miércoles, diciembre 05, 2007
Tao Te King 23.
Reduce las palabras
y todo irá bien.
Un torbellino no dura toda la mañana.
Una lluvia torrencial no dura todo un día.
¿Quien los causó?
El cielo y la tierra.
Lo que no pueden hacer durar el cielo y la tierra.
¿Como puede hacerlo durar el hombre?
Por eso, si obras con el Tao,
seras uno con aquellos que tienen el Tao.
Con aquellos que tienen vida, serás uno en la Vida.
Con aquellos que son pobres, serás uno en la Pobreza.
Siendo uno en el Tao con ellos,
así se te cruzarán los que son pobres con alegría.
Pero donde la fe no es suficiente
no hallarás fe.
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Ya habia publicado este poema del Tao te King. Aunque la traducción era muy distinta, como puedes ver. Pero los primeros versos me parecen tan adecuados a mi situación, que he decidido volver a publicarlo con esta hermosa traducción.
Lo que no pueden hacer durar el cielo y la tierra.
¿Como puede hacerlo durar el hombre?
No puede. Yo al menos no puedo, no sin pagar el precio de perder lo mismo que quiero conseguir. Lo que deseo de la vida es posible, pero el secreto no está en esforzarse aún más, ni en soportar mejor la frustración de quedarse a medias. Ni en renunciar y detenerse para siempre.
El secreto puede ser realizar las cosas con la máxima sencillez y el menor esfuerzo posible. Armonizar tus actos para que no sean una serie de rupturas y triunfos desesperados, sino resultado natural de las acciones. Suave y continuo, en lugar de duro y al borde de la extinción.
Prescindir de lo que no sea necesario y preservar lo que sí. Saber que es dañino y no intentarlo, y administrar lo fácil y lo difícil. Quizás buscar hacer lo difícil más fácil, eliminando obstáculos y disolviendolos allí donde nacen primero, en mi mente.
Y recuperar las cosas verdaderamente importantes. Una tarde, el silencio dentro y fuera de uno mismo, disfrutar lo que haces. Volver a vivir al sol.
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2 comentarios:
Las traducciones son muy distintas. La otra es más pedagógica, muestra más lecciones y consejos. Esta es más simbólica, usa más imágenes que conclusiones. Es curioso que varíen tanto. Los traductores debían tener en mente objetivos muy distintos.
Es bonita la imagen de los fenómenos caóticos y violentos como el diálogo entre el cielo y la tierra, el interambio entre dos cosas hasta volver de nuevo al reposo, al equilibrio.
Minimizar el diálogo, la interacción con otras cosas, para reducir el desequilibrio y las interacciones que pueda causar en nosotros o en otros... es un concepto interesante. Elegir el camino de menor resistencia supongo que es lo mejor, aunque puede ser difícil, ya que para ello hay que planearlo cuidadosamente, trazarlo teniendo en cuenta una visión global de todo, de nuestro entorno y de nosotros mismos. Pero puede ser difícil, ya que nosotros mismos estamos en mitad de ese camino, podemos ser a la vez viandante y obstáculo si algo en nosotros no está preparado o anda en una dirección distinta. Bueno, supongo que precisamente por eso es lo sencillo algo tan difícil.
Pues en este caso las dos versiones son traducciones de la traducción de Wilhelm. Imagina si partimos de traducciones más divergentes como la de Preciado y una versión de la de Wilhelm, o incluso la de Ursula K. Leguin.
Curiosamente ese camino sencillo que requiere un cuidadoso diseño lo es por la complejidad y desorden de nuestra mente y nosotros mismos. Si partimos de la sencillez todo se vuelve participe de ese espíritu.
Resulta curioso ver las cosas como fruto de las relaciones entre elementos opuestos. Y ver que el mundo es transitorio, variable. Tiene que serlo para poder conservar su coherencia. Cambiar para no cambiar.
Un abrazo
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