miércoles, julio 26, 2006
Balancing Point (Punto de equilibrio )
El verdadero título de este post, tendria que haber sido "Viaje a la semilla" o "Restauración".
El primero es una referencia al fabuloso y tan plagiado relato de Alejo Carpentier. Si tienes cinco minutos leelo. Serás cinco minutos mayor pero quizás más sabio tras hacerlo. Además el tiempo no se pierde nunca, si acaso se invierte peor o mejor.
El segundo nace de la sensación que me sugiere el vídeo.
Restauración. Sanación. Perdón.
Todo puede ser enderezado, curado, devuelto. Ya lo he dicho por aquí más de una vez.
Podemos volver a andar todos los caminos, recuperar lo perdido. Es cierto que los rios y los hombres cambian, pero aunque no podamos beber dos veces del mismo rio, podemos volver a apagar nuestra sed o bañarnos en la misma orilla.
El video lo encontré en agosto, el mismo dia y en el mismo sitio que el video de un post anterior, en una época de sorpresa constante. No soy la misma persona que lo vió hace casi un año, ni me sugiere exactamente las mismas sensaciones, pero la contemplación de estas imágenes sacia tambien hoy mi sed.
Rolfe Horn
Estas son algunas de las obras de Rolfe Horn un extraordinario fotografo americano al que descubrí anoche en unaaldia, y que me ha sorprendido y enamorado de manera instantanea y perdurable.
En su página podeis encontrar más fotos suyas además de una biografia que habla de su pasión por la fotografia. Merece mucho la pena visitarla.
Siempre merece la pena vivir cada momento, pasar cada rato, aunque sea una noche en vela. Habitualmente no es tan facil y evidente percibir el porqué.
domingo, julio 23, 2006
Destazando un buey, Chuang Tzu
El cocinero del príncipe Wen Hui
estaba destazando un buey.
Extendió una mano,
bajó un hombro,
apoyó un pie,
presionó con una rodilla.
El buey quedó deshecho.
Con un susurro,
el brillante cuchillo de carnicero murmuraba
como un viento suave.
¡Ritmo! ¡Cronometración!
¡Como una danza sagrada,
como las antiguas armonías!
"¡Buen trabajo!", exclamó el príncipe.
"¡Su método es impecable!"
"¿Método?", dijo el cocinero
dejando a un lado su cuchilla.
"¡Lo que hago es seguir el Tao
más allá de todo método!
Cuando empecé a
destazar bueyes,
veía ante mí
al buey entero,
toda una masa única.
Después de tres años,
ya no veía aquella masa.
Veía sus distinciones.
Pero ahora ya no veo nada
con los ojos. Todo mi ser
aprehende.
Mis sentidos están ociosos. El espíritu,
libre para trabajar sin un plan concreto,
sigue su propio instinto
guiado por una línea natural.
Por la abertura secreta, el espacio oculto,
mi cuchilla no encuentra su propio camino.
No atravieso ninguna articulación,
no corto hueso alguno.
Un buen cocinero necesita cortador nuevo,
una vez al año. Corta.
Un mal cocinero necesita uno nuevo
todos los meses. ¡Él mutila!
Llevo utilizando esta misma hoja
diecinueve años.
Ha destazado
un millar de bueyes.
Su hoja sigue cortando
como si estuviera recién afilada.
Hay espacios entre las articulaciones;
la hoja es delgada y cortante:
cuando esta delgadez
encuentra aquel espacio,
¡hay todo el sitio que se pudiera desear!
¡Pasa como una brisa!
¡Por eso mantengo esta hoja desde hace
diecinueve años
como si estuviera recién afilada!
Cierto es, en ocasiones hay
articulaciones duras. Las siento venir,
entonces me detengo, observo con atención,
me contengo, casi no muevo la hoja,
y ¡whump! la parte se desprende
cayendo como un trozo de tierra.
Entonces retiro la hoja,
me quedo quieto,
y dejo que la alegría del trabajo
penetre en mí.
Limpio la hoja
y la guardo."
