miércoles, mayo 17, 2006

El verano ha llegado


















Hoy ha comenzado mi verano.

Según la astronomia el verano empieza el 21 de Junio. Se produce entonces el solsticio de verano, la noche más corta y el dia más largo. Poco despues el calendario, que arrastra retraso, lo celebra cristiana y paganamente con la noche de San Juan.

Poco de esto importa. En mi ciudad sin primavera el verano sigue al tímido invierno con afán depredador. Como diria Esther Tusquets, cada año esperamos la primavera, y cuando creemos poder sorprenderla, ha pasado, y el verano empieza ya...

Éste año sí que hemos podido disfrutar de unas semanas de ropas ligeras, paseos bajo un sol suave y mil lindezas más. Ha sido la excepción que afirma la regla, y aún nos hemos quejado de la lluvia, de los cambios de tiempo.

Eso es la primavera. Pero somos como ancianos que no comprenden la vorágine de la adolescencia de tanto tiempo que la vivieron.

Así, tras una breve y salvaje, desnivelada pero agradable primavera, ha empezado el verano.
Anoche hizo un calor anormal, y hoy el termometro ha subido los 35º. He pasado la mitad del dia sudando en mi bicicleta, y el resto bebiendo exóticos zumos y abanicandome.

Tengo el consuelo de que dentro de un par de meses, la temperatura de hoy, frente a los 45º o más que alcanzaremos, será fresca y agradable. Y no habrá cambiado la cifrá, nosotros nos habremos acostumbrado a sudar...

Pienso el verano y si me dejo llevar por el mar de impresiones e ideas que me bulle en la cabeza, lo veo como muchas cosas.

Como una escalada a una montaña térmica, que alcanzará la cima a mediados de Julio con importantes picos a finales de Mayo y mediados de Junio, y un agradable declinar tras las cabañuelas de Agosto.

Una montaña de recuerdos. Una casa de blancas paredes de yeso y ventanas abiertas llenas de brisa fresca. El adorado mar de la infancia. El fascinante mar de la adolescencia. El añorado mar de estos años sin vacaciones.

Las vacaciones eran tiempo infinito para jugar, para leer, para dormir, para aburrirte, para desesperarte. Luego fue tiempo infinito para estudiar, para no estudiar. Ahora es simplemente vida. Indiferenciada casi bajo otra concepción del tiempo. Curiosamente, aunque no tengo vacaciones en verano, me sorprendo preguntado a la gente que va a hacer estas vacaciones, refiriendome a todo el verano...

El verano es tambien cientos de películas. Playas idílicas que realmente existen, y otras menos ideales. O el verano es unas vacaciones distintas y fabulosas, como las del año pasado en Málaga, en Cañadulce. O es una infinita cantidad de turnos laborales bajo los fluorescentes, protegido del calor por el aire acondicionado.

No lo sé. Para mí el verano es el calor del sol y el sudor y los olores fuertes, pero tambien el frescor y la oscuridad de las sombras. Es trabajo y es descanso. Es muchas cosas opuestas. Esto me lleva a dos posibles conclusiones.

O el verano es una ficción de los hombres, al evocar tantos elementos opuestos en la naturaleza, o por eso mismo el verano es simplemente vida...

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