miércoles, noviembre 15, 2006

Watermark, Enya

























Mi tema favorito de Enya es watermark -la huella del agua.

Es curioso que tratandose de una músico que se caracteriza por su voz etérea, multiples veces mezclada y tratada en estudio para lograr ultraterrenos ecos, mi favorita sea una pieza de piano.

No soy una persona de trayectoria homogenea, sin incoherencias. Estas saltan, visibles, cuando miras con detalle mi silueta. Me temo, sin embargo que las incongruencias y las contradicciones están siempre, en cualquier parte, como ilusiones, faros que captan la atención al asomar de entre las aguas, sin que se vea su base de hierro sumergida.

Nada ocurre sin razón, solo que no vemos los porqués. Y a veces hay en nosotros alturas y valles tan hondos que no los podemos ni adivinar. Mucha gente no quiere mirar con proximidad el alma de sus amigos y enemigos, por no alejarse de unos y compadecerse de otros, y menos la propia, no se nos acaben los sueños y las tragedias.

En mi reciente viaje no comprendia como el típico tendero indhú rezaba fervorosamente a Shiva antes de intentar venderte al triple de su valor la mercancia. Yo antes pensaba que la gente espiritual no podia ser materialista. Ahora entiendo mejor lo que es el hambre, y tambien que el tendero rezaba para que te dejaras el dinero en su tienda.

Napoleón, al que se dedicaron sinfonias y marchas triunfales, odiaba la música. Pushkin era anarquista, pero cuando tuvo oportunidad le leyó unos poemas suyos al zar. Los guardianes de occidente bombardean escuelas y hospitales, y cuando alguien comienza diciendonos que no va a doler, aprieta los dientes...

Somos islas en el oceano, con raices más profundas que el mar del que emergemos. Y la mitad del tiempo no sabemos que es lo que de verdad deseamos.

¿Porqué Watermark de entre todos los temas de Enya?

Porque es realmente de los mejores, porque me conmovió con quince años y lo sigue haciendo, porque en la vida las cosas más importantes dejan una huella tan invisible y profunda como la del agua, y porque en el fondo no me gusta tanto oir la voz de Enya.

Prefiero sus melodias.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí también me marcó mucho esta pieza (en realidad todo el disco), que utilizaba como fondo para leer un libro precioso de Michael Ende que creo que se llamaba "Jim Boton y Lucas el maquinista". Una joya infantil que recomiendo para todos.
En cierta medida me pasa como a ti, aunque me guste la voz de Enya, otro tema que creo que es mi favorito es Boadicea, del anterior disco. En este caso utilizaba el disco como música de fondo para la lectura de "El Hobbit", sobre todo lo recuerdo cuando Bilbo estaba "bajo la montaña".
Relacionado con lo anterior y con lo que dices de las melodías, te puedo decir que otra de mis melodías de Enya preferidas es Lothlórien.
Supongo que es posible que a mí tampoco me guste tanto su voz o sí, o no... No sé, supongo que como incoherente que soy cambio de opinión con frecuencia.

Ashbless dijo...

Me acuerdo de Jim Boton y Lucas el maquinista. Es un libro precioso -por cierto continua y concluye con "Jim boton y los trece salvajes"

Ende suelta aquí su fantasia más desatada, y llena de razonamientos caprichosos, ocurrencias y pura habilidad narrativa un libro precioso. Y no solo para niños.

Asociar libros o épocas a canciones es algo hermoso y sugerente, porque permite embarcarse en un viaje por los recuerdos con solo poner una canción y cerrar los ojos.

No pierdas esa costumbre Suldu.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Efectivamente, me leí también y a continuación "Jim Boton y los 13 salvajes" ;)

Tramontana dijo...

Linda pieza. Se lee bien el texto con la música de fondo.