Los últimos dias he tenido una auténtica avalancha de trabajo, y combinado con Ubuntu, el reencuentro con el gimnasio y un par de cosillas más(como dormir y comer) no he pasado por aquí. Se me han ocurrido varias entradas que no serán nunca, otras que quizas se cumplan andado el tiempo.
De mis circunstancias actuales no me resulta la menos gravosa una recaida en mi tendinitis (rodilla derecha, lateral izquierdo) por el que me estoy moderando en el ejercicio, no cojo la bici ni hago muchas burradas. Tambien estoy tomando antiinflamatorios, en un ejercicio de automedicación inspirado en el tratamiento que me aplicaron hace cuatro meses.
Hasta ahí bien. Tomo dos Neo Brufen 600 diarios, que no sé si me están mejorando, pero puedo asegurar que me están dopando.
Me habia contado una amiga sobre las posibles consecuencias de este medicamento, pero no es lo mismo oir que sentir.
Estaba yo en mi gimnasio tirando de una máquina diabólica de esas cuando me dí cuenta que el peso que estaba empleando actualmente para recupear forma tras el parón de agosto, 35 kg, no me representaba esfuerzo ninguno. Puse 40, y tampoco, si acaso una sensación de peso, pero muy soportable. Y a mí 40 kg me suponen en esta maquina y en buena forma un oponente digno. Comencé a plantearme que podria ir subiendo peso, y subiendolo, como en "el elegido", hasta que los lastres se agotaran, o la barra se doblase, o subitamente mis brazos se despegaran del tronco y subiesen con la barra hasta el techo...
Así que lo dejé en 40 kg, acabé mis series y me marché a casa preguntándome si el entrenamiento de hoy seria más efectivo que los anteriores, si los deportistas profesionales toma Neo Brufen 600 y otras cosas más.
Y yo que me habia creido de niño que el crimen no paga, que los reyes magos no eran los padres y que el deporte era cosa de gente sana...
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