La lágrima fue dicha...
Olvidemos
el llanto
y empecemos de nuevo,
con paciencia,
observando a las cosas
hasta hallar la menuda diferencia
que las separa
de su entidad de ayer
y que define
el transcurso del tiempo y su eficacia.
¿A qué llorar por el caído
fruto,
por el fracaso
de ese deseo hondo,
compacto como un grano de simiente?
No es bueno repetir lo que está dicho.
Después de haber hablado,
de haber vertido lágrimas,
silencio y sonreíd:
Nada es lo mismo.
Habrá palabras nuevas para la nueva historia
y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde.
Ángel González poeta, catedrático y ensayista español nacido en Oviedo en 1922. Su poesía, llena de contrastes, discurre entre lo efímero y lo eterno, características que llevan al lector a divagar y soñar en los temas del amor y de la vida. Fue maestro nacional, licenciado en Derecho por la Universidad de Oviedo y periodista por la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid. Enseñó Literatura Española Contemporánea en la Universidad de Alburquerque, U.S.A., habiendo sido profesor visitante en las de Nuevo México, Utah, Maryland y Texas. Miembro de la Real Academia Española, fue galardonado, entre otros, con el Premio Antonio Machado en 1962, el Premio Príncipe de Asturias en 1985, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1996 y el Primer Premio Internacional de Poesía Ciudad de Granada en el año 2004. De su obra se destacan los títulos: "Áspero mundo" 1955 , "Sin esperanza, con convencimiento" 1961, "Grado elemental" 1961, "Tratado de urbanismo" 1967, "Breves acotaciones para una biografía" 1971, "Prosemas o menos" 1983, "Deixis de un fantasma" 1992 y su último libro,"Otoño y otras luces" 2001. Falleció en Madrid el 12 de enero de 2008.
Pd: Gracias a Fran, por compartir con todos su exquisito gusto, y conmigo su amistad.
8 comentarios:
Qué bonito!!!!
yo te escribo éste otro, me encanta:
ESO ERA AMOR
Le comenté:
—Me entusiasman tus ojos.
Y ella dijo:
—¿Te gustan solos o con rimel?
—Grandes,
respondí sin dudar.
Y también sin dudar
me los dejó en un plato y se fue a tientas.
Besos!!!
Ashbless, Has dado con uno de mis poetas favoritos.
Mira que delicatessen te dejo para que publiques si quieres.
Hubo un tiempo en que la vivía como si fuera yp el que la hubiera escrito yo mismo. pero nunca me canso de leérmela, de recitarmela.
ME HE QUEDADO SIN PULSO Y SIN ALIENTO...
Me he quedado sin pulso y sin aliento
separado de ti. Cuando respiro,
el aire se me vuelve en un suspiro
y en polvo el corazón de desaliento.
No es que sienta tu ausencia el sentimiento.
Es que la siente el cuerpo. No te miro.
No te puedo tocar por más que estiro
los brazos como un ciego contra el viento.
Todo estaba detrás de tu figura.
Ausente tú, detrás todo de nada,
borroso yermo en el que desespero.
Ya no tiene paisaje mi amargura.
Prendida de tu ausencia mi mirada,
contra todo me doy, ciego me hiero.
Una nota. ESperemos que sigan surgiendo poetas de esta calidad en este pais nuesto, en esta lengua nuestra, mejor dicho.
Desde luego es una perdida tremenda.
Un dato curioso es el que fue maestro naciolal, lo que se conocía como maestro bachiler, despues de la guerra si eras bachiller podias ser maestro, dada la escasez de gente leida y escribida que habia depues de la guerra y la represion franquista a los intelectuales.
en fin, una lastima y una gran perdida.
Gracias Glauka!
Es también muy bonito. Cuídate mucho, tesoro.
Besos
Ajur, gracias.
Por compartir esta auténtica delicatessen, y por publicarla en este espacio. De todos modos, en las próximas semanas, cuando las circunstancias lo indicaquen lo mostraré en otra sala más concurrida.
Eso que dices de vivir siguiendo un poema, una idea, es vivir de manera consciente, intensa, leal.
No me extraña en tí. Cuidate mucho, amigo.
Nada se marcha sin dejaar algo a cambio.
No dudes que otros serán inspirados por su poesia. Esta es algo, que sin dar dinero, ni cargos, aparece periódicamente en el corazón de las personas, e incluso en su modo de vivir.
Algo así no muere nunca, solo se traslada de corazón en corazón.
Un abrazo
Es un poema precioso, Ashbless, y más me gusta aún porque coincide de plano con un principio que siempre intento no olvidar: no merece la pena llorar por la leche derramada, mirar hacia atrás constantemente para lamentarse por aquello que pudo ser y no fue. Siempre es mejor dirigir la vista al frente, antes de que la costumbre de mirar para atrás para afligirse nos haga olvidar esas palabras con las que hemos de construir lo que nos queda de historia.
besos.
Tienes razón, desde mi punto de vista. Si no, nunca dejaremos la costa ni conoceremos nuevos territorios, y eso es en gran parte vivir.
Besos
Publicar un comentario