miércoles, febrero 28, 2007

Cuento de Murcia, por Anonima






















Mil novecientos noventaytantos, la nueva corporación municipal, tras haber hecho toma de sus cargos, se reune por primera vez:
Sr. Alcalde: Hoy quiero trasmitiros la idea que yo tengo de esta ciudad, y vosotros vais sugiriendo o debatiendo según os parezca.
Lo primero; tengo la solución al problema con el equipo de fútbol. Todos sabemos que es una desgracia que esté en tercera y que sus cuentas amenacen embargo; pues bien; les vamos a comprar el estadio.
Concejal 1: ¿Y eso para qué?
Sr. Alcalde: Para nada. Pero el futbol es un hecho cultural importantísimo para esta ciudad y no podemos quedarnos sin equipo de futbol.
Concejal 2: ¿Y como le sacaremos rentabilidad a un campo de futbol?
Sr.Alcalde: Fácil. Vendrá un megarrrrico, comprará el club y construirá un nuevo campo de futbol de máxima categoría. Mientras, nosotros destruimos el primero y vendemos las parcelas a mil leuros el centímetro cuadrado.
Concejal 3: ¿Por la cara?
Sr. Alcalde: No. Le daremos licencia para construir el centro comercial más grande de todo el Mediterráneo.
Concejal 2:Alaaaaaaaaaaaaa!
Concejal 1: A mí me da miedo por si acaso nos acusan de especular.
Sr. Alcalde: Bah, a las dos semanas de inaugurarlo, que el megarrrrico venda el centro comercial a un consorcio de empresas extranjeras y así se pierde nuestro rastro. Además, si nadie nos acusa de especular con lo que vamos a hacer en el polígono de La Paz (darle a un constructor un barrioentero para
que lo tire, desaloje a todos los gitanos de allí y lo llene de megatorres gigantescas), esto menos.
Concejal 1: Señor alcalde, siento aguar la fiesta, pero ya hemos dado una licencia para construir el centro comercial más grande del Mediterráneo.
Sr. Alcalde: Es que serán DOS centros comerciales. Vendrá gente de todas las provincias, se instalará un Ikea, una Fnac, un montón de cines.¡ Será grandioso !
Concejal 1: Pues vamos a tener que hacer nuevas carreteras, porque con los atascos mañaneros que tenemos todos los días...
Sr. Alcalde: Conseguiremos que las empresas se comprometan a hacer nuevos viales.
Concejal 1: Ja! Esos se comprometen y luego no cumplen nada. Como no se construyan nuevas autovías conseguiremos que los fines de semana se conviertan en un
infierno de tráfico.
Sr. Alcalde: Lo importante es que la urbanización más megachachi de la región tenga un carril exclusivo para llegar al centro comercial. A los demás, les construimos rotondas.
Concejal 1: Pero esa no es la solución. ¿Y si hacemos túneles para dar fluidez? Las rotondas entorpecen la circulación y la taponan cuando el flujo es mu gordo.
Sr. Alcalde: ¡He dicho que rotondas! Quedan tannnn bonicas.
Concejal 2: Otro problema que yo veo es que si se construyen tantos cines, los cines de la ciudad terminarán cerrando.
Sr. Alcalde: ¿Y qué problema es ese? Si quieren cines, que cojan el coche.
Concejal 3: ¿Y los adolescentes, qué harán? Mire,Murcia es conocida por su vida en la calle; corremos el riesgo de que a las siete de la tarde de un sábado, parezca un cementerio. Y los cines son cultura e historia de una ciudad.
Sr. Alcalde: ¿Cultura los cines? Anda no me hagas reir. Además tampoco creo que llegue el tema a cerrar el cine Rex. De todas maneras,como vamos a llenar toda la ciudad de plazas duras horrorosas (que están superdemoda para poner debajo parkings a tuttiplen), no creo que la gente tenga muchas ganas de pasear por la ciudad, sobre todo porque no va a haber ni una puta sombra en la que cobijarse con este solazo que cae 360 días al año. Además esta ciudad no es como las demas que tienen a sus antepasadas civilizaciones bajo ellas,nosotros no tenemos nada de que preocuparnos por el subsuelo.
Concejal 1: Otro problema es que con tanto atasco la gente no nos vuelva a votar.
Sr. Alcalde: Pues sacamos una procesión y la vendemos como si fuese el acontecimiento cultural del año.
Concejal 2: ¿Y eso sirve para algo?
Sr. Alcalde: No, pero entretiene una barbaridad.
Concejal 1: El pequeño comercio se pondrá de los nervios.
Sr. Alcalde: Pues montamos una campaña de publicidad y ayuda, y quedamos como Dios.
Concejal 1: Pero es que no habrá nadie para verla.Estará todo el mundo en el centro comercial.
Sr. Alcalde: Mira, tú te callas que encima que te permito estar en la junta que gestiona el puerto ilegal que haces con una empresa en La Manga y te voy a dejar votar en las recalificaciones de tus amigos, sólo faltaba que me dieses la murga.
Concejal 1: Ainsss.
Concejal 3: ¿Y donde estará ese nuevo estadio? ¿En los terrenos que tenemos al lado de la Universidad Católica?
Sr. Alcalde: Shhhhhh!. Esos ni tocarlos que he pensado regalárselos a la Universidad Católica que nos apoyan en todo mogollón. Irá al lado del nudo más importante de carreteras de la ciudad.
Concejal 1: Mare mía que de atascos.
Sr. Alcalde: ¿Tú que sabes? Anda, no digas tonterías.
Concejal 3: No sé yo si esto se verá con buenos ojos por la ciudadanía...
Sr. Alcalde: Es que no lo van a ver. Nos vamos a inventar una campaña de desagravio cuando no nos concedan el agua que queremos.
Concejal 2: Pero si Aznar va a traer el agua..
Sr. Alcalde: Hijo; no te enteras de nada. Aunque esté ocho años en el gobierno no la traerá, para así poder echarle la culpa al que venga luego.
Concejal 3: Yo sigo sin verlo claro. Los transportes en Murcia son un desastre; los taxis son los más caros de España y los autobuses funcionan de risa. Moverse se va a poner bien jodido.
¿Qué tal un carril bici?
Todos: Jaaajajaja
Sr. Alcalde: Pos traemos el tranvía a Murcia que queda muy bonico también.
Concejal 2: Alaaaaaaa que chulo ¿Cuantas líneas?
Sr. Alcalde: Sólo una por Juan CarlosI.
Concejal 2: ¿Pero ahí servirá de algo?
Sr. Alcalde: De poco, pero queda bien bonico, además la línea podría comunicar la ciudad con los futuros centros comerciales.
Concejal 2: Es un plan magistral, señor alcalde. Pero parece difícil de llevar a cabo.
Sr. Alcalde: Tú déjame a mí, que en poco más de diez años no va a conocer a esta ciudad ni la madre que la parió.


