viernes, diciembre 30, 2005
El hundimiento de la goleta "el Orgullo de Nantucket"
La tempestad regresó. Encontró otra vez a los tripulantes preparados, aferrados ya a los cabos que no habian estallado, a las mesanas y a la borda del barco, preparados a afrontarla, como en sus anteriores visitas.
Desde la borda de la goleta, casi horizontal, se observaba un horizonte cambiante. A un lado el arbolado mar de la tempestad, que con cada golpe parecia destinado a volcar el buque. Por otro un cielo infinito, un paisaje en el que la tormenta se aflojaba o fortalecia a capricho.
Era una lucha larga y desigual, el mar contra un puñado de hombres, y su pecio. Pero los hombres eran fuertes. Curtidos marineros que se habian enrolado en el Orgullo de Nantucket, un bergantin goleta de dos palos, aún vigorosa en los tiempos en los que los vapores ya eran relojes monotonos en los mares. Un buque de madera que como tantos otros cruzaba con su carga el Cabo de Hornos.
Y que allí habia quedado peligrosamente desarbolado, y casi volcado y hundido, en el primer embate de esta larga tormenta.
Eran hombres ya maduros, excepto el grumete y dos marineros, y que por fuerza habian pasado en sus largas carreras por algún naufragio o apuro similar. Y con la serenidad de la experiencia en estos dias extraños y duros, de tormenta fiera y caprichosa, se habian hecho a sujetarse a la obra muerta y a todo lo asible, con manos oscuras y nudosas como raices de arbol, y como estos desafiar las alturas, la inclinación del buque sobre babor, el tedio interminable.
Habian hecho sus nidos en las alturas de estribor, como golondrinas, y allí habian llevado provisiones y galleta seca, de la sentina milagosamente intacta, mantas manchadas de sal, y alguna barrica de agua y de ginebra, que el capitan dosificaba con sabiduria.
Habia muchas provisiones, y tras estas, la carga de cerdo salado y vino de borgoña, que el capitan habia decidido utilizar antes que se estropeara, dado el caracter extraño y dilatado de la situación.
Situación que tras una pausa que habia animado a todos, volvia a torcerse. Las olas comenzaban a mecer el barco como una boya, y las sacudidas recorrian toda la estructura...
Comprobó otra vez que sus hombres estaban tranquilos y seguros, colgados de sus nidos, y que el viento que arreciaba y las olas no les arrancarian de ellos. Eran buenos hombres, lo sabia, y haber perdido solo a los menos veteranos, le habia hecho redoblar los cuidados sobre el grumete, al que el contramestre, un hombrón de Martinica, tenia ahora a su cuidado.
Desde su posición el capitan estudió reflexivo la tormenta. Llevaban mucho tiempo, demasiado, atrapados en ese barco inutilizable, sin poder soltar los botes, pero tambien sin más penurias que las de una situación tan larga que se sentia perversa...
No recordaba casi... No. Realmente no recordaba cuantos dias llevaban allí. No tenia un patrón claro, bajo el cielo siempre fosco, de los dias o las noches, y en los ultimos dias, o mejor semanas, no habia dispuesto, un error imperdonable, de una bitacora, aunque fuera el mismo casco.
No habian excusas. Ni la baja presión de la tormenta, contener los rumores y quejas de algunos hombres, ni trazar planes de escape que necesitaban de calma chicha...
Era un error excesivo, incomprensible. Miró entre la espuma y la penumbra a sus hombres. Todos parecian bien, mojados pero fuertes y firmes. Merecian un buen capitan, no uno descuidado, o quizas enfermo.
Pero no habia nadie que pudiera sustituirle, ni entendia porque habia hecho mal su trabajo. Se determinó con una lógica directa a empezar una cuenta sobre la borda al amainar la tormenta.
Una hora despues el cielo se aclaró ligeramente, el viento se calmó, y el capitan, tras asegurar a sus hombres y proceder al reparto de viveres, buscó un lugar donde empezar su calendario, donde marcar a golpes de cuchillo lo que él considerara, sin un reloj sano, un dia.
Tras subir y aferrarse a su refugio habitual estos dias, buscó una superficie donde realizar una primera talla, y una vez lo hizo, se le cayó el alma a los pies, y no pudo comprenderlo, pues encontró, no una cuenta, sino varias, y de más de un mes cada una...
Agarrandose firmemente a un cabo, para no caerse, se preguntó cuanto tiempo llevaban allí realmente...
-Lo siento cielo, pero tu cuadro nuevo me pone de los nervios. Ver el barco al borde del naufragio, con toda esa gente esperando hundirse o ser rescatada... Ojala hubieras comprado el papel de Judea. Además, haria juego con el resto del cuarto.
miércoles, diciembre 28, 2005
El Miedo
Es hijo del dios de la guerra, Marte, y con su gemelo Deimos, el Pánico, acompaña a su padre en la batalla.
