jueves, junio 22, 2006

Juicio






















Antes de ayer me empezó a molestar la muela del juicio.

Hacia un par de años que se agitó un poco, apenas un dia o dos. Este año el saludo de la dichosa muela llegaba más fuerte y parecia más duradero, de modo que este tercer dia, hoy, he visitado al dentista que no sabia que tenia.

El modo de conocerlo ha sido por mi seguro médico, que no me ha ahorrado practicamente nada, pero me ha desterrado una creencia, me ha traido un buen consejo y me ha dejado una esperanza.

La creencia es que era inmune a las caries. Despues de pasar todos estos años sin una caries, empezaba a pensar que tenia los dientes de acero, como superman. Unos dientes inmunes a las pobres bacterias terrestres. O como decia a veces, el secreto estaba en mi saliva, que no daba lugar a microorganismos segregadoras de ácidos.

Cuatro caries. Cuatro. Chiquititas o eso, en lugares olvidados del fondo de mi boca. Pero cuatro.

Él médico me ha caido estupendamente. Primero por decirme que su filosofia era no operar si no era necesario. Si la muela daba guerra, se quitaba, pero lo mismo pasaban años sin que fastidiara más de unos dias. Y la cirugia es algo intrusivo.
Mis orejas aplaudian al escuchar esto. Ni el babero, ni el tubo aspira babas, ni la absurda posición del respaldo, ni la ligera bizquera de este prohombre emborronaban su gran frase -Yo no soy partidario de operar...
Luego me empastó dos muelas sin que sintiera una sola molestia, y acabó diciendome que tenia una boca casi estupenda. Solo la muela del juicio inferior izquierda, y esas caries. Pero estaba muy bien... Una boca casi estupenda.

Ni la factura, ni el rato de terror observando los diversos taladros y herramientas dentales sentado solo en la sala 1. Ni siquiera la sensación de ser atravesado por radiaciones duras mientras me hacian la placa. Tampoco ver la radiografia de mis dientes, que me recordaban en la placa los de la mula Francis pese a ser de aspecto corriente.

La esperanza es que mi muela del juicio inferior izquierda - o sea M.J.I.I- se porte bien de momento, para que no me tengan que operar. A mí, al hombre de hoy.

¿Y la enseñanza?

¿Que aunque intenté disimularlo hasta para mí, he pasado un rato de miedo mientras ignoraba que me iba a pasar y como seria, y tras saber que ocurria, el miedo se ha pasado?
¿Que mi seguro médico privado es de cartulina?
¿Que cobardemente, el hombre de hoy le deja a un extraño, el hombre de mañana, la responsabilidad de apañarselas con una muela gamberra?
¿Que una cosa al azar te puede romper el presupuesto cuando menos te lo esperas?

No. Ayer en una conferencia un señor bastante sabio dijo que si el indicador de aceite del coche está en rojo, lo más estúpido que puedes hacer es arrancar los cables del indicador para no verlo. Me pareció una de las mejores cosas de una conferencia bastante interesante. Pero hoy cuando la mitad cobarde de mi corazón me reprochaba haber ido al dentista, he entendido mejor lo que significaba la frase de ayer.

No puedes cerrar los ojos a los problemas. Como una pequeña caries de hoy, se harán cada dia mayores. Y acabarán por estropearte el diente...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Uffff, yo le tengo terror al dentista.... Y eso que el mio es bastante guapo.
Tengo que superarlo

Anónimo dijo...

No eres el único al que da pavor cualquier tipo de médico. Dentro de lo malo, piensa que tu salud dental no está nada mal. Espero que esa muela no te siga dando la lata.