sábado, julio 21, 2007

La tele, cuando no tienes tele...


4 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué gran verdad. La tele es la droga idiotizadora de nuestro tiempo, yo estoy en el camino de verla cada vez menos, algún documental, alguna peli interesante y poco más.

Ashbless dijo...

Yo deje de verla como hace dos anos y pico por accidente. Me mudaba y vendi la mia para no trasportarla. Tras pasar un mes y pico sin verla, cuando me acabe de mudar y pude comprar una me di cuenta de que me sobraba.

Eso si, de vey en cuando veo alguna pelic ula, documental o serie interesante en el pc. Pero la programacion normal es un galimatias incomprensible para mi.

Tampoco me da pena esto...

Un abrazo

Unknown dijo...

Yo continúo comprando televisores para mi casa. Pero únicamente para jugar a la consola, escuchar/ver algún conciertico de música; y ver pornografía (...está ahí, siempre de apoyo...).
Pero tengo la suerte de estar un poco inmunizado; no me preocupa; al fin y al cabo puede que otra gente esté enganchada al ordenador (...cuando lees esto piensa en ello...) o al micro-ondas o al móvil.

Cada uno tiene sus propias drogas, y se vuelve adicto para escapar un poco de la realidad; que nos gusta entre poco y nada.
Claro, entonces plantarle cara así por las buenas.... ...yo que sé.... ...parece duro.

Primo!!!
El sábado tengo 1 entrada para ti para ir a ver a John Mayall y los Bluesbreakers... Termina mu' bien tu viaje.


Hay por aquí muxas ganas de verte tío. Salud!!!!

Besos y abrazos!

Ashbless dijo...

Lo importante con la tele no es lo grande que la tienes, sino como la utilizas. Igual que todo en la vida.

Yo estaba enganchado al pc, hasta que un dia volvi de currar con el 12 horas y me fui directamente a la cama sin hechar una partidita al Diablo 2. Desde entonces solo algo de internet, musica y peliculas.

Nos podemos enganchar a todo. Pero si lo hacemos para escapar de la realidad - y me consta que es asi- es como si comemos plastico porque rechazamos la comida.

Los enfrentamientos son solo duros en la cabeza. En la realidad nada es tan terrible como en tus pesadillas

Un abrazo amigo y mira el correo