viernes, diciembre 14, 2007

Una semana bajo tierra

















Bueno, he vuelto de nuevo. O estoy volviendo.

Esta semana la vida ha sido tan apremiante que el impulso de describirla se quedó detras del de vivir. Se me presentó la consumación ¿verdadera? de uno de los deseos que habia pedido hacia tiempo. El universo va así. Cuando deseas algo con fuerza a veces te lo dá. ¿No querias caldo? Pues toma dos tazas.

Y una vez confrontado con tu deseo descubres que era realmente lo habias estado pidiendo. Y no es lo que necesitas. Ni lo que te conviene. He estado unos dias viviendo esa oportunidad, esa dimensión nueva que se te abre con alguien nuevo, con un nuevo trabajo o algo así... Y no lo quiero. De modo que he aguantado el tirón del fin de secuencia de turnos en el curro, he dormido y aclarado mis ideas y solo entonces asomo la cabeza - como un vieja tortuga- al mundo exterior.

Y todo está cargado de ironia. Dios si existe es un viejo irónico. O como diria aquel, el Tao tiene mucha retranca.

De vez en cuando me digo que en el universo no hay paradojas, sino relaciones incomprendidas y aparentemente contradictorias entre las cosas. Bueno, pues está repleto de relaciones incomprendidas de esas. Ahora me he enterado que puedo pedir permiso para matricularme de la asignatura que necesitaba para intentar acabar mi carrera en tres años.

Pero eso necesita mucho tiempo y dedicación... Que ahora que he rechazado mi anterior deseo está ahí. Mientras sea firme.

Que curioso que cuando lo creia todo perdido con mi asignatura se me presente esta posibilidad. Y que sea posible a costa de renunciar a lo que realmente no necesito. ¿Paradojico? ¿Adecuado?

Si me entero os lo contaré otro dia. Por cierto, estoy acabando la segunda temporada de A dos metros bajo tierra. Y me sigue gustando. Mucho.

2 comentarios:

Calle Quimera dijo...

Cuidado con lo que deseas. Podría cumplirse... O algo así es la frase, seguro que la has oído. La cantidad de veces que hemos estado porfiando por algo que considerábamos casi de vida o muerte para luego, cuando lo hemos conseguido, abominar de ello...

Sea como sea la cosa, suerte, Ashbless. Y un besote.

Ashbless dijo...

Pues si... es un riesgo que no se suele asumir.

Muchas gracias Calle Quimera. Al final ya veremos en que queda todo...