Cualquier parecido con la realidad, es pura tristeza.

Dedicado a la ciudad que nos están robando, y a las gentes que padecen esta indeseada metamorfosis: sobre todo a las futuras generaciones que cuando vean la tierra que teníamos yel vertedero que les dejamos nos maldecirán al igual que hicimos nosotros con aquellos que nos robaron (en tiempos pasados) nuestra libertad.

sábado, febrero 24, 2007

Intermedio...


















Ultimamente esto ha sido una sesión continua. Un programa que no se detiene, en el que algunos títulos familiares se han ido alternando. "Trabajo", "clases", "anatomia", "compromisos".

Y así sin parar, enganchandose unos con otros en una cinta de muchos metros.

He decidido que necesito, sin embargo, intermedios, en los que parar, comer unas palomitas o incluso salir a la calle a respirar un aire nuevo.

No es facil. Sin parar de vez en cuando es muy dificil rendir bien, pero cada vez que me detengo me parece que estoy haciendo algo mal, que esto se va a cobrar un precio. Y la verdad es que no es así, que es del otro modo que se cobra el precio, uno mayor dia a dia.

Intento hacer las cosas bien, disfrutarlas si es posible o al menos que no me violente realizarlas. Minimizar el conflicto, no tener ninguno. Dos no se pelean si uno no quiere.
Pero necesito parar de vez en cuando. Así tengo menos ganas de rendirme, de no despertar.
Pero sigue sin ser facil.

No quiero pasar toda mi vida así. Solo un poco más, unos años, no demasiados. Al menos no con las noches y esta tensión en las tripas. Me siento como un futuro jubilado soñando con lunes al sol, pero tampoco es eso. Quiero simplemente dias más sencillos, a otro ritmo, y conseguir saborearlos.

Solo quiero un dia de 24 horas.

martes, febrero 20, 2007

“Amor 77”, de Julio cortazar





















Y después de hacer todo lo que hacen se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son.



Fin

lunes, febrero 19, 2007

Cuento de arena, de Jairo Aníbal Niño





















Un día la ciudad desapareció. De cara al desierto y con los pies hundidos en la arena, todos comprendieron que durante treinta largos años habían estado viviendo en un espejismo.




Fin

domingo, febrero 18, 2007

La muerte y Odiseo, de Lord Dunsany























Lord Dunsany, poeta y habitual de la parte invisible del mundo, cuenta aquí la última historia de Odiseo - Ulises- años despues de su retorno a Itaca.
Espero que lo disfruteis.




En la corte del Olimpo, el Amor reía ante la Muerte, porque era desagradable, porque no podía ayudarle ya que ella nunca había hecho nada que valga la pena y el Amor sí.

