jueves, noviembre 30, 2006

Narciso, Oscar Wilde


















"El hermoso Narciso, cuyo desprecio habia llevado a la muerte a la ninfa Eco, sufrió el castigo de los dioses al enamorarse de su propio reflejo visto en una fuente del bosque.
Consumido por el deseo y la adoración de sí mismo terminó cayendo a las aguas, donde murió..."


Cuando murió Narciso, la fuente de su deleite se transformó de cáliz de aguas dulces en cáliz de lágrimas saladas, y las oréades vinieron llorando por el bosque para cantarle a la fuente y consolarla.
Y cuando vieron que la fuente se había transformado de cáliz de aguas dulces en cáliz de lágrimas saladas, se destrenzaron los cabellos verdes y le clamaron a la fuente diciéndole:
-No nos asombra que de tal modo llores a Narciso, tan bello era.
-¿Pero Narciso era bello? -dijo la fuente.
-¿Quién podría saberlo mejor que tú? —repusieron las oréades—. Nosotras siempre le fuimos indiferentes, mas venía en tu busca, y se tendía en tus orillas y te miraba, y en el espejo de tus aguas reflejaba su propia belleza.
-Pero yo amaba a Narciso —respondió la fuente— porque cuando se tendía en mis orillas y me miraba, yo veía mi propia belleza reflejada en el espejo de sus ojos.


Oscar Wilde

2 comentarios:

A.DeTocqueville dijo...

Muy, muy bonita, alguien me comentó que la buscara, la leyenda de Narciso en versión de Oscar Wilde y oh, fortuna¡ caí en este blog...
Gracias,

Anónimo dijo...

siempre eh sido fan de oscar wilde me encanta como le dio la vuelta a la historia y hace ver al lago igual de vanidoso k narciso