miércoles, abril 30, 2008
Me llamo Earl, y creo en el Karma
Bueno, yo también creo en el karma. No exactamente como el protagonista de la serie, que es atropellado mientras celebraba haber ganado la lotería -acababa de robar el dinero del boleto. Earl descubre en la televisión del hospital lo que es el karma y recapacita sobre una vida llena de malas acciones, en que cada vez que le pasaba algo bueno, inmediatamente una desgracia equilibraba las cosas. Decide hacer una lista con sus malas acciones -259 que irán aumentando al recordar- para evitar que el karma le vuelva a atropellar o algo peor aún.
Con el paso del tiempo Earl va cambiando el mundo que le rodea e incluso a las personas que tiene cerca. Y lo que empieza haciendo por miedo se acaba convirtiendo en su actitud ante la vida.
Empecé la serie poco a poco, pero el karma me recompensó por haber compartido otras cosas con los amigos, y me prestaron las dos primeras temporadas en DVD. Los personajes y situaciones son divertidos, el ritmo ágil -20 minutos cada episodio- y sin miedo a lo políticamente correcto, tiene algunas frases y situaciones de lo más interesantes.
Earl cree en el karma. Su karma es instantáneo, una fuerza de tirabuzón que te compensa y castiga por tus acciones y conciencia, y que de vez en cuando te pone a prueba. Si sales reforzado moralmente de la prueba en el futuro algo bueno encajará con tu nueva conciencia o con lo ocurrido. Si actúas con mezquindad, no esperes tener suerte. Ah!, y el karma calcula a veces a largo plazo y con retintín.
He mirado un poco por mi biblioteca y por la Wikipedia, antes de ponerme a escribir todo esto. En el hinduismo el karma como fuerza equilibradora se ejerce de una vida a otra. Si eres ciego quizás en otra vida fuiste un médico que cegó a un paciente por mezquindad o le quitaste la vista a alguien en un acto de violencia. Si eres favorecido por la fortuna y próspero, sufriste meritoriamente en otra vida. O todo lo contrario. De este modo se justifican los desequilibrios sociales. Si eres pobre, te lo mereces, algo hiciste. Y deja a los ricos en paz.
Incluso en el hinduismo hay una interpretación equilibradora de esto. Si no ayudas a los demás a mejorar su situación, aunque quizás se lo merecieran por sus acciones pasadas, estás generando un karma negativo para otra existencia.
En el budismo el karma pertenece más al aquí y ahora. Las malas acciones tienen malas consecuencias en esta y en futuras vidas que te ayudan a entender la moralidad de tus hechos y a mejorar tu vida. Además el budismo cree en la importancia de los pensamientos, de las palabras, de los actos y finalmente de los hábitos como representación de la persona. Ahí es nada.
¿Que pienso yo? Creo en una simetría y equilibrio en el universo. No hay necesariamente una fuerza llamada Karma, porque no hay una separación real entre las personas y entre ellas y el mundo. Todo lo que le hago a los demás me lo estoy haciendo a mi mismo, y al revés. Todo tiene consecuencias. Si conduzco más rápido consumiré más combustible y corro el riego de quedarme sin gasolina. Si entro en la cama con los zapatos puestos voy a necesitar un rápido cambio de sábanas. Y cada vez que subo una montaña descubro que era capaz de hacerlo.
Creo sinceramente que somos lo que hacemos, algo que a veces me incomoda mirando la lista habitual de mis acciones. Pero también somos seres en continua evolución. Recorremos nuestra vida, nuestra biografía, como si condujéramos entre la niebla. Podemos intuir donde vamos, pero no lo veremos hasta llegar allí. De como conduzcamos y disfrutemos el camino y a los que encontremos, dependerán muchas cosas, la más importante el propio camino.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario