martes, noviembre 21, 2006

Hua Hu Ching 38




















¿Por qué correr en pos de la verdad?

Esta vibra en cada cosa y en cada no cosa, desde la punta de tu nariz.

¿Puedes estar en calma y ver la verdad en la montaña?, ¿en el pino?, ¿en ti mismo?

No creas que la descubrirás acumulando más conocimiento.

El conocimiento crea duda, la duda te hace tener hambre de más conocimiento.

No te puedes saciar comiendo de este modo. La persona sabia se alimenta de algo más sutil: Se alimenta de la comprensión de que lo que tiene nombre nació de lo que no tiene nombre, de que todo ser fluye del no ser, de que el mundo que se puede describir emana de una fuente indescriptible.

Encuentra esta verdad sutil dentro de su propio ser y llega a estar completamente satisfecho. Así pues, ¿quién puede permanecer tranquilo y contemplar el ajedrez del mundo?

Los insensatos siempre están haciendo movimientos impulsivos, pero los sabios saben que la victoria y la derrota se deciden por algo más sutil.

Saben que existe algo perfecto antes de que se haga ningún movimiento.

Esta perfección sutil se deteriora cuando se aprenden acciones artificiales; así pues, conténtate con no alterar la paz.

Permanece en silencio.

Descubre la armonía en tu propio ser. Acéptala totalmente.

Si puedes hacer esto, lo obtendrás todo y el mundo sanará de nuevo.

3 comentarios:

Carlos Alberto Arenas dijo...

Es impresionate la sabiduría concentrada que hay en ese libro...

Ashbless dijo...

El Hua hu ching recoge 81 pensamientos taoistas, atribuidos a Lao Tze.

La verdad es que siendo muy hermosos, estos textos resultan mucho más accesibles que el Tao Te King. De todos modos, no todos son del interes de un lector general, porque la mayoria son específicos al estudio del Tao.

De vez en cuando lo releo a fragmentos, y me sorprendo. Seguiré poniendo aquellos que pienso que pueden aportar y estimular a todos.


Por cierto, una versión de las varias que hay está en http://www.oshogulaab.com/TAOISMO/TEXTOS/Hua_Hu_Ching.html

Gracias

Chema dijo...

ET (Eckhart Tolle) también expresa con gran sencillez observar en quietud y silencio. Ello propicia ver lo que está más allá de las formas externas.