lunes, noviembre 20, 2006

Desvios (inesperados)






































Estoy en un desvio, inesperado.

Cuando ya has vivido cambios en tu vida que no formaban parte del programa, empiezas a decir que nada es como se espera. Que ya lo has aprendido y no vas a volver a hacer planes a largo plazo. Que nada es para siempre. Que no volverás a dormirte en el volante creyendo que no hay más curvas.

Y despues de toda esta sabiduria, te pones a conducir tu existencia y te quedas frito en la confianza -que nunca te acabó de abandonar- de que todo va a seguir parecido.

Te has vuelto estrellar, y sorprendido vuelves a decir frases sabias. Nada es para siempre. Vivir es saber adaptarte a los cambios. Yo fluyo tia, fluyo.

Pero probablemente a la proxima puede que cierres el ojo y te vuelva a pillar el camión de la vida por sorpresa. Y si estas despierto entonces, será a la siguiente vez.

A mí me ha pasado recientemente. Las cosas no encajan y aunque no hay culpables sino solo circunstancias, ahora estoy recogiendo del suelo las piezas del puzzle y buscandoles su sitio. Cuando menos me los esperaba - o me lo temia pero no queria saberlo- me toca buscar otra dirección, otro rumbo.

Al menos nadie ha salido -irremediablemente- herido. Ha sido una semana y media que apenas he tenido ganas de publicar cosas y no he recuperado la voz hasta hace muy poco. Se ha notado en la calidad del blog, que ha subido gracias a las colaboraciones de Julio Cortazar, Frederic Brown y otros.

Gracias a ellos y a blogger y vosotros por estar. Ahora solo queda una opción, cortado el camino recto.

Tomar un desvio.

3 comentarios:

Tramontana dijo...

Pero las vueltas en el camino son irremediables.

Suerte en tu camino.

Anónimo dijo...

esta tarde
sin perro que me ladre...
polvo y hojas secas

Como siempre, no te pares en el camino: sigue andando!!! ¿ No tienes curiosidad por saber qué hay más adelante ?

paradise_lost_2341@hotmail.com

Ashbless dijo...

La curiosidad por saber que pasará a continuación es inevitable, y aunque a veces las ganas flaquean, siempre hay otro dia despues de este.

Eso sí, aunque en teoria se que las vueltas en el camino son inevitables, Tramontana, la mitad de las veces me sorprenden.

Supongo que cuando dejamos de sorprendernos totalmente es que somos muy sabios o que estamos muy desapegados.