sábado, enero 31, 2009

Lejos y perdido



















Llevo un tiempo lejos, muy lejos del blog.

Esta separación comenzó cuando aún estaba aquí. Una serie de post se sucedieron expresando lo que sentia, satisfactoriamente aunque cada vez con la forma primando más sobre el sentimiento. La sensación de estar hablando para la galeria, de lucirme. De escribir para los demás, en lugar de un diario.

Luego encontré un post sobre la masacre de Gaza que copié aquí, obviamente no encajaba en la mayoria de lectores de este espacio pero si formaba parte de mi visión del mundo. Y tras un guiño con la ayuda de Cuttlas me he permitido descansar de este rincón.

Han pasado cosas mientras, he tenido examenes, ha aparecido gente en mi vida y casi han salido otras. Me he comprado el libro que acabará con todos los libros y he viajado a Italia. Y he pasado por una breve pero increiblemente desorientadora crisis personal.

Para ninguna de esas cosas ha sido necesario el blog. Quizás la vida era demasiado intensa, sin huecos para darle la vuelta y escrutarla desde estas páginas. Quizás esto es solo un ejercicio mental, o un simulacro que no deseo ver como tal.

Sea como sea, parece que estoy volviendo. Empiezo de nuevo a recuperar la alegria, la empatia t al niño que llevo dentro. Y comienza a haber huecos entre los minutos de mi vida, a la que vuelvo a revisar desde este rincón.

He vuelto, por ahora.



Vivo como un camello en un canalón,
en esta ilustre y honorable sociedad.
Y espero todavía una optima ocasión
para comprar un par de alas
y abandonar el planeta.

Que tienen que mirar y soportar
aún los ojos?
Los bárbaros demonios de la guerra que fingen sus plegarias.
Ya sé desde hace tiempo
que, tras cualquier violencia, el mal existe.
Si yo fuera más listo,
no caería en su trampa.

Esta noche el cielo pesa como plomo.
Cuantas penas e inútiles dolores!

lunes, enero 12, 2009

Masacre en Gaza: 21 muertos entre el personal médico, del blog Viaje a la Guerra

Esta entrada está tomada literalmente del blog Viaje a la guerra, de Hernan Zin, que es el autor del mismo y a quien pertenecen todos los derechos. Gracias 
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Gracias al testimonio de Alberto Arce, el martes informábamos acerca de las trabas impuestas por el Ejército de Israel para que las ambulancias lleguen a los heridos. Y, como en anteriores ofensivas militares en Gaza y en Líbano, de los reiterados ataques contra el personal sanitario.

Estimábamos en seis el número de miembros de equipos médicos que habían muerto. Ayer, en una rueda de prensa, responsables de organizaciones de ayuda humanitaria elevaron esta cifra al denunciar que 21 paramédicos han sido asesinados desde el comienzo del ataque el pasado 27 de diciembre.

Pero no sólo los paramédicos, incluido un integrante de Oxfam, han sufrido bajas. También varios trabajadores de la ONU.

“He perdido la confianza en Israel”, declaró John Ging, director de UNRWA (la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos), en relación al ataque perpetrado ayer por el Tsahal contra un convoy de ayuda que terminó con la muerte de un conductor.

“Nos habían asegurado que a lo largo de los días que estos incidentes no se iban a repetir, y yo lo había aceptado de buena fe debido a nuestro imperativo humanitario”.


No resulta habitual una declaración tan tajante por parte de una agencia de la ONU. Y, menos aún, que esta agencia decida suspender el auxilio que presta a más de un millón de palestinos en Gaza. Hecho que habla de la virulencia y repetición de los ataques que han sufrido sus trabajadores humanitarios a lo largo de los últimos 13 días a manos del Ejército israelí.

Frenar a las ambulancias

Pero más sorprendente resulta aún la acusación lanzada por el Comité Internacional de la Cruz Roja, cuyo compromiso con las víctimas de la guerra y su neutralidad han sido siempre ejemplares.

Esta organización declaró que “los militares israelíes han fallado en su obligación bajo el Derecho Humanitario de cuidar y evacuar a los heridos”.

El incidente al que se refiere la organización con base en Ginebra está relacionado con varios supervivientes de un ataque al barrio de Zeitún. Los bombardeos provocaron una docena de muertos, pero también numerosos heridos, entre lo que se contaban cuatro niños.
Los soldados israelíes, que estaban situados a apenas 80 metros de las víctimas, tardaron cuatro días en dejar que se acercaran los paramédicos. Sabían de la existencia de los heridos, los podían ver, pero una y otra vez les negaron el acceso.

