domingo, octubre 28, 2007

Disculpas, de Chuang Tzu























Si un hombre pisa a un desconocido
en el mercado,
ofrece cortésmente disculpas
y una explicación
("¡Este lugar está tan enormemente
lleno!).

Si un hermano mayor
pisa a su hermano menor,
dice: "¡Lo siento mucho!"
y ahí queda eso.

Si un padre
pisa a un hijo suyo,
no se dice absolutamente nada.

La mayor educación
está libre de toda formalidad.
La conducta perfecta
está libre de preocupaciones.
La sabiduría perfecta
no está planificada.

El amor perfecto
no necesita demostraciones.
La sinceridad perfecta no ofrece
garantías.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Entonces, la moral y la ética, ¿son unas muletas para alguien que, de alguna manera, está cojo?

Anónimo dijo...

"La sinceridad perfecta no ofrece garantías."
Qué interesante y qué cierto. NO se puede prometer lo que aún no ha ocurrido, ni jurar por la persona en quien nos convertiremos mañana.
Aquello que es auténtico y verdadero, no necesita de formalidades o demostraciones, simplemente lo es en sí mismo, no necesita serlo en apariencia.

Ashbless dijo...

Hola Iamato.

Una buena pregunta.

Si en nuestra naturaleza está tratar a los demás con el mismo respeto que tendriamos para con nosotros mismos, y no hay en nuestro corazón miedo o doblez, poco necesitamos aprender de la ética y la moral. Y poco que aprendieramos solo podria confirmar o volver rígido lo que sentimos y hacemos.

Podemos aprender ética y moral, pero lo que no hacemos porque sentimos que es bueno o natural, lo hacemos por miedo a cometer faltas o por costumbre. No me parecen estos, el miedo y la costumbre, buenos guias.

Desde el punto de vista taoista,es la espontaneidad el mayor bien. y si esta espontaneidad está en armonia con el Tao, es superior a formulas morales y éticas. En el Tao Te King se puede leer...

" 18

Cuando se abandona el Tao
aparecen la bondad y la justicia.
Con la inteligencia y la astucia
surgen los grandes hipócritas.
Cuando no existe armonía entre los seis parientes,
se necesita la piedad filial y el amor paternal.
Cuando hay revueltas en el reino,
se inventa la fidelidad del buen súbdito. "

Ashbless dijo...

Jo, Manolo, no me dejas casi nada que decir.

No hay nada fijo o seguro en el mundo. Omnia mutantur, nihil interit. Así, la sinceridad perfecta no ofrece más que la verdad, y esta, es imposible de forzar a ninguna conveniencia.

Me alegra que tengas un hueco para pasarte por aquí. A ver cuando ese blog...

Besos

Calle Quimera dijo...

Puede que mi forma de pensar esté muy mediatizada por la cultura occidental y no alcance a comprender del todo el sentido de estas palabras, Ashbless, pero creo que no basta con sentir amor verdadero, o cualquier otro sentimiento. Creo que debe ser manifestado, no por convencionalismo, educación, ética o lo que sea, sino porque es gratificante hacerlo, y recibirlo.

Besos.

Ashbless dijo...

El amor en su propia naturaleza se comunica. Igual que los planetas y las personas se atraen, tiene muchas manifestaciones.

Pero si mi padre me pisaba cuando yo era niño, yo sabia que era accidental. El vinculo que entonces teníamos era tan fuerte que estaba por encima de un pisotón.

Que además me habría quejado o el preguntado si estaba bien, claro. Pero si la confianza y el amor son grandes, pocas aclaraciones y excusas necesitan. Otra cosa son las agresiones, engaños y traiciones.

Pero coincido con Chuang Tzu pese a ser occidental; El amor perfecto
no necesita demostraciones.
La sinceridad perfecta no ofrece
garantías.

Eso si, son ambos difíciles de encontrar y de aceptar. De verdad.

Besos

Anónimo dijo...

