Marcharse es distinto. Es triste.
Es una liberación. Tienes las calles ante tí, inmensas, extrañas, llenas, vacías...
Tienes tantas posibilidades que te da miedo.
Miedo porque no recordabas haber hecho nada a ciegas en tanto tiempo.
Tanto tiempo que ya no recuerdas como caminar en la oscuridad.
Te pesa la maleta. Tampoco estás acostumbrado a llevarla, o ha ser totalmente responsable de tí mismo. Ni a la soledad...
Es como volver de un largo viaje por países extranjeros, para regresar siendo tú mismo un extraño.
Es muy bueno y es muy malo.
Lo peor que puedes hacer es volver la vista atrás. Entonces te sientes triste, de sal, al pensar en todo lo que dejas. Todas las risas, las noches y los días. La suave calidez y la reconfortante frescura. Es muy difícil recordar cosas malas entonces.
Pero sigues caminando. En un lugar al que aún no has llegado, amanece.
5 comentarios:
Siempre hacia delante.El dolor seguirá siendo compañero a pesar de todo.Siempre hacia delante.Un abrazo,salud.
Gracias.
Los trenes tienen que partir, las películas que acabarse.... Al menos para que puedan empezar otras nuevas.
Duele, pero todo pasará. Nada es para siempre.
Un abrazo
cada paso a voluntad propia es libertad clara y simple.
es lo ideal, ser dueño de nuestros pasos a donde queramos.
"ser libre para llegar a algun lugar"
Tienes razón. Sin libertad no hacemos nuestro camino, solo seguimos a otros.
Marcharse=Atreverse=Retarse a uno mismo. Pasando por esta etapa en mi vida, los sentimientos son compartidos.
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