lunes, marzo 17, 2008

El indio que escuchaba el suelo, de Anthony de Mello




















Un vaquero iba cabalgando por el desierto. De pronto se encontró con un indio tendido sobre la carretera, con la oreja pegada al suelo.

- ¿Qué pasa, jefe? -dijo el vaquero.

- Gran rostro pálido con cabellera roja conducir Mercedes-Benz verde oscuro con pastor alemán dentro y matrícula SDT965 rumbo oeste.

- ¡Caramba, jefe! ¿Quieres decir que puedes oír todo eso con sólo escuchar el suelo?

- Yo no escuchar suelo. Mal nacido atropellarme.

1 comentario:

Susana dijo...

Bueno, bueno, bueno.
No sabes lo que he agradecido "tropezar" con el apartado de Anthony De Mello (me encanta) en tu blog, y concretamente con este texto.
Llevo ni sé cuánto rato con las dichosas opos, y aprovechando mi ratico de descanso he metido la nariz por aquí y por allá, y justamente aquí me he echado mis buenas risas.
Me dejas un buen regustillo de boca para retomar la faena, Ashbless, y por ello te doy las gracias.
Abrazos, un poco más risueños que hace un ratico.