Interesante la reflexión sobre la ética como algo artificial y la bondad como lo natural y deseable.
Quizá sea cierto que el ser humano es bueno por naturaleza, pero ya sea porque olvidamos esa bondad o "aprendemos" a ser egoistas, es necesario recuperar dicha bondad, y la ética o la filosofía nos pueden ayudar. Eso sí, estoy de acuerdo en que no es muy positivo que la ética nos ayude en forma de reglas externas que cumplimos por miedo a la vergüenza o el rechazo.
Creo que la ética y la bondad guardan una relación parecida a la forma y la esencia de las cosas. La ética es lo externo, lo que percibimos y estudiamos, mientras que la bondad es lo auténtico, lo que debemos "aprender". Los seres humanos somos incapaces de percibir directamente la esencia real de las cosas, teniendo que conformanos con las imágenes que nos ofrecen nuestros sentidos. No es sino en nuestra mente donde imaginamos o deducimos a partir de los indicios de los sentidos lo que estamos percibiendo en realidad. Del mismo modo, la ética es aquello que nos enseñan, la forma, mientras que debemos ser nosotros los que a partir de esas normas particulares extraigamos y aprendamos su verdadera esencia, la bondad, la cual no necesita una lista extensiva de reglas o un miedo al castigo, sino que es universal y espontánea.
¡Buf! Vaya rollo he soltado, :P

Ashbless dijo...

Hombre, me traes a la cabeza la idea socrática de la virtud, ese hábito bueno que produce placer conforme se realiza.

El ejercicio de la virtud -decía el viejo pedorro- si al principio no resulta espontaneo, debe aprenderse ya que nos resulta menos ventajoso o requiere más esfuerzo que la actuación egoísta.

Pese a este principio quizás dificil, del buen obrar se deriva la satisfacción de que el alma lo reconoce como bueno, y esta satisfacción acaba consolidando lo que sentimos es el buen obrar. Una sensación a largo plazo que se va reforzando.

Eso es lo que decía Sócrates. Bondad es un termino familiar para nosotros, pero que se utiliza de otro modo en otras culturas. Pero que me parece suficiente.

Por cierto, el diccionario RAE la define como

1. f. Cualidad de bueno.

2. f. Natural inclinación a hacer el bien.

3. f. Acción buena. U. m. en pl. Agradezco tus bondades.

4. f. Blandura y apacibilidad de genio.

5. f. Amabilidad de una persona respecto a otra. U. como fórmula de cortesía.


Me gustan la 1, 2 y 3. La 4 así, así, aunque es una virtud que según los sabios hay que cultivar, ya que es hermana de la paciencia y prima del desapego.

Pero la 5... Eso es otra cosa.

Por cierto, ¿has leido acerca de la Gestalt? Es una escuela psicologica aleman muy interesante, que trabajó sobretodo la percepción. Miralo en la Wikipedia...


Por cierto, me ha gustado mucho lo que has puesto. Tanto que no he querido darle más vueltas y he preferido añadir algo diferente. Sigue pensando.

Calle Quimera dijo...

Un amor o cualquier otro sentimiento de afecto creo que se queda un poquito cojo sin demostraciones, Ashbless, siento ser cabezota pero así lo pienso. Es bonito percibir el cariño de otro en forma de caricia, de sonrisa, de una palabra amable.. Yo, al menos, lo necesito.

Besotes.

Ashbless dijo...

No eres cabezona Avalon. Simplemente dices lo que crees, poniendo acento en una parte del mensaje.

Y yo quiero decir algo muy parecido, pero poniendo el acento en otra parte. Somos dos personas sosegadas que pensamos muy parecido en est tema, y fijate que no nos llegamos a comunicar bien...

No quiero pensar en los grupos humanos que han sido educados para no poder comunicarse entre ellos, como protestantes y católicos irlandeses, blancos y negros en USA, derechas e izquierdas españoles, etc...

Yo entiendo que el amor, de base - y por eso decía lo de las corrientes gravitatorias que para mi es una manifestación de amor inorgánico y astronómico- se comunica. Ni el padre del ejemplo puede tener esa relación de amor con su hijo sin transmitirlo.

La naturaleza del amor es hacerse sentir.

Pero eso si, cuando ya está manifestado, establecido, fluyendo, entonces ya no hacen falta las disculpas. Si de vez en cuando porque somos humanos y dudamos, nos distraemos, etcétera, pero me viene a la cabeza una frase cursi de una película cursi.

"Amar significa no tener que decir nunca lo siento"

Claro que el amor perfecto del que hablan Chuang Tzu y la peli Love Story, es difícil de encontrar...

Calle Quimera dijo...

Quizás necesitemos demasiado de las palabras para dar más carta de naturaleza a los sentimientos, para asegurarnos de que el otro sabe lo que sentimos por él. Como cuando gesticulamos con las manos para hacer más comprensible y claro el mensaje que emitimos oralmente...