Ya hemos alabado en anteriores entradas el valor de los médicos en zonas de conflicto. En esta ocasión, tuvieron que caminar durante dos kilómetros y llevar sobre sus hombros a las víctimas debido a que no se les permitió entrar con las ambulancias. Los muertos permanecen aún en el lugar.

86 horas de espera

La organización israelí Betselem, se ha sumado a estas acusaciones, y ha ampliado el número de casos de heridos atrapados en sus casas o bajo escombros, exigiendo al IDF que permita el acceso de las ambulancias.

También nos hicimos eco de la denuncia realizada por Amira Hass el lunes en el periódico Haaretz: cinco miembros de la familia A'aiedy, entre los que se contaban dos ancianas octogenarias y tres de sus bisnietos, permanecían heridos en sus casas.

La autora de Drinking the sea at Gaza, a quien tuvimos el honor de entrevistar en este blog, se puso en contacto con la organización Médicos por los Derechos Humanos, que llamó al Ejército israelí para coordinar la evacuación.

En un artículo publicado el miércoles, Amira sostenía que aún no habían recibido ayuda alguna, que se estaban colocando agua y sal en las heridas. Habían pasado 86 horas desde el ataque.

Hace unos minutos, el Consejo de Seguridad acaba de acordar una resolución, con la abstención de EEUU, que exige el fin de los enfrentamientos en Gaza. Sin embargo, Al Jazeera informa en directo que la ofensiva continúa.

De tener éxito la tardía iniciativa de la ONU, esperemos que el Ejército israelí ponga en marcha las investigaciones correspondientes para aclarar responsabilidades en estas violaciones del Derecho Humanitario, y castigar a los culpables. Incluido el bombardeo de una escuela de la ONU que acabó con la vida de 41 civiles.

domingo, enero 11, 2009

Confiar y fluir, Tao Te King 37
























Ten confianza.

Lo que no es posible raramente ocurrira. Lo que está en tu mano, se cumplirá si le das pie. Pues el mundo juega con los moldes de todo lo posible, y entre estas pruebas se crea el mundo a cada minuto.

El sol amanece cada dia, lo vigile alguien o no. Las estaciones se suceden sin supervisión. Nadie enseña a nadar a un pez, ni a reír a un niño. Muchas manos estropean el cocido, y retirar la concha de una herida solo impedirá que cicatrice a tiempo.

Es humano querer confirmaciones, seguridades y razones. Pero detenerse a contar los pasos vuelve torpe al bailarín, clasificar los besos les resta pasión, y vale más un pájaro volando que ciento en la mano.

Haz sin pensar que haces, sin esfuerzo por hacer. Se como el alfarero que acaricia el barro, el águila que cruza los vientos o el agua que canta entre las rocas. Sin temor, sin calculo o ansiedad, la tarea se vuelve liviana y perfecta. La jornada se torna fácil, y antes que te des cuenta, terminó.

Este año se están cumpliendo uno a uno los deseos que me atreví a formular. Podría ser por desear todo lo que el mundo estaba esperando regalarme. O porque ya preparé dentro y fuera las semillas de lo que está viniendo.

No importa, no importa como está llegando el nuevo día. Solo confía y vive.




El Tao nunca lleva a cabo ninguna acción, pero no deja nada por hacer.

Si un gobernante puede atenerse a él, todas las cosas se desarrollan por sí mismas.

Cuando se han desarrollado y tienden a agitarse, es tiempo de mantenerlas en su lugar con la ayuda de la innombrable Simplicidad Primordial; sólo ella puede moderar los deseos humanos.

Cuando los deseos humanos son moderados, se produce la paz, y el mundo se armoniza por su propio acuerdo.

viernes, enero 09, 2009

Para dejar el frio invierno atrás



















Ha terminado la Navidad. Los regalos, las cenas, y todos los trucos con los que intentamos, en los días más oscuros del año, extender el circulo de luz y amor. Acercarnos más a quienes nos son más queridos y dejar el invierno afuera.

Ha terminado la Navidad, pero el invierno sigue ahí. Debemos conservar en la memoria de la calidez de esos encuentros, y hallar en la propia jornada las razones para continuar. El camino hasta la siguiente Nochebuena es largo, y el verano parece un sueño imposible entre las bufandas y los cielos grises.

El invierno apenas comenzó en el calendario y los días son fríos y oscuros, pero este mismo extremo encierra la promesa de la primavera. Nada dura, nada persiste, e igual que las nieves y granizos guardan los ríos del deshielo, bajo de las ropas gruesas los cuerpos esperan el verano que llegará.

