos lo suficiente para recordar lo que queremos, lo que nos conviene o creemos...

Y luego está el "Arte de la Memoria"

Esta es una disciplina, un conjunto de técnicas que nos permiten recordar, más allá de lo que nos creemos ahora capaces.

Fue creado según la tradición por el poeta griego Simónides, y utilizada por los sabios de la antiguedad. Durante la edad media se conservó y desarrolló en monasterios abadias, y volvió al mundo de manos del genial y revolucionario Giordano Bruno, del que se cuentan proezas que ahora parecen imposibles.

Para entender la importancia de la memoria en otras épocas, debemos tener en cuenta que el acceso a información "volatil" que nos caracteriza, es lo opuesto a un mundo donde el acceso a fuentes de información era restringido. Pero sobre todo, que la palabra escrita era una conservación de la voz, como una grabación, pero no pretendia sustituir al discurso, al diálogo. Y en un debate no puedes parar para tirar de google.

El arte de la memoria es convertir esa memoria holográfica y caprichosa en algo espacial, simbolico y sistemático. Crear espacios en nuestra mente donde se erigen recordatorios simbolicos y expresivos de lo recordado.

Esta época nuestra exige que en lugar de saber y recordar, lo hagan nuestras fuentes por nosotros. Creo que puede ser necesario, por vivir en un mundo muy complejo, pero que es un modo superficial y esteril de aprender y conocer.

Por si quereis conocer en profundidad el Arte de la Memoria, e incluso intentar emplearlo, consultad éste articulo desde su mitad.

La memoria es una facultad maravillosa y terrible, y si lo dudais, os recomiendo dos relatos opuestos; Funes el memorioso, de Borges, sobre el exceso del recuerdo, y Memento, sobre la falta.

Un saludo, y felices recuerdos...


lunes, enero 16, 2006

Anímación y lágrimas...


















¿Habeis llorado con unos dibujos animados?

No es una pregunta trivial. Ahora que somos adultos, seres duros, rigidos, de rabias y penas secas, las lagrimas no son faciles, pero hubo otra época en que fluian con facilidad.

Tambien han cambiado los dibujos animados actuales, que ya sean productos de merchandising como Pokemon, o cosas más ambiciosas como los de Cartoon Network, son cosas alegres y dinámicas.

Ahora, yo me tragué Heidi, la historia de esa niña desplazada, o la trágica busqueda de Marco, que nunca encontraba a su madre, por mucho que viajara... No recuerdo muy bien aquella época, pero si recuerdo que se sufría un montón...

Posteriormente descubrí los dibujos de Disney, pero esos nunca me hicieron llorar, quizas porque la muerte de la mamá de Bamby me pilló demasiado mayor, y porque tampoco eran tan dramáticos; recordemos el comité de psiquiatras que reunió la firma para hacer la muerte de Mufasa...

Ahora bien, aunque otros dias haga una reivindicación de la comedia, ahora no lo hago del drama. Éste es capaz de cuidarse por sí mismo. No, si acaso hablo de la capacidad de conmover, de hacerte participe, solidario de las alegrias, penas y confusiones de los personajes. Y esto en dibujos animados lo he visto en estos últimos años muy pocas veces, y a mí no me parece la animación un género menor, au contraire!

Por ejemplo, sin ser una palícula en absoluto triste, Monstruos S.A me remueve las lágrimas en las escenas de separación y reencuentro de Sully y Boo. Es muy dificil no simpatzar con una buena persona - o monstruo- como Sully y su conflicto al descubrir las consecuencias de sus acciones. ¿Y quien no querria a Boo? En Buscando a Nemo, sin embargo no sentí nada... pestañas secas.

En el Gigante de Hierro lloré con la escena final, cuando el gigante dice "Superman" Cuando veais la película, lo comprendereis...

¿Habeis visto Kurukú y la bruja? Es una bellísima película francesa de animación, que narra un relato africano de caracter mítico. Con una banda sonora excepcional y animación artesana, es divertida y cautivadora, nada convencional. De hecho, siendo una película muy adecuada para niños, no he visto nada más alejado de la superficialidad de Disney.