Es un espíritu insidioso que nos llama a la pelea, al llenarnos la cabeza de todos los posibles daños que nos pueden causar nuestros vecinos. Para acallarlo emprendemos discusiones a la menor provocación, peleas para defendernos, y como acción preventiva, Guerras.
Es un buen hijo de Marte, del cual su padre se sentirá más orgulloso estos dias que nunca, que se dedica a grandes y pequeñas tareas, anima a las naciones a obedecer a lideres debiles y egoistas y empreder guerras y matar para dormir dulcemente.
Pero la tarea más importante de Miedo es la del dia a dia, persona a persona. Se acerca sutil como el espiritu que es a nuestro oído y desde allí nos habla todo el dia de nosotros, leyendo largas listas de lo que no podemos hacer, no somos capaces, es peligroso, y por supuesto avisandonos del daño que nos van a hacer los demás. Nos deja solos, debiles y torpes, reducidos a niños asustados en la oscuridad.
Los que no conocemos, y podrian ser nuestros amigos o determinar nuestro futuro, les mantenemos lejos para que no nos hagan daño. Cosas que podrian cambiar nuestras vidas o nuestro modo de entender el mundo, son descartados como peligrosas y dañinas. El mismo cambio, que es el motor del universo y la razón de nuestra vida, es mirado con desconfianza y preocupación...
-No puedes hacerlo, ¿Que dirán los demás?, Eres demasiado viejo, ¿No te parece que es un delincuente?...
Y así todos los dias. Muy pocas personas están libres de este espíritu maligno. Los inocentes, los niños, los héroes, sobre todo los cotidianos. Gente que te inspira respeto, que quizas halla hecho cosas que te parecen muy dificiles, pero que si les preguntas te explicarán que ese viaje, esa tarea, o esa decisión fueron al final y paso por paso, faciles. Lo más dificil sin duda, fue superar el miedo...
Vencer el miedo no es facil. Bueno, si lo es, pero la misma raiz de su poder está en ese engaño. En realidad es muy facil. Solo hay que ignorarle en el momento, y con cada victoria que le tomes, su ascendente sobre tí se reducirá, y serás más libre, libre tambien en sentidos que aún no puedes imaginar.
¿Por que cuento hoy esto? Llevo mucho tiempo luchando con él, ganando más que perdiendo en la última epoca, le conozco. Pero no suelo verlo en los hombros de los demás, haciendoles daño, reduciendoles, quitandoles lo que debiera ser suyo.
Muy recientemente lo he visto, en el hombro de más de una persona que me importa, y no aguanto más.
A quien lo lea espero que le sirva. Si no le temes, se desvanecerá en el aire como un humo aceitoso, y desde entonces verás un mundo distinto...
lunes, diciembre 26, 2005
Estoy mejor...
Ayer me levanté de la cama temprano, me cargué en la mochila todo lo posible, desde el exprimidor y naranjas a un hermoso libro sobre Delhi, y salí a a la calle. Era Navidad.
Pese a los 6º C, iba abrigadísimo. Guantes, bufanda, el feo chaquetón que uso en la montaña y unos viejos pantalones gruesos.
Al principio el contraste con el aire fresco de la noche me produjo frio, acostumbrado a calefacciones, nordicos y sudores en sofas y camas. Me sorprendió encontrar de nuevo las plazas, las iglesias, los edificios antiguos y bajos, la barriada de ladrillo que se levantó hace una decada... Todo era fascinante, lleno de detalles, alto y lejano más allá de lo que hubiera visto en nueve dias de fiebre. Por fín llegué al trabajo, y el dia transcurrió tranquilo, con charla y cotilleo, algunos, pocos, trabajos tontos, y el mejor rato que fue cuando saqué una silla al patio que forman los edificios, y me senté a tomar el sol.
El sol de invierno, que en estas tierras casi pica, es un gato sin uñas que intenta arañarte, que no se cansa en recorrerte con sus calidas patas toda la piel, que es oro líquido, un glorioso amarillo atraves de los parpados cerrados.
Al abandonarte al sol, entonces escuchas los pájaros, cantar allá, continuar de nuestro lado, volver a hacerlo girando sobre tu cabeza, luego más allá...
Fue el momento mejor de la última semana y media.
Luego, recogí la silla, sonreí a las escandalizadas o envidiosas operadoras, y continué mi gripe y mi turno. Volví a casa, cené, una tonta discusión, luego aluviones de mensajes, casi todos absurdos, e intentar dormir más que un rato y cosas que no he podido hacer, vueltas en la cama... Tengo que ordenar!
Y hoy he regresado al curro, ya el ritmo de todos los dias, infinitos marrones de toda la semana anterior, cosas que no quieren salir, sigo enfermo...