El príncipe Wan Hui dijo:
"¡Eso es! ¡Mi cocinero me ha mostrado
como debiera vivir
mi propia vida!
sábado, julio 22, 2006
Todo puede ser mejor...
Hace casi un año empecé el blog. Fue el modo de ampliar y fijar a una actividad en forma de correos que enviaba a mis colegas y conocidos, expresando mis percepciones y pensamientos. Era una época de cambios. Hacía un año habia hecho crisis, afortunadamente, una línea de vida que me habia reducido considerablemente como persona.
Afortunadamente cambié, algo intrinseco a la naturaleza humana. El cambio fue a mejor, y empecé a recuperar un potencial que aún no he explorado en su justa medida. En momentos así se despierta la percepción, y se empiezan a percibir mensajes, señales escritos en el cielo y en la tierra.
De una conversación, de tus sueños, o de casualidades van saliendo inspiraciones para tomar las decisiones que llenan el corazón. Algunas cosas estaban esperando que tu estuvieras preparado para asumirlas. Otras las creas tú con tu actitud y un pensamiento, y sentimiento, constructivos.
Y otras son solo momentos especiales. Silencios en medio del caos, como los que se produce cuando pasa un angel o en el ojo del huracán.
Todo este tiempo, todo mi tiempo de vida me he hecho preguntas. Desde que va a pasar mañana o de donde viene el mundo a muchas otras mucho más banales. Muchas preguntas. La más grave, aquella que surge en los momentos dificiles y parece a punto de responderse en los instantes mejores, es sobre el sentido de todo.
El sentido de la vida es una pelicula muy divertida de los Monty Phyton. No te responde la pregunta, aunque te ries un buen rato. Igual que no la responden ellos, nadie puede responderlo, al menos de manera satisfactoria. Hay una respuesta, no existen preguntas sin solución, solo respuestas dificiles de entender. Y el lenguaje de esa respuesta varia de individuo en individuo, y solo se puede entender en esos momentos de calma, se serenidad.
Tienes un atisbo de la respuesta. A veces lo sueñas. Yo soñé una noche, os lo juro, la respuesta al sentido de todo. Desgraciadamente al despertar no pude recordar nada, salvo cierto sentimiento de sorpresa y de alegria.
Supongo que nuestra existencia es un buen modo de intentar responder esa pregunta, pero tengo claro tambien que la respuesta está dentro de nosotros, muy al fondo, por debajo de las capas de miedos, deseos, mentiras y ruido. Si algún dia logras retirar todo ese lodo de dentro, si logras ser quien realmente eres, podras mirar y leer la respuesta, estará bien clara, aunque quizas luego no puedas explicarla...
La existencia se me ofrece - y a vosotros si lo quereis tambien- como el camino y la oportunidad de ver esa respuesta, y sobre todo de alcanzar el estado en que podras entenderlo.
Una paradoja es que en esas circunstancias dudo que necesites hacerte muchas preguntas, y menos esa. Pero esa es la naturaleza del universo, quien no necesita recibe, y quien pena es siempre pobre. Ya sea en los prestamos de los bancos, que se le otorgan con facilidad a quien no los necesita, o el amor, que le llega a quien está lleno de él, aunque sea hacia sí mismo.
Bueno, sigo. Mi camino continua, unas veces más firme, otras parece que pierdo la senda, y en ocasiones tengo que retroceder y reparar anteriores agravios, curar viejas heridas, para continuar sin errar más adelante.
Y cuando crees que estás llegando a terreno firme y que bajo tus pies corre un sendero de baldosas amarillas que te llevará al gran Oz, porque eres sabio, valiente y tienes un gran corazón, descubres que la falta de humildad y el pensar en exceso lo que haces te apartan del camino.
Afortunadamente, como decia al principio de esta entrada, el cambio está ahí. Podemos volver al camino, algo más sabios, repara y curar heridas, pedir disculpas y aprender. Podemos conseguirlo todo, porque la mayoria de límites los creas cuando mirar tus pies y piensas que son torpes y no te llevarán muy lejos.
