sábado, octubre 27, 2007

¿Mi bicicleta?.






































Esta tarde me ha parado un irlandes por la calle para preguntarme donde podria comprarse una bicicleta.

Debe haber visto el mal aspecto de mi bici, y suponer que sabia donde comprar bicicletas de segunda mano. Mi actual bicicleta, aunque parece de tercera mano, la compré hace un año escaso. Sin embargo, la poca calidad de la pintura y las noches a la intemperie, más mi cuidadoso trato, la han convertido en algo que nadie robaria ni borracho.

Para mi es perfecto, y así puedo seguir haciendo el vago, no subiendo al piso cada noche el vehículo, y olvidarlo atado al arbol de enfrente sin temores. Mi justificación es que presumir de bici no me va a acercar los sitios y solo trae trabajos. Puede ser cierto, y un acercamiento taoista -¿?- a la sencillez y lo practico en la vida, o vagueria y falta de amor propio. Sea como sea, no puedo lucir el vehículo.

De vez en cuando me digo que cuando me sobren las pelas, igual me animo y me compro una bici nueva. Una de esas negras que lleva la gente en Holanda y Alemania, con el manillar muy alto, tanto que montas recto y cómodo, sin cheparte, y no tuerces ni el cuello.

Que es lo que no me gusta nada de la mountain bike. Por que vas encorvado, postura genial para subir cuestas tremendas, pero que en la ciudad es una tonteria. Una tan grande como llevar un todoterreno para ir al mercadona o a la oficina o a recoger a los niños. O peor aún, pagarlo.

Pero claro, esa postura de chepamiento me obliga a ir en la bici sin manos. El manillar suelto, con los brazos cruzados, o en los bolsillos. Me costó trabajo aprender, aunque así he conseguido estupendas lecciones sobre el equilibrio y el miedo. Ahora que lo tengo dominado me resulta divertido. Genial. Necesario. En los tramos en que puedes dejar de pedalear es como ir patinando, o en una alfombra mágica. Un mínimo gesto y describes un arco, o entras con precisión quirurgica entre los coches. O te deslizas cuesta abajo sin hacer ningún esfuerzo, sintiendo el viento en los cabellos y como la carretera se desplaza debajo tuyo.

Eso es más dificil de hacer con la bici holandesa, porque no tiene el centro de gravedad tan bajo, y es menos estable para números circenses, y complicada de conducir con los muslos. Y además es tan cómoda, creo, que al final no haces números raros y simplemente pedaleas.

Y me pongo a pensar, y con lo que me gusta ir sin manos por mi ciudad, y lo poquísimo que me apetece subir cada dos por tres la bicicleta por el ascensor para que no me la roben, esa fabulosa bicicleta holandesa no la usaria tanto. La dejaria en casa para trayectos cortos. Y tambien para algunos largos. Cogería el autobus, y no la llevaria cuando voy a dar clase a barrios malos.

Ahora que lo he pensado, me parece que estoy muy bien con mi rayada y estupenda bici de 60€. ¿Cual me daría más?

6 comentarios:

Calle Quimera dijo...

Yo, en tu lugar, me quedaría con la vieja bici. La tranquilidad no tiene precio, ni el disfrute que extraes de ese vehículo cuando lo conduces de la manera en que cuentas. Ambos compensan mucho más que la estética..

Besotes.

Unknown dijo...

Una semana sin leerte. Ya echaba de menos tus reflexiones, imágenes e historias cotidianas. Un abrazo muy fuerte.

Calle Quimera dijo...

Ninguna otra te dar� mas.La foto es muy chula,dir�a que son soldados alemanes pero no estoy seguro. Salud��.

Ashbless dijo...

Cierto, la tranquilidad no tiene precio, y la comodidad menos aún.

Citando a Lao Tse,

"...Una espada que se afila sin cesar,
no conservará mucho tiempo su filo.
Una sala llena de oro y jade,
no podrá ser guardada por nadie.
Quien se enorgullece de sus riquezas y honores,
se atrae la desgracia..."

Así que seguiré haciendo el cabra por ahí.

Gracias por comprenderme.

Un abrazo

Ashbless dijo...

Querido Suldu, me he acordado estos dias de tí más de una vez. Te llamo el lunes por la noche.

Es bueno saber que sigues bien.

Un abrazo

Ashbless dijo...

Hola Calle Quimera. Si que son soldados alemanes. Espero que la foto no se tomara durante la segunda guerra mundial por todo lo que implicaria.

La verdad es que es bastante simpática. Aunque me recuerda que la ultima vez que intenté hacer algo así acabé en el suelo.

Sencillo es mejor.

Un abrazo