Así que me he hecho pequeño, esfuerzos concentrados y voces bajas, que no quiero acabar afónico, y he hecho el trabajo pequeño como yo, y no he permitido presiones, ni que se montaran pollos. Y conforme me he sentido mejor me he expandido, han llovido algunos marrones más, pero todo se ha resuelto, y he terminado poniendo a toda mecha la Sinfonia del Nuevo Mundo a toda caña en el curro, y soñando ser director de orquesta, de los cañeros.
A ver si en unos dias me acabo de curar y vuelvo a ser yo, sin limitaciones, y tengo otro rato para tomar el sol...
Pese a los 6º C, iba abrigadísimo. Guantes, bufanda, el feo chaquetón que uso en la montaña y unos viejos pantalones gruesos.
Al principio el contraste con el aire fresco de la noche me produjo frio, acostumbrado a calefacciones, nordicos y sudores en sofas y camas. Me sorprendió encontrar de nuevo las plazas, las iglesias, los edificios antiguos y bajos, la barriada de ladrillo que se levantó hace una decada... Todo era fascinante, lleno de detalles, alto y lejano más allá de lo que hubiera visto en nueve dias de fiebre. Por fín llegué al trabajo, y el dia transcurrió tranquilo, con charla y cotilleo, algunos, pocos, trabajos tontos, y el mejor rato que fue cuando saqué una silla al patio que forman los edificios, y me senté a tomar el sol.
El sol de invierno, que en estas tierras casi pica, es un gato sin uñas que intenta arañarte, que no se cansa en recorrerte con sus calidas patas toda la piel, que es oro líquido, un glorioso amarillo atraves de los parpados cerrados.
Al abandonarte al sol, entonces escuchas los pájaros, cantar allá, continuar de nuestro lado, volver a hacerlo girando sobre tu cabeza, luego más allá...
Fue el momento mejor de la última semana y media.
Luego, recogí la silla, sonreí a las escandalizadas o envidiosas operadoras, y continué mi gripe y mi turno. Volví a casa, cené, una tonta discusión, luego aluviones de mensajes, casi todos absurdos, e intentar dormir más que un rato y cosas que no he podido hacer, vueltas en la cama... Tengo que ordenar!
Y hoy he regresado al curro, ya el ritmo de todos los dias, infinitos marrones de toda la semana anterior, cosas que no quieren salir, sigo enfermo...
Así que me he hecho pequeño, esfuerzos concentrados y voces bajas, que no quiero acabar afónico, y he hecho el trabajo pequeño como yo, y no he permitido presiones, ni que se montaran pollos. Y conforme me he sentido mejor me he expandido, han llovido algunos marrones más, pero todo se ha resuelto, y he terminado poniendo a toda mecha la Sinfonia del Nuevo Mundo a toda caña en el curro, y soñando ser director de orquesta, de los cañeros.
A ver si en unos dias me acabo de curar y vuelvo a ser yo, sin limitaciones, y tengo otro rato para tomar el sol...
viernes, diciembre 23, 2005
Fiebre, drogas legales y encierro.
Pues era un gripazo, de los buenos.
Afortunadamente en el trabajo me enviaron a casa al verme la cara, y aquí, sin alejarme de la cama he sudado los últimos dias. He releido algún viejo libro, visto capitulos de futurama, viejas comedias de Willy Wilder, he sufrido pequeños y continuos comas, he aprendido a tomarme la temperatura correctamente. Todo cosas fáciles, sin esfuerzo. Resultado, casi me vuelvo loco.
Pero este es el camino lógico para un enfermo. Ver películas sesudas, leer filosofia o resolver sudokus es el camino a un infarto cereblar. Todavia recuerdo que el domingo vi dos películas indues, la boda del monzón y el mundo de Apu, y me leí un libro sobre Delhi y casi me muero...
Dentro de la dieta blanda, veo un poquito de televisión. Sigue siendo tan mala como los primeros dias, pero el truco es ver muy poca, o ponerla de fondo mientras haces la siesta en el sofá. Y así cambias el lecho. Porque eso es tambien importante, buscar nuevos sitios donde dormir, que la espalda se resiente.
Mi medicación ha ido cambiando, subiendose la dosis de paracetamol y el tamaño de las pastillas hasta llegar a las actuales, mayores que una de 2 euros y con 1 gramo! Así no hay fiebre que se resista.
En el plano personal estos dias me han servido para desear curarme, ver lo mal enfermo que soy, desear la muerte cada vez que tragaba, respiraba o dormia, y jurar cuidarme mucho, mucho en el futuro. Así que no me fumeis, hazed algo de deporte y esas cosas, y descansad suficiente, que la gripe acecha...
Afortunadamente en el trabajo me enviaron a casa al verme la cara, y aquí, sin alejarme de la cama he sudado los últimos dias. He releido algún viejo libro, visto capitulos de futurama, viejas comedias de Willy Wilder, he sufrido pequeños y continuos comas, he aprendido a tomarme la temperatura correctamente. Todo cosas fáciles, sin esfuerzo. Resultado, casi me vuelvo loco.
