miércoles, diciembre 10, 2008

La luz de la mañana, de Facto Delafe y las Flores Azuels

No tengo ganas de estudiar. Llevo unos dias de mucho cambio, de mucho desgaste y emoción, y dentro de mi una voz pide descanso, hacerme una bola, ver a los amigos y dormir más horas...

No me dejo del todo, tampoco estudio. Se que no es el momento, pero no gobierno los mares ni los examenes, apenas mi propia conciencia. Tengo fé. Se que todo pasa, todo pasará, que tras cada examen hay otro, tras la noche, la mañana. Que aunque ha sido de noche ya está de camino, hacia nosotros se encamina,


la luz de la mañana



Para los tristemente casi felices,
para los que sueñan entre los que esperan,
para las madres que luchan por sus críos,
por el futuro, por lo nunca visto,
por lo que seremos, lo que nos espera
entre la hierba, entre el verde estalla
sin previa llamada, casi por sorpresa,
siempre cenicienta, la luz de la mañana,
llega, llega, llega, llega, llega, llega, llega, llega ...

A través de las persianas, por las cerraduras,
bajo las puertas, entre las ranuras,
sobre las montañas hasta el fondo del mar,
tus ojos lucen, reflejada solar.
Entre las rejas, las nubes, las fuentes, los cristales,
la ropa que se seca, las hojas de los árboles,
las banderas que no paran de luchar,
las caras de los niños cantan.

A través de las botellas los pasos de la noche anterior,
las verjas, las fronteras, la red del pescador,
cruzando la galaxia a gran velocidad,
precisa y clara la llaman solar.
Hasta los armarios, entre las camisas,
hasta las esquinas y las cantonadas,
a través del polvo y de las llamadas,
con la misma entrega, vuela, avanza sobre la nieve.
Desiertos, ciudades y bosques,
entre las estrellas como una llama,
desde el este llega hasta esta cama,
con la misma fuerza, la luz de la mañana.

Desde el este llega hasta esta cama,
desde el este llega hasta esta cama,
desde el este ...


---

Voy a verlos el 19, cerca de mi ciudad. Tengo milagrosamente un hueco en mi horario laboral, un plano para coger a tiempo el último bus de regreso y ganas de verlos. Hice varios intentos de encontrar gente para el concierto, pero al final siempre estamos solos con la magia de la música o de la pantalla brillante entre la oscuridad del cine.

No puedes dejar de hacer algo porque solo sea para ti. Si lo dejaras, ¿quien quedaría?

8 comentarios:

Coquelicot dijo...

Yo tampoco tengo ganas de estudiar inglés...así que te entiendo.
En cuanto a los músicos...usted me perdonará pero es la primera vez que los escucho...

Coquelicot dijo...

Pero también te digo una cosa, la canción tiene una letra preciosa. Es de las que me animarán cuando no pueda salir de la cama.

Ashbless dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ashbless dijo...

Me alegra que te halla gustado la letra.

A mi me los presentó Quique, amigo, maestro en muchas cosas y en concreto, estos últimos meses, también mi maestro de kung fu. Fue alucinante, durante un viaje en automovil en medio de la noche quedé absolutamente deslumbrado por sus letras, su música y su espíritu.

No se si salen en los 40 porque no los escucho. Tampoco me preocupa demasiado. Prueba a escuchar alguna cosa de ellos en esta dirección, a lo mejor te gustan el resto de letras.

http://www.myspace.com/factodelafeylasfloresazules

Besos

Anónimo dijo...

Claro que puedes y debes hacer cosas sólo para ti.
Recuerdo las primeras que fui al cine solo. Al principio me sentía mal. Me parecía que me miraban, como diciendo: "míralo, pobre, no tienes amigos con quien ir al cine". Pero poco después, aprendí a disfrutar de las sesiones de 11, solo y del camino a casa, sólo, de nuevo, por las calles desiertas de la ciudad. Y te diré que es de las cosas que más echo de menos desde que vivo en el campo: las sesiones de 11 en el cine y solo.

Ashbless dijo...

Es cierto, Lughnasad. Yo también he ido mucho al cine solo. Y llevo dos años subiendo solo a la montaña. Solo fui a India, cruzé en tren centoeuropa y fui al camino de Santiago. Solo he cruzado muchos puentes dificiles, muchos valles y alguna cima.

Una vez estás en camino, dificilmente estás solo, si no permaneces cerrado. Y si deseas conservar la soledad, es siempre posible.

Pero esta vez se me ha vuelto a presentar el problema, desde cero. Ha sido necesario recuperar la perspectiva. Quizás no hay aprendizajes definitivos, ni soluciones eternas, ni las navidades son los tiempos más fáciles del año.

Un abrazo

Calle Quimera dijo...

Todo en la vida son rachas, Ashbless, y a veces es el mismo cuerpo quien las pide, y las pide por algo. Tras la noche habrá un mañana, es indudable, pero siempre hay que estar un poco pendiente de que la noche solo dure lo que tiene que durar y de que, efectivamente, las primeras luces del día asoman por la ventana.

¿Dejar de hacer algo que apetece por tener que hacerlo solo? jamás...

Besos.

Ashbless dijo...

Gracias amigos. Así es y será, aunque nos esforzaramos en lo contrario.

Un abrazo