Y si hablamos de la capacidad de solidarizarte con los personajes, de hacerte compartir sus sentimientos, esto se consigue con un buen guión, que cree personajes creibles, con personalidad y que cuente una historia que nos implique. El mejor director de anímación, el que me hace conmoverme, de alegria, confusión o tristeza, es japones.

Se llama Hayao Miyazaki, y más que a él conocerás algunas series que dirigió como Heidi, Lupin III, Sherlock Holmes o Ana de las tejas verdes. Tambien es popular "el Viaje de Chihiro", Oscar a la mejor película de animación y Oso de Oro del Festival de Berlisn, categoria absoluta.

Este director ha creado algunas de las más hermosas historias dibujadas. Respecto a las lágrimas, se me humedecen los ojos cada vez que veo un Totoro, o el ambiguo final de Porco Rosso.

Voy a acabar ya este texto, no diseccionaré las películas de Miyazaki. Si teneis niños, o conoceis alguno, usadlos como escusa, conseguid, o bajad o robad alguna peli de Miyazaki, sea "Mi vecino Totoro", "El castillo en el cielo", "Porco Rosso", "La princesa Mononoke", o "El viaje de Chihiro", y preparaos...

No para dramones, sino para sentiros un poco más vivos, más cercanos al resto de la humanidad, quizas más felices, pero sobre todo, más vivos...

lunes, enero 09, 2006

Sierra de Segura














Llevaba unas semanas empezando a perderme.

Prisas, dos semanas de fiebre entre virus y gripes, un atropellado y necesario retorno al trabajo... Todo este tiempo sometido a presión y restricciones de algún tipo, y sin practicar las cosas que me ayudan a ahondarme, a centrarme; algo de deporte, yoga, el contacto con la naturaleza o simplemente tener tiempo para tomar mis propias decisiones, cometer errores y aciertos.

Quizas hallan influido algo las fiestas, aunque este año casi no las he sentido. De hecho, aún no he podido traerme a casa la enorme cesta de navidad del curro.

De una manera u otra, una perdida de impulso, de ligereza si quereis, y de la quietud de mi mente se estaban produciendo. La vispera de reyes sucumbí al estress, yo que habia jurado darle la espalda, y tuve que hacer un esfuerzo para no terminar maldiciendo a los padres de los niños que se cruzaban en el camino de mi bicicleta.

Afortunadamente, nada es permanente, y tras este tiempo de ruptura, veo un cambio de ciclo, de volver a mi centro, no solo lo externo, orden, horarios más normales, volver a yoga, gimnasio o salir con la bici o ver a los amigos. Tambien poder mirar adentro, o escuchar de dentro, para poder simplificar de nuevo, eliminar ruidos, deseos e impulsos ajenos, olvidar lo accesorio.

La fase previa y necesaria para este cambio ha sido la salida a la montaña que he hecho este puente, a la Sierra de Segura.

Muy bien acompañado, con viejos amigos y gente que ha sido un placer conocer, hemos pasado unos dias breves pero intensísimos en una casa rural en Jaén.
Allí hemos encontrado una nevada sorprendente, hermosos bosques llenos de musgos, pinares que han sobrevivido a un incendio y la magia de la bruma.

El paisaje ha permanecido velado, misterioso, y sobre todo cambiante. La belleza de la niebla era algo totalmente desconocido para mí. Desde el sábado, esto ha cambiado. Regresando de una excursión vimos como el valle a nuestros pies era cubierto por oleadas de niebla, que crearon castillos y animales fantasticos mientras las últimas luces se extinguian. Permanecimos allí hipnotizados, algo sobrecogidos y olvidados de la lluvia, hasta que un coche nos hizo volver al mundo de todos los dias.

Aquello, que espero recordar durante el resto de mis dias, no pudo ser fotografiado. Otras cosas sí, y mis fotos, junto con las de un excelente amigo y fotografo, están en Flickr.