Pero este es el camino lógico para un enfermo. Ver películas sesudas, leer filosofia o resolver sudokus es el camino a un infarto cereblar. Todavia recuerdo que el domingo vi dos películas indues, la boda del monzón y el mundo de Apu, y me leí un libro sobre Delhi y casi me muero...
Dentro de la dieta blanda, veo un poquito de televisión. Sigue siendo tan mala como los primeros dias, pero el truco es ver muy poca, o ponerla de fondo mientras haces la siesta en el sofá. Y así cambias el lecho. Porque eso es tambien importante, buscar nuevos sitios donde dormir, que la espalda se resiente.
Mi medicación ha ido cambiando, subiendose la dosis de paracetamol y el tamaño de las pastillas hasta llegar a las actuales, mayores que una de 2 euros y con 1 gramo! Así no hay fiebre que se resista.
En el plano personal estos dias me han servido para desear curarme, ver lo mal enfermo que soy, desear la muerte cada vez que tragaba, respiraba o dormia, y jurar cuidarme mucho, mucho en el futuro. Así que no me fumeis, hazed algo de deporte y esas cosas, y descansad suficiente, que la gripe acecha...
domingo, diciembre 18, 2005
Dias de fiebre y tv
Sigo enfermo.
Pensaba que estaba teniendo unos coletazos muy alargados del virus digestivo, junto con algo de catarro, pero esto parece un resfriado del oido interno, de esos que tienes mocos por dentro, y se te ponen los ganglios del cuello como rocas. He decidido por fín, ir al médico el lunes. Aunque hoy domingo estoy mejor y esto parece un catarro más normal, sigue visitandome la fiebre al caer el sol, y me cuesta bastante comer. Ahora al menos tengo hambre, aunque todo cuesta digerirlo.
No me prolongo mucho en mis sintomas. Estoy reflexionando más bien en la relación que parece haber entre la gripe y la entropia. El abandono, la flojera, la observación de atractivas y lógicas ideas y planes desde la orilla de enfrente, mientras te vas deshidratando tranquilamente aquí.
Llevaba sin ver televisión desde febrero, que vendí mi 28" para no tener que moverla en la mudanza. Al principio la heché de menos, pero pronto me adapté a tener más tiempo libre, a programarme yo las pocas películas sin interrupciones de anuncios, a ignorar esas noticias tan absurdas que generalmente dicen tan poco.
Me perdia conversaciones de máquina de café, como
¿Viste el nuevo anuncio de los esquimales? o ¿anoche viste perdidos?
Pero tambien me enteraba de lo que ocurria en el mundo por internet, usando unos filtros que quitaban tanta tonteria y telepromoción. Entonces me dí cuenta más que nunca que las noticias que copan las portadas de los telediarios son viejas pantallas de humo cuyos temas y protagonistas rotan para dar sensación de realismo. Que las cosas que realmente importan y aparecen como mucho en las noticias de la dos, están ocurriendo continuamente, y no se interrumpen.
Y seguí así, comiendo acasionalmente en compañia de los Simpson algun dia, o teniendo la tele de fondo esa noche que te quedas de tertulia con los compañeros de piso y te trasladas al salón para hacer menos ruido.
Y así, viví maravillandome el incomprensible, superfluo y necio caudal que vertia la televisión cuando alguien la encendia en mi presencia.
Hasta esta semana, que ahito de mi cuarto me he arrastrado al sofá para cambiar de aires y morir en un lugar distinto, y he puesto la tele para tener compañia.
Y me ha sorprendido los anuncios infinitos de juguetes, perfumes, los programas, y las series. Todo es venta. Los telediarios de telecinco y los de Antena 3, más venta aún. Los anuncios que hablan de la incomunicaciñon de padres e hijos y venden Scalectrix Digital para romperla, las ferias de perros abandonados que podrán encontrar hogar este año. Y aquí un sentimiento ambiguo, por el aspecto satisfecho y el abrigo de la promotora y la ausencia de niños abandonados y hambrientos en la tele. Pero los perros tambien sufren.
Muchos niños manipulados, y los políticos discutiendo entre ellos para que sea importante esa discusión y no los temas importantes, que podrian hacer daño al estatus...
No me siento con muchas fuerzas, más bien con muy pocas, pero estoy empezando a agobiarme, y me parece que voy a acabar haciendo algo de lo que estoy dejando pasar, como salir a la calle, estudiar linux o quedar con alguien. Lo que sea para limpiarme esta mancha de televisión.
Pensaba que estaba teniendo unos coletazos muy alargados del virus digestivo, junto con algo de catarro, pero esto parece un resfriado del oido interno, de esos que tienes mocos por dentro, y se te ponen los ganglios del cuello como rocas. He decidido por fín, ir al médico el lunes. Aunque hoy domingo estoy mejor y esto parece un catarro más normal, sigue visitandome la fiebre al caer el sol, y me cuesta bastante comer. Ahora al menos tengo hambre, aunque todo cuesta digerirlo.
