miércoles, agosto 02, 2006
Dias de verano
Los dias del verano van pasando.
Trabajo, pienso un poco, voy soslayando el calor. He estado muy serio con el carnet de conducir, pero me ha alcanzado agosto sin examinarme.
Ahora empiezo a reestudiar la selectividad. Y el trabajo, las clases particulares de ingles, poco yoga, bastante bici y algún viaje. No ver lo bastante a quien siento más cerca, y menos aún a amigos y familiares.
Y como fondo mi próximo viaje en septiembre. Tengo que sacar los visados, me vacuno en unos dias y los billetes de avión y las reservas están en el aire.
Pero estamos en verano. El calor es solo la cara visible de la estación. Entre aires acondicionados, dormir de dia y trabajar de noche y el inestimable ventilador, no estoy sufriendolo mucho.
El verano es tambien lentitud, la sensación de espesarse el aire y enlentecerse los dias.
Los planes se interrumpen, gente con quien trabajas está fuera y muchos amigos huyen lejos de la ciudad. Los centros y tiendas están cerradas o con horarios imposibles, y tantos turnos extras obligan a pensar lo que quieres hacer con antelación.
Por otro lado esta lentitud me está dejando tiempo para ver las cosas venir. Es como en Matrix cuando la percepción del tiempo cambia y se expande, y se puede ver llegar a las balas solo algo más rápidas que uno mismo. Quizas no puedas esquivarlas todas, pero tienes una oportunidad.
Algunas balas son las de siempre, y otras nuevas.
Mi profesora de yoga se ha marchado del gimnasio. Mantendremos el contacto, pero voy a echar de menos el modo que tenia de dar las clases. A mi vuelta en Octubre o Noviembre me pienso apuntar a la GFU. Pero va a ser mucho tiempo sin ir a clase de yoga, y tanto mi espalda como mi mente empiezan a sentir la falta tras un mes. Quizas me apunte ya. Veremos.
Estoy sintiendo la necesidad de cuidar y trabajar mi interior, tras centrarme en varias cosas practicas que necesitaban y necesitan aún esfuerzo y atención para materializarse. Supongo que es una cuestión de equilibrio.
Tambien he repensado bastante. Estoy leyendo y releyendo a Herman Hesse, y mis noches están pobladas un dia tras otro de sueños de viajes, de sagas fantasticas y escenarios fabulosos.
En los margenes de mis sueños se mueven figuras arquetipicas; heroes, reyes, viajeros y magos. Y al dormir emprendo viajes y busquedas por paisajes que nunca alcanzarán los ojos abiertos.
Por la mañana son demasiado frágiles para resistir la luz diurna y el roce con las cosas cotidianas, y se deshacen en fragmentos multicolores que manchan de color el dia a dia. Creo que tengo que escribir. No escribir en el blog. Escribir.
Me da cierto corte, o vagancia, o quizas es solo miedo. Miedo. El que no siento cuando duermo, cuando viajo en sueños...
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