lunes, octubre 20, 2008

Inter-existencia




















En esta hoja de papel que sostienes entre tus manos flota una nube.

Sin nubes no hay lluvia, y sin lluvia los árboles no pueden crecer; sin árboles, no podemos elaborar papel.

La nube es esencial para que exista el papel. Si la nube no está allí, la hoja de papel tampoco puede estarlo, de modo que la nube y el papel inter-existen.

Si miramos más profundo en esta hoja de papel, podemos ver cómo en ella brilla el Sol. Si no hay luz solar, el bosque no crece. De hecho, nada puede crecer sin ella. Ni siquiera nosotros podemos crecer sin sol. Por tanto, sabemos que en esta hoja de papel también brilla el Sol; el papel y el Sol inter-existen.

Y si seguimos mirando, veremos al leñador que cortó el árbol y lo llevó al molino para convertirlo en papel. Y veremos el trigo.

Sabemos que el leñador no puede sobrevivir sin su pan cotidiano, y por tanto el trigo del que hizo su pan también está contenido en esta hoja de papel. Y también están presentes los padres del leñador.

Si profundizamos todavía más, veremos que nosotros también estamos en ella, porque cuando observamos una hoja de papel ésta forma parte de nuestra percepción. Por tanto, en esta hoja de papel está todo.

No puedes encontrar una sola cosa que no esté en ella: el tiempo, el espacio, la tierra, la lluvia, los minerales del suelo, la luz del sol, la nube, el río, el calor. Todo coexiste con esta hoja de papel. «Ser» es «inter-existir».

Tú no puedes existir por tu cuenta, aislado. Debes inter-existir con todo lo demás. Esta hoja de papel existe porque existe todo lo demás. Aun siendo tan fina como es, esta hoja de papel contiene en su interior todo lo que hay en el universo.


Texto de Thich Nhat Hanh, fotografia de SoZeSoZe

2 comentarios:

Artea dijo...

Leí esta reflexión en uno de los últimos números de la revista Namaste.

Me llamó mucho la atención... pues aún cuando ya había devorado alguna de las obras de Thich Nhat Hanh me sorprendió verlo en el contexto de la revista. Fue como un flash. Un disparo de luz en la mente.

Justo en aquel momento, que tenía entre las manos un papel (la propia revista), todo encajó.

El contenido del mensaje quedó, de repente, incorporado a mi registro interior...

Tuve la impresión de que simplemente entró sin atravesar filtro alguno.

Encontró la puerta abierta y ocupó su lugar.

Fue muy curioso, a la vez que excitante. Me pareció un sueño. Pero al re-leerlo de nuevo, percibo de inmediato el eco de aquel preciso momento.

Gracias.

Ashbless dijo...

Fue tras leer en tu blog que tuve conocimiento de la revista Namasté. La estuve ojeando - o su equivalente de hipertexto- y y este articulo me resultó abrumadoramente claro, cierto.

Mi visión de la realidad ha ido cambiando conforme mi paradigma se transformaba. El baile de átomos de Democrito y Newton ha pasado a ser compatible con el ser de Parmenides, el fuego de Heraclito y el agua de Lao Tse. Pero todos existen -inter-existen - como retazos de una misma verdad inexpresable.

Gracias