jueves, julio 26, 2007

SI, de Ruyard Kipling












Estos ultimos dias en Berlin ha sido extraordinarios. Tanto, que me han absorvido del planteamiento basico del viaje. Pero el tema, que es la misma vida, se plantea en cada decision, en cada vuelta de esquina. Esta manana, despachando el correo he intentado resumir el deseo que siento ante los proximos proyectos. Aunque pueda resultar topico, y tan contaminado como estoy ultimamente de filosofia china e introspecion, me ha venido a la mente este poema de Kipling.

Ultilizado tantas veces en posters con unicornios cursis o atardeceres plastificados, continua poseyendo una dimension que va mas alla de este momento o el siguiente. Igual que todas las cosas verdaderas.

Si

Si puedes mantener el rumbo cuando todo lo tuyo
Está perdido y te culpan por ello,
Si puedes creer en ti cuando todos sospechan,
Siendo a la vez condescendiente con sus dudas;

Si puedes esperar sin que la espera te consuma,
O siendo engañado no caes en la mentira,
O siendo odiado a odiar no le das cabida,
Y aún así no pareces demasiado sabio o bondadoso;

Si puedes soñar y no hacer de los sueños tu amo,
Si puedes pensar y no hacer de los pensamientos tu meta,
Si puedes enfrentarte con Triunfo y Fracaso
Y tratar igual a ambos embaucadores;

Si puedes soportar escuchar la verdad que has dicho
Tergiversada por villanos para engañar a los necios,
O ver las cosas por las que diste tu vida, rotas,
Y agacharte y recomponerlas con herramientas gastadas;

Si puedes hacer un montón con todas tus ganancias
Y arriesgarlas en un golpe de suerte
Y perder, y comenzar de nuevo desde tus inicios
Sin decir jamás una palabra sobre tu pérdida;

Si puedes obligar a tu corazón y a tu nervio y a tu valor
A servirte en la batalla mucho después de haberse agotado,
Y retenerlos cuando ya no queda nada en ti
Excepto la voluntad que les dice: ¡Aguantad!;

Si puedes hablar con la muchedumbre y conservar tu virtud,
O caminar junto a reyes sin perder la sencillez,
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte
Si todos cuentan contigo, pero ninguno demasiado;

Si puedes llenar cada implacable minuto
De sesenta segundos que valgan la pena,
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
Y lo que es más, ¡serás un Hombre, hijo mío!

2 comentarios:

Calle Quimera dijo...

Pero que difícil ser hombre en esta tierra. Salud¡¡¡.

Ashbless dijo...

Bueno, es un máximo al que aspirar, no un mínimo que cumplir.

Con que llenes de vez en cuando los minutos de sesenta preciosos segundas, ya estas siendo un ser humano completo, un "hombre" de los que decia Kipling.

Un abrazo