
Ultimamente voy bastante cansado.
Los exámenes están a la vuelta de la esquina y siento que pagaría por tener las proximas dos semanas libres para estudiar. Ahora mismo he salido de un turno de noche en el que Platón y Aristóteles han compartido la mesa con un curso de Oracle que me han concedido - y yo pedí- en el peor momento, y estoy hecho un trapo.
No voy muy agobiado, pero si un poco, y eso por la busqueda del tiempo perdido, como diria Proust. He minimizado mis citas sociales al mínimo mínimo, y los proximos dias libres voy a ver la calle por una pajita.
Eso no significa que no me lo esté pasando bien.
Me ha sorprendido -solo un poco- darme cuenta que me divierte bastante preparar la selectividad. Mi asignatura favorita es filosofia, aunque matemáticas, biologia -que tiene millones de nombres que estoy empezando a renunciar a aprenderme- y literatura tambien son divertidas.
Ojala pudiera volver a discutir con mi antigua y pedante profesora de filósofia, ibamos a coincidir y a chocar aún más que antes.
Mientras, voy a meditar un poquito para no perder la cordura y que no se me seque el cerebro en la recta final. Por cierto, en el blog Alas de luz, escrito por alguien muy especial, hay un post estupendo sobre meditación.
A mí me ha animado. Voy a centrar un poco mi mente...