Pero eso es falso. Todo puede ocurrir de muchas formas, pero hay una al menos que es buena. Solo hace falta un poco de cuidado, de corazón. El mismo mundo se moverá en la dirección correcta si ayudamos un poco, solo un poco...
Y todo esto viene porque unos dias son sencillos y otros complejos, y creo que me estoy mirando los pies demasiado, temiendo por ellos, en lugar de andar. Que es lo que debo.
Afortunadamente he encontrado un mensaje, una señal al reencontrar en un corto que ví hace casi un año, por la época de crear el blog. Cada cual le encontrará su significado.
Para mí es que todo puede ser mejor. Solo hace falta un poco de cariño y confianza en tus pies...
domingo, julio 16, 2006
lunes, julio 10, 2006
Cafeina
Esta noche tenia sueño. Bueno, no estaba cansado y tampoco debiera sentir la cabeza tan pesada, pero mi cuerpo se acostumbró por fín a levantarse a las siete y pico y acostarse a la una, y este primer turno de noche rompe con esa rutina.
La máquina de café esta rota. El café es el de la cafetera eléctrica, no se quien lo ha hecho, y es como jugar a la ruleta rusa. Puede ser flojo, o mantenerte pegado al techo hasta que el sol se ponga de nuevo...
Me dirás que se reconoce si es fuerte o suave por el aspecto, ¿verdad? Bueno, el café que suelo tomar aquí se parece más a un plastico líquido, o un hidrocarburo muy saturado, para cohetes. Si te guias por eso, no puedes calibrar el café de verdad.
De modo que me he tomado uno y como al rato seguia dando bostezos, pues me he tomado otro.
Error.
No puedo decir que halla sido un acierto. Horas despues noto los duendes que se mueven por mis tripas, dan tirones de los nervios de mis brazos, y me siento más despejado que este mismo mediodia. Si ese café fuera una bebida alcoholica me temo que sería un licor casero de estos que por su alta graduación alcoholica debe conservarse en recipientes de ceramica o cristal, y que derrite las cucharas de metal.
Pero yo me siento bien, excepto por los tirones que siento hacia arriba. ¿Será que puedo volar? ¿Que mi alma está liberandose de las ataduras del cuerpo? ¿O que voy a saltar hasta el techo y más allá?
No lo sé. Mañana será un dia complejo, tengo algunas cosas que hacer, el octavo y último turno de doce horas de esta secuencia. Saludo por cierto a un amigo se opera para poder apreciar el perfume de todas las flores del mundo y librarse de una vida de adición al utabón. Anestesia total.
Solo desearle que todo vaya tan bien como está previsto y que tenga cuidado, igual que todos, con el café de un desconocido. Podria ser imposible anestesiarle tras dos tazas seguidas.
Cuidado, puede parecer café, pero es una ruleta rusa...
jueves, julio 06, 2006
Battiato, Concierto
El viernes 30 fuí al concierto de Franco Battiato en Lorca.
Han pasado los dias y he estado muy liado, o falto de la concentración necesaria para trasladar una emoción tan intensa, una experiencia tan brillante. Quizas no he tenido ganas pasadas las primeras horas, de compartirlo.
Bueno, estuve en el concierto, disfruté mucho, saqué bastantes fotos, e incluso llegué a tocar a Battiato, o mejor dicho el me tocó a mí. Desde entonces me he lavado las manos, pero solo físicamente...
La foto de portada y las que encontrareis aquí en Flickr son un breve resumen de todas las que tomé.
Nos lo pasamos genial. El concierto empezó serio. Una enorme extensión de terreno cubierta de sillas, lleno en el enorme patio del castillo de Lorca, y Battiato comenzó a cantar sentado sobre un banco las canciones de su último disco -que no conozco y que tampoco sonaron a la mayoria de los presentes- inspiradas en sus músicos favoritos del siglo XVIII.