No me prolongo mucho en mis sintomas. Estoy reflexionando más bien en la relación que parece haber entre la gripe y la entropia. El abandono, la flojera, la observación de atractivas y lógicas ideas y planes desde la orilla de enfrente, mientras te vas deshidratando tranquilamente aquí.
Llevaba sin ver televisión desde febrero, que vendí mi 28" para no tener que moverla en la mudanza. Al principio la heché de menos, pero pronto me adapté a tener más tiempo libre, a programarme yo las pocas películas sin interrupciones de anuncios, a ignorar esas noticias tan absurdas que generalmente dicen tan poco.
Me perdia conversaciones de máquina de café, como
¿Viste el nuevo anuncio de los esquimales? o ¿anoche viste perdidos?
Pero tambien me enteraba de lo que ocurria en el mundo por internet, usando unos filtros que quitaban tanta tonteria y telepromoción. Entonces me dí cuenta más que nunca que las noticias que copan las portadas de los telediarios son viejas pantallas de humo cuyos temas y protagonistas rotan para dar sensación de realismo. Que las cosas que realmente importan y aparecen como mucho en las noticias de la dos, están ocurriendo continuamente, y no se interrumpen.
Y seguí así, comiendo acasionalmente en compañia de los Simpson algun dia, o teniendo la tele de fondo esa noche que te quedas de tertulia con los compañeros de piso y te trasladas al salón para hacer menos ruido.
Y así, viví maravillandome el incomprensible, superfluo y necio caudal que vertia la televisión cuando alguien la encendia en mi presencia.
Hasta esta semana, que ahito de mi cuarto me he arrastrado al sofá para cambiar de aires y morir en un lugar distinto, y he puesto la tele para tener compañia.
Y me ha sorprendido los anuncios infinitos de juguetes, perfumes, los programas, y las series. Todo es venta. Los telediarios de telecinco y los de Antena 3, más venta aún. Los anuncios que hablan de la incomunicaciñon de padres e hijos y venden Scalectrix Digital para romperla, las ferias de perros abandonados que podrán encontrar hogar este año. Y aquí un sentimiento ambiguo, por el aspecto satisfecho y el abrigo de la promotora y la ausencia de niños abandonados y hambrientos en la tele. Pero los perros tambien sufren.
Muchos niños manipulados, y los políticos discutiendo entre ellos para que sea importante esa discusión y no los temas importantes, que podrian hacer daño al estatus...
No me siento con muchas fuerzas, más bien con muy pocas, pero estoy empezando a agobiarme, y me parece que voy a acabar haciendo algo de lo que estoy dejando pasar, como salir a la calle, estudiar linux o quedar con alguien. Lo que sea para limpiarme esta mancha de televisión.
viernes, diciembre 16, 2005
Una semana a otro ritmo
Ya casi ha terminado la semana.
Realmente, no. Aún quedan el sábado, ese dia brillante, salidas y fiestas y planes. Y el domingo, que me sabe a papel mojado, a mañanas aburridas y tardes desesperadas.
Pero laboralmente es el fin de la semana. Viernes mañana, esta tarde yanotrabajo y libro el finde. Anoche fue la cena de empresa, con lo que el sentimiento de empresa es mayor, hoy todos somos más uno, o parecido. Fue bien, buen rollo, volvieron anecdotas vergonzantes del pasado, recuerdos de los buenos viejos tiempo, que eran mucho peores, pero bien.
No cené casi nada, evité las gambas, el calamar y casi todas las exquisiteces, pero sin excusas raras, es que sigo regular del estómago. Volvió un querido amigo, ahora universitario, y la gente estubo muy bien en general... Cada año estas cosas me afectan menos y por lo tanto las rechazo tambien menos.
Ahora estoy pinchando en el ordenador del tajo un cd de Snatam Kaur "Shanti" entre mantra y cancion, muy agradable... Ultimamente mi norma no escrita es tomarme todo con una forma externa de cachondeito, aunque inevitablemente cumpliendo obligaciones, plazos y requerimientos. La mañana va pasando, entre masajes a los resacosos de anoche, un breve pero facil combate a lucha libre y una ristra casi inagotable de manzanas.
Llevaba sin escribir aquí un montón de tiempo, y han pasado bastantes cosas. Me he tenido que tomar la semana con mucha calma, mientras las fuerzas volvian, he pasado tiempo en cama, casi sin clases partculares, sin ir al gimnasio, sintiendo la vulnerabilidad de una pequeña enfermedad, dolores de cabeza, digestiones dificiles, fiebre a veces... Te preguntas en momentos así como puedes olvidar la enfermedad, ver el mundo de un modo tan optimista, sin pensar en estos parones, límites... Quizas si me recupero pronto y paso un par de semanas sin dolores ni fiebres vuelva a creer siempre que mantendré la fuerza y la resistencia. Ahora parecen un regalo.
