jueves, abril 03, 2014

Entre momentos




 Estoy entre momentos. En una posición intermedia, entre dentro y fuera. Unos instantes perdido y otros encontrado.

Junto las piezas del rompecabezas de mi vida y aunque algunas me gusten me pregunto que rostro resultará al juntarlas, quien me mirará desde el puzzle.

Soy padre desde hace unos meses, y si mi cotidiania había experimentado cambios en el año anterior, estos meses están siendo una revolución, un caos y una fiesta. La lista de mis amores se ha ampliado, y la de mis aficiones se ha acortado. Y si estamos definidos por lo que hacemos, soy un cambiador de pañales, un dormidor de bebes y un payaso. 

Y así se llenan el día y sus horas. Cuidar a los que quieres, mimar el trabajo en estos tiempos feroces, soñar inutilmente con ratos en el monte o algún café con los amigos. Disfrutar de esos instantes que no se van a repetir, del contacto de una mano diminuta o una sonrisa tan luminosa que no sabemos si realmente la merecemos...

Y ahora que casi todo lo que pensaba que era importante ha sido barrido por el viento, me pregunto que es lo realmente importante, que es lo que soy, como realmente nos podemos definir o si es eso posible.

Al acostarme, en un dormitorio ahora cargado de novedades y herramientas de crianza, a veces me duermo al instante de puro agotamiento, y otras, perdido el oremus y la disciplina de antaño, doy vueltas. Entonces busco el latido del corazón en un dedo de la mano, en una pierna, y mientras lo encuentro y confirmo que sigo vivo, me duermo. 

domingo, febrero 23, 2014

Pobre patria

Una noche más , una noche menos, escucho a Franco Battiato mientras las horas se desgranan poco a poco. Pongo a Battiato en grooveshark casi por casualidad, por error. En casa no lo eschucho nunca, y tampoco en la bicicleta o en mis ratos libres. Y no escuchándolo, sigue formando parte de mi historia, y lo tengo más reciente que el disco de Regina Spektor que escuché hace un rato.

El tiempo es para el ego amenaza e ilusión, y al escuchar la canción "Pobre Patria" me parece más actual que nunca, más fresca que en 1991, dolorosamente vigente:





Mi pobre patria,
aplastada por abusos del poder
de gente infame que no conoce el pudor,
se creen los dueños todopoderosos
y piensan que les pertenece todo

Los gobernantes,
cuántos perfectos e inútiles bufones
en esta tierra que el dolor ha devastado
¿Acaso no sentís nada de pena
ante esos cuerpos tendidos sin vida?

No cambiará, no cambiará
no cambiará, quizá cambiará

Y cómo excusarlos,
las hienas de la prensa y las de los estadios
chapoteando en el fango como cerdos
Yo me avergüenzo un poco y me hace daño
ver a los hombres como animales

No cambiará, no cambiará
Si cambiará, verás que cambiará

Esperamos,
que el mundo vuelva a cotas más normales,
que pueda contemplar con calma el cielo
que nunca más se hable de dictaduras,
quizá tendremos que ir tirando
mientras la primavera tarda en llegar...