Tras el toque centroeuropeo escuchamos "Horizontes azules" que ya sonó un poco más y al poco "Las sagradas sinfonias del tiempo", con lo que el concierto comenzó en unas coordenadas emotivas para la mayoria.
Bueno, las canciones de los ochenta y noventa fueron ganando terreno, y me sorprendió la entrada con arreglo sinfónico de "Nomadas", cantada en español, y ya la emoción me desbordaba...
Vinieron "El animal", "La era del Javalí Blanco", Battiato se fue calentando y la distancia entre el público y el cantante se redujo. De hecho, para el final del concierto el maestro bailaba en pie mientras cantaba "Yo quiero verte danzar", y luego se puso a estrecharle la mano a un público que desbordaba a la seguridad aunque con muy buena atmosfera...
Aquí me lancé yo a primera fila. Me acerqué al maestro con la mano extendida y me sentí,
No sé, son muchos años de respeto y admiración. Supongo que es parecido a lo que sentian los fans de los Beatles, pero más sereno. Le saqué unas fotos de cerca, sin flash para no cegarlo y volví con mi novia a la tierra poco a poco...
Está bastante bien Battiato para tener sesenta y un años. La voz llega algo menos a las subidas de antaño pero el tono apenas a cambiado o enronquecido, se debe cuidar bastante, y daba impresión de comodidad y sencillez.
No hubo vis, ni falta que hizo. Hacia frio ya y habiamos disfrutado más aún de lo esperado. Nos marchamos, aunque yo me quedé mentalmente junto al escenario durante el regreso...
Ciencia...
Llevaba una temporada alejado de la ciencia...
Gracias a la selectividad, a Redes y a Historias de la Ciencia he recuperado esa perspectiva, encajandola de nuevo con mi actual visión de las cosas. Pero todo tiene su historia.
De chaval la necesidad de por qués la cubrí mediante la ciencia. La ciencia, que se aproxima a la realidad siguiendo un camino de prueba y error y que no acepta nada que se pueda invalidar como cierto, que niega las respuestas caprichosas e injustas. Esto me parecia fundamental en la adolescencia, llena de normas aparentemente arbitrarias impuestas por padres, educadores o la sociedad.
La ciencia aspira a una coherencia, al reino de la razón sobre la opinión. Tuve que pasar otra fase para empezar a apreciar lo irracional, para no apreciar la lógica como el gozne de la realidad. Pero la filosofia llegó más tarde a mi vida.
Mientras, la ciencia permitia explicaren la vida cotidiana de manera fiable no solo el modo en que ocurren las cosas, sino tambien porqué. A nivel de andar por casa la ciencia actual e incluso la del siglo XIX -la clásica fisica newtoniana, la química y la termodinámica- se desenvuelven perfectamente.
Así asistí de crio y luego de adolescente a percibir los pequeños milagros. El vuelo de un pájaro o de un avión de papel, la voluta de humo que se expande y asciende, la forma de las gotas de agua, el juego de una palanca o el secreto de un buen té.
Digo milagros porque nunca me ha parecido nuestra realidad circundante ajena a la maravilla. Y menos por conocer sus razones.
¿Son menos hermosos los copos de nieve por conocer las causas de su arquitectura? ¿Deja de ser bello un estanque por estár lleno de vida y ésta plena de ciclos en interdependencias?
Tambien son prodigios hablar por teléfono o que lo que escribo ahora en una pantalla sea conservado y compartido con otros... Si lo miramos en perspectiva es una excelente y sorprendente cirscunstancia que alguien esté aquí, y más aún que seamos nosotros. Que respiremos, veamos, vivamos...
Y entender todas estas cosas les da más sabor, como conocer una receta para apreciar mejor sabores y texturas de un plato.
Por supuesto esta comprensión es secundaria. Si supervisara mentalmente cada uno de los pasos, impulsos nerviosos, secrecciones glandulares y catálisis de reacciones químicas que constituyen la digestión de una manzana me moriría de hambre en ese tiempo.
Lo importante es comerme la manzana. Pero entender de manzanas y de digestiones le da más perspectiva, mejor sabor...