Y la Muerte odiaba ser motivo de risas, y solía apartarse para pensar en sus defectos y en como podía hacer para poner fin a este intolerable tratamiento.

Pero un día la Muerte apareció en la corte con cierto aire. Y todos los demás lo notaron. "¿Qué es lo que te traes ahora?" preguntó el Amor. Y la Muerte con cierta solemnidad, le dijo: "voy a asustar a Odiseo"; y enarbolándose con su capa gris de viajero, salió a través de la puerta con rumbo a la Tierra.

Y ni bien llegó a Itaca y al vestíbulo que Atena conocía, y abrió la puerta, vio al famoso Odiseo, con sus blancos mechones colgando cerca del fuego, tratando de calentar sus manos.

Y el viento que penetró por la puerta abierta resopló sobre Odiseo.

Y la Muerte se puso frente a él y de repente gritó.

Y Odiseo volvió a calentarse sus pálidas manos.

Entonces, la Muerte se acercó más y comenzó a vociferar. Y luego de un rato, Odiseo se volvió y dijo: "Bueno, viejo lacayo, ¿han sido buenos contigo tus amos desde que te hice trabajar en Ilión?"

Y la Muerte, por un momento se quedó enmudecida, y recordó la risa del Amor.

Entonces, "ven," dijo Odiseo, "dame tu hombro," luego de lo que se reclinó pesadamente en tal huesuda coyuntura, y ambos pasaron juntos a través de la puerta abierta.



Fin

miércoles, febrero 14, 2007

A pasos pequeños




























Cuando caminas sobre el hielo tienes que hacerlo a pasos cortos. Si levantas demasiado los pies o intentas dar una zancada muy larga pierdes el equilibrio y te vas abajo.

Lo mismo ocurre si te intentas comer un cubito de hielo. Tienes que darle pequeños mordiscos, hacerlo trozos pequeños y no dejar nunca que se te quede quieto en el mismo lado de la boca, o será demasiado para tí.

Asi que intento vivir a trocitos. Solo uno cada dia. Un esfuerzo cada vez.
No tengo ganas de hacer heroicidades. De demostrarme lo fuerte que soy o lo listo, sobre todo porque voy tan cansado que no me veo capaz. Si miro el recorrido entero me puedo desmoralizar, así que por ahora solo voy a mantenerme en pie cinco minutos. Dentro de cinco minutos me lo volveré a pensar, me propondré si puedo aguantar apenas cinco minutos. Solo eso.

Esto no es un pensamiento original. En alcoholicos anónimos saben mucho de hacer cosas dificiles, y solo se proponen cosas para el presente.

Trate de no beber hoy. (Si no bebe hoy, hoy no se emborrachará.)


Y el Tao Te King tambien dice algo al respecto.

Un árbol que no se puede rodear con los brazos empezó siendo fino como un cabello
una torre alta empezó siendo un pequeño montículo
un viaje de mil kilómetros se empezó dando un paso.

Y ahora para comenzar voy a tumbarme un rato. Buenos dias.

Mendel, de la calle Market, relato de Francisco Rodríguez Criado



































Mendel, el pintor que vivía en la calle Market, había convencido a un amigo labriego, viejo y achacoso como él, para que le cortara la oreja izquierda. Mendel era sordo de ese oído desde los ocho años, secuela de unas fiebres mal curadas; así que pensó que no tenía nada que perder. Después de la "hazaña" su fama de autor maldito recorrería todo el país y sus cuadros, por fin, serían apreciados en su justa medida. ¿Qué tenía Van Gogh que no tuviera él? "Guardaré la oreja en la nevera e invitaré a grandes personalidades de la cultura a que vengan a admirarla", le dijo a Moshe, que era el nombre del labriego. Éste se encogió de hombros, alzó la hoz y cortó la oreja de un tajo limpio.

Aunque la amputación resultó un éxito, el tiempo se encargó de arruinar las previsiones del pintor. Los galeristas seguían rechazando sus obras; su mujer, harta de sus extravagancias, lo abandonó; y sus hijos Yoshua y Lea, avergonzados, optaron por negarle el saludo. Era increpado por unos y otros; los niños le perseguían por la calle y entre burlas coreaban: "Mendel el loco, Mendel el loco"; el rabino alzó las manos e invocó al Todopoderoso pidiendo perdón por su "alma extraviada"; los acreedores le reclamaban a voces el pago de sus deudas. Por si fuera poco, un funcionario del juzgado le había amenazado con el desahucio. La palabra "idiota" estaba en boca de todos.

Ante estos reproches, Mendel, con aire de no entender nada, se mesaba su larga y canosa barba y sonreía más feliz que nunca: Moshe, pobre ignorante, le había sajado la oreja equivocada.


Fin

Francisco Rodríguez Criado

lunes, febrero 12, 2007

Estres



















Aqui estamos una semana más.