El invierno es un estado, una estación que ha de pasar. Podemos llevar en nuestro corazón duelos, tristezas y frios. Negarnos la calidez de un abrazo, o la caricia de otro cuerpo en nuestra piel. El verano lleva en su corazón la semilla del invierno, pero el invierno a su vez es la promesa del verano que llegará para equilibrar las cuentas del mundo.

Disfruta de aquellos a los que tengas cerca, no sabemos cuanto tiempo nos durarán esas caricias, o si ese amor se perderá en el olvido inevitable. Si estás solo, ese barbecho es necesario para preparar la siguiente primavera y los amores que aguardan.

Nada dura eternamente, y solo desaparece para volver cambiado. Mientras, que disfrutes del invierno, de la hermosa serenidad de su frío y de la calidez de sus hogueras. Son la promesa de la primavera que ha de llegar.

miércoles, enero 07, 2009

Todo el tiempo del mundo






















El sabado estuve siete horas en el aeropuerto, esperando un vuelo que nunca despegó. Contra todo pronóstico esas siete horas fueron refrescantes, de descanso y ajuste. Conversé con gente que seguramente no volveré a encontrar, practiqué el ingles y por unos instantes encabecé una rebelión civil contra los desmanes de Ryanair.

Me lo pasé pipa, e incluso saqué un rato los apuntes de Afecciones Medico Quirurgicas y repasé algo. También dormí en las sillas del aeropuerto, y eché de menos un buen aislante para poder acampar en condiciones.

¿Porqué este buen humor? En parte porque me gustan los aeropuertos, y cualquier manifestación del viaje me anima. También porque estaba rompiendo la rutina de estar en casa intentando estudiar sin gana alguna. Ese tiempo me sentí libre, estaba asumido ya como gastado desde el principio. Si no tienes nada, no tienes nada que perder, y mi viaje a la capital tampoco se ajustaba a horarios.

Por otro lado, y es la menor de las razones, habia leido en el libro de Thich Nhat Hanh "Cómo lograr el milagro de vivir despierto" la historia de un hombre casado y con hijos que decia que disponia para si mismo de tiempo infinito, porque consideraba que cada una de las horas del dia, estuviera ayudando a su hijo con los deberes o preparando la cena con su pareja, eran suyas. 

Lo mismo ocurrió en el aeropuerto. Yo estaba allí por mi decisión, que apoyaba totalmente, y aceptaba que no podia controlarla. Ryanair no me estaba haciendo nada personal a mi específicamente, y en cada una de las horas que pasé en el aeropuerto siguieron teniendo sesenta minutos con sus segundos correspondientes. Pasarlos deseando que terminaran o aceptándolos es una diferencia pequeña pero de consecuencias inmensas. 

Leímos nuestros libros, charlamos, dejamos que el tiempo pasara sin apretarlo. Después pusimos nuestras reclamaciones ante el incumplimiento de contrato de Ryanair, unos elegieron quedarse confiando en el vuelo de medianoche y el resto tomamos otros transportes para no perder más vuelos o simplemente volver a casa. Esto último hice yo, agotado el primer día de unas vacaciones de dos. Volví a casa. Mi vida continuaba, igual que si hubiera llegado a Madrid. Y fue un buen fin de semana. 

viernes, enero 02, 2009

La última lección de Randy Pausch, como alcanzar tus sueños de la infancia



Randy Pausch fue padre de tres hijos, científico, y profesor en la universidad Carnegie Mellon.

Se le diagnostico un cancer de pancreas incurable, y respondió a la situación con el mismo positivismo que hizo gala durante toda su vida. Tras confirmarse lo irreversibe del proceso dió una última lección, donde transmitió lo que habia aprendido como persona sobre la más importante materia de la existencia; vivir.

Con sentido del humor y un sentido práctico ligado al dia a dia, utiliza ejemplos de su vida para explicar como pueden alcanzarse los sueños, incluso los sueños de la infancia, y además vivir intensamente mientras tanto.

El texto de la conferencia ha sido publicada con el título de "la última lección" y publicado en múltiples idiomas, entre ellos el español. Si tu ingles es bueno puedes encontrar la conferencia integra aquí.

Randy Pausch falleció el 25 de Julio del 2008. Eligió luchar por su vida, vivir cada uno de los minutos de los que dispuso. Y en el tiempo que tuvo aprendió que no es solo importante conseguir tus sueños, sino también lo que ocurre mientras los buscas.