viernes, febrero 02, 2007

El contrabandista, relato indio






















Todos sabían que era indiscutiblemente un contrabandista. Era incluso célebre por ello. Pero nadie había logrado jamás descubrirlo y mucho menos demostrarlo. Con frecuencia, cruzaba de la India a Pakistán a lomos de su burro, y los guardias, aun sospechando que contrabandeaba, no lograban obtener ninguna prueba de ello.

Transcurrieron los años y el contrabandista, ya entrado en edad, se retiró a vivir apaciblemente a un pueblo de la India. Un día, uno de los guardias que acertó a pasar por allí se lo encontró y le dijo:

--Yo he dejado de ser guardia y tú de ser contrabandista. Quiero pedirte un favor. Dime ahora, amigo, qué contrabandeabas.

Y el hombre repuso:
--Burros.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

muy chulo, je je!, que burros!

Ashbless dijo...

Burros, como el de la foto -el que está comiendo- el de arriba es vuestro seguro servidor en el parque natural de Gangotri.

Anónimo dijo...

A veces lo más evidente es lo que menos se ve.

Calle Quimera dijo...

Y es que los árboles nunca dejaron ver el bosque..

El relato es genial. Un saludo.

Ashbless dijo...

Muchas gracias.

Lo evidente es lo menos visible, igual que el sentido común es el menos común de los sentidos...