domingo, noviembre 23, 2008

Si no saben como arreglarlo, por favor, dejen de romperlo



El 3 de junio de 1992, la pequeña Severn Suzuki, de 12 años, hizo enmudecer a los mandatarios de Naciones Unidas presentes en la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro. Su discurso, sencillo y directo, puso a los políticos ante sus propias contradicciones e hizo sonrojar a más de uno. A pesar de los años que han pasado, sus palabras siguen teniendo una fuerza brutal, mucho más efectiva que algunas reiteradas advertencias sobre el cambio climático:

“Soy solo una niña y no tengo todas las soluciones, pero quiero que se den cuenta: ustedes tampoco las tienen. No saben cómo arreglar los agujeros en nuestra capa de ozono. No saben cómo devolver a los salmones a aguas no contaminadas. No saben cómo resucitar una especie extinguida. Y no pueden recuperar los bosques que antes crecían donde ahora hay desiertos.

Si no saben cómo arreglarlo, por favor, dejen de romperlo”.

Muchos conocíais la historia, que ha aparecido en varios blogs, entre ellos No indiferencia y Fogonazos, de donde lo he tomado. El discurso completo podeis leerlo aquí.

2 comentarios:

Calle Quimera dijo...

Me han dado ganas de aplaudir a esa niña... Tiene guasa que una criatura deje callados a los políticos. Avergonzados lo dudo, creo que "vergüenza" es una palabra que no está incluida en sus diccionarios.

Es importante que los niños comiencen ya a implicarse en esto, o llegará un momento en que no tendrán mundo que defender.

Besos, Ashbless.

Ashbless dijo...

Verguenza que duraria apenas unos minutos, entre orador y comisión, desgraciadamente.

Queda el testimonio de esta niña para que ella sea la persona que sea ahora, para que recordemos que hay otros modos posibles de actuar, y para saber que a nuestros líderes la verguenza no les afecta de ningún modo duradero...

Un abrazo