El miercoles noche fui a risoterapia. La risa como una terapia, un modo de aflojar los tornillos que apretamos en el alma, a la altura del cuello, y también la risa como territorio propio... La noche fue magnífica, una oportunidad de reencontrar, conocer, soltar y encontrar.
Y tambien cine, desde la cama, algunos dibujos de Hayao Miyazaki, alguna peli y mucho sudar...
Realmente, no. Aún quedan el sábado, ese dia brillante, salidas y fiestas y planes. Y el domingo, que me sabe a papel mojado, a mañanas aburridas y tardes desesperadas.
Pero laboralmente es el fin de la semana. Viernes mañana, esta tarde yanotrabajo y libro el finde. Anoche fue la cena de empresa, con lo que el sentimiento de empresa es mayor, hoy todos somos más uno, o parecido. Fue bien, buen rollo, volvieron anecdotas vergonzantes del pasado, recuerdos de los buenos viejos tiempo, que eran mucho peores, pero bien.
No cené casi nada, evité las gambas, el calamar y casi todas las exquisiteces, pero sin excusas raras, es que sigo regular del estómago. Volvió un querido amigo, ahora universitario, y la gente estubo muy bien en general... Cada año estas cosas me afectan menos y por lo tanto las rechazo tambien menos.
Ahora estoy pinchando en el ordenador del tajo un cd de Snatam Kaur "Shanti" entre mantra y cancion, muy agradable... Ultimamente mi norma no escrita es tomarme todo con una forma externa de cachondeito, aunque inevitablemente cumpliendo obligaciones, plazos y requerimientos. La mañana va pasando, entre masajes a los resacosos de anoche, un breve pero facil combate a lucha libre y una ristra casi inagotable de manzanas.
Llevaba sin escribir aquí un montón de tiempo, y han pasado bastantes cosas. Me he tenido que tomar la semana con mucha calma, mientras las fuerzas volvian, he pasado tiempo en cama, casi sin clases partculares, sin ir al gimnasio, sintiendo la vulnerabilidad de una pequeña enfermedad, dolores de cabeza, digestiones dificiles, fiebre a veces... Te preguntas en momentos así como puedes olvidar la enfermedad, ver el mundo de un modo tan optimista, sin pensar en estos parones, límites... Quizas si me recupero pronto y paso un par de semanas sin dolores ni fiebres vuelva a creer siempre que mantendré la fuerza y la resistencia. Ahora parecen un regalo.
El miercoles noche fui a risoterapia. La risa como una terapia, un modo de aflojar los tornillos que apretamos en el alma, a la altura del cuello, y también la risa como territorio propio... La noche fue magnífica, una oportunidad de reencontrar, conocer, soltar y encontrar.
Y tambien cine, desde la cama, algunos dibujos de Hayao Miyazaki, alguna peli y mucho sudar...
lunes, diciembre 12, 2005
Enfermo
Ya estoy mejor, pero he estado enfermo el fin de semana.
No fuí al médico, y me autodiagnostiqué una crisis de fatiga. Resultado creo, de juntar otra vez muchos dias de esfuerzo continuado, falta de descanso y sueño, y esas cosas.
El sábado me levanté en malas condiciones, pero con el caracter dinámico y poco perceptivo que me caracteriza logré salir de la cama, abrigarme y llegar al trabajo. Una vez allí mi estado empeoró conforme las doce horas del turno pasaban, y no tenia ganas de comer, solo de cerrar los ojos para que los duendes de los martillos y las sierras abandonaran temporalmente mi cuerpo...
Fiebre, y esas divertidas sensaciones que la acompañan. Y ya pasé el resto del fin de semana, con excepción de una escapada el domingo tarde, en la cama, en ayunas.
He dormido un montón, sudado bastante, y aun, de todas las infinitas posibilidades que ofrece el mundo, me siguen quedando ganas de cama, de hacerme una bolita y dormir...
No fuí al médico, y me autodiagnostiqué una crisis de fatiga. Resultado creo, de juntar otra vez muchos dias de esfuerzo continuado, falta de descanso y sueño, y esas cosas.
El sábado me levanté en malas condiciones, pero con el caracter dinámico y poco perceptivo que me caracteriza logré salir de la cama, abrigarme y llegar al trabajo. Una vez allí mi estado empeoró conforme las doce horas del turno pasaban, y no tenia ganas de comer, solo de cerrar los ojos para que los duendes de los martillos y las sierras abandonaran temporalmente mi cuerpo...
Fiebre, y esas divertidas sensaciones que la acompañan. Y ya pasé el resto del fin de semana, con excepción de una escapada el domingo tarde, en la cama, en ayunas.