Si os pica conocer los porques y comos de lo que tenemos más cerca, aquí van unas cuantas direcciones.
Historias de la ciencia
MalaCiencia
Ciencia Net
Y por supuesto la Wikipedia.
Y penseis lo que penseis, recordad que todo está lleno de verdades.
miércoles, julio 05, 2006
La ciudad de bronce, las mil y una noches
La prodigiosa historia
de la Ciudad de Bronce
Cayó la tarde y volvió Schariar al harén, como siempre. Y, como siempre, lo esperaba Sherezada. Vestida de rojo esta vez y sentada junto a un inmenso jarrón de bronce. Una vasija panzona pero de cuello fino, brillante, tallada con mucho arte y sellada con un tapón de cera. Y, aunque posiblemente contenía aceite, o vino, o bálsamo de la India, Sherezada le dijo al rey, sonriéndole con los ojos, que lo que en verdad contenía era un cuento.
-Fue por codiciar unos jarrones muy parecidos a éste que descubrieron la Ciudad de Bronce -dijo.
Mientras hablaba, pasaba los dedos por las molduras en forma de ramas que adornaban las asas.
Luego Schariar y Sherezada se sentaron y comieron delicados manjares, como siempre, en especial un pan de pasas y nueces que los dos encontraron delicioso. Y se amaron, como cada noche, sobre el gran lecho.
Pero, cuando Shariar soltó de su abrazo a Sherezada, ahí estaba Doniazada, acurrucada junto al jarrón y exigiéndole a Sherezada el comienzo del cuento.
Se hizo el silencio entonces, y Sherezada empezó.
continuar...
La ciudad de bronce, sueño
A veces sueño con una ciudad ardiente, castigada con lluvia de fuego celeste.
Las llamas inflaman el aire, llenandolo de luz cegadora. El asfalto recalentado exuda petróleo. Los ladrillos enrojecen al arder, y toda vida perece o se exilia a las sombras.
Lo único imperecedero en esta ciudad es el metal. Todos los metales por el calor se han trasmutado en bronce, y brillan rojizos entre oleadas de aire plateado y bullente. Coches rojizos, ardientes barandas y bancos anaranjados del calor.
Los edificios fueron más altos un dia, ahora solo los que tienen tejado metálico se alzan desafiantes al fuego del cielo.
No hay fuentes ni agua, y el cauce del rio es una cicatriz cuarteada entre en el tablero de asfalto fluido y baldosas rojas.
Calor. Todo está ardiendo.
Abajo, fuera del castigo del cielo, hundidos en sombras profundidas y pozos oscuros, viven los hombres.
Al dejar de rodar el sol por el cielo anaranjado o cruelmente azul, emergen.
Suben por ridiculamente largos túneles, buscando lo que fue suyo, las migajas de su antiguo reino. Vuelven por unas horas a poblar casas atrancadas al fuego o el pillaje, o buscan una cordura que atenaza la oscuridad.
Lo hacen con cuidado. Tienen miedo.
Miedo del fuego que aún perdura, de la visión de la ruina, de los espacios abiertos, pero sobre todo de ellos.
De los nuevos hombres de fuego que caminan a la luz del sol...
domingo, julio 02, 2006
El animal
no es muy complicado
si puedes renacer
después y cambiar varias cosas,
las frivolidades y tanta estupidez.
Y el animal que yo llevo dentro
no me ha dejado nunca ser feliz.
Me roba todo, hasta el café.
Me vuelve esclavo de mis pasiones,
sin desistir jamás, y nunca espera.
Y el animal que yo llevo dentro te ama a ti.
Dentro
de mí chispas de fuego
y el agua que lo apagará.
Si quieres ver como arde
espárcelo en el aire
o déjalo en la tierra.
Y el animal que yo llevo dentro
no me ha dejado nunca ser feliz.
Me roba todo, hasta el café.
Me vuelve esclavo de mis pasiones,
sin desistir jamás, y nunca espera.
Y el animal que yo llevo dentro te ama a ti.