El fin de semana ha sido una parada, un lapso en el que se ha resuelto alguna cosa, y dolorosamente se muestra que hay muchas por resolver. Un autentico camino de ellas.

Así que ahora se siente como si tuviera que sacar a pasear a la luna, poniendole una correa, bajandola del cielo, y luego llevandola de incognito por el barrio. Solo de pensarlo, me estoy riendo un poco. Pero la cosa está complicada. Solo se me ocurre que debo pensar exclusivamente en lo siguiente. Un solo paso cada vez. Solo uno. Porque si le doy cabida a más, me da vertigo.

Curiosamente una de las cosas que tengo en cola de espera es un trabajo sobre el estres. Me he puesto a hojear el texto y me he mareado algo más. Los modos de manifestarse el estres son muchos, y resulta facil verse retratado.


Como remedio infalible aunque temporal, la risa.

Os dejo unos cuantos enlaces por si necesitais una pildora o dos...

El Club de La Comedia - Luis Piedrahita - Los frutos secos

camera café

Noticias insólitas - Yahoo!

viernes, febrero 09, 2007

Una semana en negro



La última semana ha sido una semana para olvidar. No estoy seguro de haber salido aún de ella.

Hoy encuentro mis pasos más ligeros, brilla el sol en la terraza de mi oficina, y parece que voy a disponer de algo de tiempo. No me encuentro especialmente mal, y aunque tampoco especialmente bien, le he pedido al jefe de la empresa de enfrente que ponga música. Como es su propio jefe a nivel regional, nadie va a hacer que la quite.

Suena la Mañana de Grieg en el ordenador de enfrente, y aunque anoche dije que habia aprendido cosas de esta semana, que era una señal de las cosas que fallaban, ahora necesito olvidarlo todo por un dia, reirme un poco y ya de nuevo de pie mirar lo que ocurrió. Hoy necesito olvidar para continuar. Para volver a andar.


La mañana de Peer Gynt Suite No. 1, Op. 46

viernes, febrero 02, 2007

El contrabandista, relato indio






















Todos sabían que era indiscutiblemente un contrabandista. Era incluso célebre por ello. Pero nadie había logrado jamás descubrirlo y mucho menos demostrarlo. Con frecuencia, cruzaba de la India a Pakistán a lomos de su burro, y los guardias, aun sospechando que contrabandeaba, no lograban obtener ninguna prueba de ello.

Transcurrieron los años y el contrabandista, ya entrado en edad, se retiró a vivir apaciblemente a un pueblo de la India. Un día, uno de los guardias que acertó a pasar por allí se lo encontró y le dijo:

--Yo he dejado de ser guardia y tú de ser contrabandista. Quiero pedirte un favor. Dime ahora, amigo, qué contrabandeabas.

Y el hombre repuso:
--Burros.

jueves, febrero 01, 2007

Un Creyente, de George L. Frost



























Al caer la tarde, dos desconocidos se encuentran en los oscuros corredores de una galería de arte. Con un ligero escalofrío, uno de ellos dijo:

-Este lugar es siniestro. ¿Usted cree en fantasmas?

-Yo no -respondió el otro-. ¿Y usted?

-Yo sí -dijo el primero, y desapareció.


Fin

Resfriado

















Estoy resfriado.
Llevo un par de dias medio tocado. Puede ser una bajada de defensas por tanto esfuerzo, que me he destapado un par de noches, o simplemente que estos dias frios ha caido mucha gente. O las tres cosas.

Al final lo he aceptado y estoy tomando paracetamol, y mucho líquido. Líquido para reponer lo que pierdo por los senos nasales.

¿Sabeis para que sirven los mocos? Aparte de para hacer celebre a la señora Kleenex, y cortar eucaliptos, sirven según mi profesora de anatomia para refrigerar el cráneo. Yo estoy fabulosamente refrigerado estos dias. De coña.

Para rematar las cosas esta tarde he tenido practicas de la uni en el balneario de Archena. Nos hemos bañado un par de horas en las piscinas climatizadas, calientes y menos calientes. Nos han enseñado algunas técnicas de masaje con arcilla, aplicado lodos calientes - hummmm...- y baños de burbujas, duchas alternas, y demás.
Muy estupendo todo, pero aunque respiro mejor tras pasar por la sauna, estoy hecho polvo. Me pongo a pensar en el mundo exterior y lo veo frio, helado, aún en esta ciudad calurosa. Estoy trabajando esta noche, así que me he puesto la calefacción, tomado unos cuantos tes calientes, y dado ochenta vueltas antes de ponerme con el manual de la autoescuela.

Buscando la foto me he acordado de mi lugar menos favorito ahora mismo. La base Vostok, en la Antartida, donde se registró la temperatura más baja de la historia. -89,2º. No me busqueis por allí.

Si acaso, al lado del calorcito.