He dormido un montón, sudado bastante, y aun, de todas las infinitas posibilidades que ofrece el mundo, me siguen quedando ganas de cama, de hacerme una bolita y dormir...
sábado, diciembre 10, 2005
Robots
Me encantan los robots. Me gustan muchísimo.
De niño conocí a Mazinguer Z primero, y luego a Robbie, de planeta prohibido. Ambos eran buenos, capaces, geniales.
Cuando me empapé de robots fue unos años despues. Descubrí a Asimov, las tres leyes de la robótica, y a R Daneel y R GisKard.
Ante las leyes de la robótica, parecia que los robots solo podian ser como el buen doctor habia pensado. ¿Conoceis las leyes? Puedo, como un personaje de una novela de Asimov (Lucky Starr por ejemplo) citarlas de memoria.
1. Un robot no puede dañar a un ser humano, o permitir por inacción que un humano sufra daños.
2. Un robot debe obedecer las ordenes que reciba, siempre que seguirlas no contradiga la Primera Ley.
3. Un robot debe proteger su propia existencia, siempre que esto no contravenga la Primera y Segunda Leyes.
Este ensamblaje lógico era muy satisfactorio. El propio Asimov jugó con ellas, contando el caso de robots muy caros que desarrollaban compartamientos egocentricos al tener la tercera ley reforzada casi por encima de las otras, y así evitar averias y daños. Robots sometidos a programaciones racistas, que no consideraban humanos a cualquiera, sino que exigian un acento o un tipo racial concreto...
Pero era lógico partir de las tres leyes y no enredarlas. Gracias a ellas los robots eran como seres humanos excelentes. Amables, cuidadosos, serviciales y sacrificados. Esto más las capacidades sobrehumanas de sus cuerpos ciberneticos y sus mentes positrónicas.
Pero tanta paz no podia durar mucho. Los robots sin las leyes empezaban a aparecer. Podian ser brutos practicos aunque simpáticos, como Terminator.
Podian ser los robots de "Ciberiada" de Lem, tan humanos pese a su forma inhumana que tardé muchas páginas en darme cuenta que eran "solo" máquinas.
El mismo Lem, al final de los relatos de Ijon Tychy, cuenta la historia del doctor Minos y sus máquinas, robots no creados a la imagen y semejanza del ser humano, sino sigiuendo los imperativos de la propia lógica, por alienigena que resulte esta. Nos muestra robots que se construyen a sí mismos, que desean destruirse, robots biológicos... Terrorífico.
La penultima vuelta de tuerca la encontramos en Ghost in the Shell, donde los seres humanos mecanizan sus cuerpos hasta que la idea de humanidad se desdibuja, y los robots, llamados "dolls" avanzan hasta ser más que máquinas insensibles. Una película distinta, ambiental y filosófica aparte del componente de acción. Sorprendente.
Y finalmente conocí a mi robot favorito. Todo chico, decia con razón Fry, sueña tener como amigo un robot.
Bender, alcoholico, fumador, agresivo, grosero, cleptomano, lujurioso, la antitesis del robot asimoviano. Porque Matt Groening sabia que el futuro no es como creemos...
Agujetas, cansancio, zumo de naranja y un regalo...
El miercoles estube trabajando de albañil en casa de unos amigos. Están de obras y todo el puente han organizado un Come & Curra. Como es gente muy especial, pues allí estabamos un puñado de operarios voluntarios trabajando. La verdad, es agradable que cada poco rato te animen, y ensalzen tu esfuerzo. No hay nada mejor que tener buenos jefes.
Acabamos bastante cansados, y al dia siguiente, aunque no lo reconociera, tenia agujetas. Cansancio, falta de descanso,... Agujetas! Pero no lo admitia. Pasé la jornada en el curro como un fantasma, menos mal que era viernes de puente y todo el mundo tenia menos impulso laboral que yo.
Al terminar en el trabajo llamé a un amigo, para no acabar en casa durmiendo una siesta de 12 horas, que es lo que me pedia el cuerpo. Me invitó a ver una peli en su casa de las afueras, con más gente. Bien, pero el ambiente iba a ser cervecero-fiestero, y como estoy en plan higienista, me compré un carísimo zumo de naranjas salvajes del jardín del Eden.
Como al final nadie se llevó cerveza, pues bebimos zumo durante la película.
Esta era un thriller de final previsible y tramposo con Denzel Washinton, de las que el pricipio te deja adivinar el final, porque la historia es muy previsible.
Pero lo pasé muy bien, rodeado de tios, hablando, contandonos cosas, ya sabeis.
Al terminar bajamos a Murcia, y estuvimos caminando y charlando mi amigo y yo. Cosas que tenia en la cabeza, que están ocurriendo y que ocurrirán en unos meses.
El mero hecho de poner en voz alta lo que tenia en la cabeza resultó, como siempre es, muy beneficioso.
