Un vaquero iba cabalgando por el desierto. De pronto se encontró con un indio tendido sobre la carretera, con la oreja pegada al suelo.
- ¿Qué pasa, jefe? -dijo el vaquero.
- Gran rostro pálido con cabellera roja conducir Mercedes-Benz verde oscuro con pastor alemán dentro y matrícula SDT965 rumbo oeste.
- ¡Caramba, jefe! ¿Quieres decir que puedes oír todo eso con sólo escuchar el suelo?
- Yo no escuchar suelo. Mal nacido atropellarme.
1 comentario:
Bueno, bueno, bueno.
No sabes lo que he agradecido "tropezar" con el apartado de Anthony De Mello (me encanta) en tu blog, y concretamente con este texto.
Llevo ni sé cuánto rato con las dichosas opos, y aprovechando mi ratico de descanso he metido la nariz por aquí y por allá, y justamente aquí me he echado mis buenas risas.
Me dejas un buen regustillo de boca para retomar la faena, Ashbless, y por ello te doy las gracias.
Abrazos, un poco más risueños que hace un ratico.
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