Y al pasar por un centro comercial mi amigo entró a comprar un libro, "Mas relatos del piloto Pirx", y me lo regaló. Yo llevaba babeando por ese libro un mes, pero no me lo habia comprado porque estoy de ahorro profundo. Me emocioné un poco y le regalé a su vez "Relatos del piloto Pirx", por que algunas acciones no pueden quedar sin recompensa.
Lo cierto es que me encantan los regalos y las sorpresas. Estaba superfeliz.
Volví a mi piso, donde vi a gente que hacia tiempo no encontraba, me fui al gimnasio, donde pude contar y localizar todas mis agujetas, y me acosté con el primer relato de Pirx y un capitulo de Futurama.
Me he levantado destrozado, enfermo de agujetas y debilidad. Quizas ir al gimnasio no fue buena idea...
A las ocho ya estaba en el trabajo, donde me esperan doce horas de vigilancia de los sistemas informáticos. Pero estoy contento, ayer me reencontré con dos queridos amigos. El que me invitó a su casa y me regaló el libro, y el piloto Pirx...
viernes, diciembre 09, 2005
Battiato
En 1985 compré mi primera cinta de casette virgen. Era un chaval, y estuve jugando con ella, grabando gente, el sonido de programas de radio y tv como el coche fantastico, experimentando.
Aguanté unos dias así, hasta que una visita a mis primas y a su flamante equipo Hi-fi me llevó a romper mi primer copyrigth. Tenian "Nómadas" de Franco Battiato. Yo habia escuchado el single del mismo título y me habia encantado, la canción hablaba de viajes, distancias, busquedas, de modo inusual para aquellos años. De modo que me copié el disco, y porfín pude escucharlo a conciencia.
Me enámoré locamente de las letras, y tambien de las ideas que trataba Battiato en las canciones de ese disco. Él llevaba desde 1965 grabando cosas, y mi disco pirata (bueno, mi cinta pirata) era un recopilatorio grabado en español para ampliar audiencias. Y vaya si las amplió.
Estuve poniendo la cinta todos los dias hasta que casi pasado un año me dí cuenta que me conocia cada deterioro, chasquido y nota buena de la cinta, y que ya no escuchaba las canciones sino la versión en que habia devenido mi casette. En un ataque de coherencia la borré...
Tardé un tiempo en conseguir algo distinto de Battiato. Las canciones viejas estaban impresas en mi memoria, igual que la tabla periodica o algunas frases de película.
Llegaron en italiano al corte ingles "orizzonte perdutti" y otros, pero yo me pillé Fisiognomica y Ecos de Danzas Sufi y la historia de admiración continuó.
Desde entonces Battiato ha cumplido este año 60 tacos, ha compuesto varias operas, dirigido una peli, se ha retirado al menos una vez y sigue siendo bastacte activo social y políticamente.
Sigue siendo uno de mis músicos favoritos, quizas por lo mucho que sugieren, y dicen sus canciones. Los temas han evolucionado, pero volviendose más hondas y ricas. Influencias sufies, budistas, que se yo... Merece la pena escucharlo.
Ahora mismo, me vienen a la cabeza unas cuantas canciones:
Otra vida (audio), Sagradas sinfonias del tiempo, Haiku (audio), los trenes de Tozeur (audio), y dejo fuera muchas que me gustaria poner.
Podeis curiosear por esas y más en la página web. Tiene dos grandes apartados de Audio y Video. Que los disfruteis...
martes, diciembre 06, 2005
Calentito...
Hoy estoy encerrado en el trabajo...
No he hecho nada particularmente malo, pero me toca permanecer doce horas aquí, en un despacho grande, u oficina pequeña, sin ventanas. He puesto la calefación porque estoy friolero desde mi noche al raso, y me estoy intentando concentrar en los cursos de informática en los que estoy inscrito. Me resulta dificil, incluso en un ambiente tan aislado.
He puesto algo de música, abierto una página de Flickr para cuando me aburro, y tras contestar el correo y perder otro buen rato, me he puesto a estudiar...
A la hora me ha llamado un amigo, a ver que hacia, y yo en este capullo de aire acondicionado, New Age y monitores. Hemos charlado un rato, intercambiado historias y direcciones de internet...
Más tarde, mientras estudiaba, iba sonando el recopilatorio de New Age del ordenador. Loreena McKennit, Mertens, Nigthnoise, pero tambien muchos otros autores que aportan pequeñas joyas. En un momento concreto ha sonado "La sombra de la luz" de Franco Battiato, y de pronto he tenido tema para mi siguiente entrada en el blog.
He continuado estudiando, luego me he cansado y he intentado llamar a una amiga, sin exito. Para no ponerme inmediatamente con el curso he empezado a buscar música de Battiato para poner en el blog, y he encontrado la letra de "Haiku", una canción suya, y con ella el tema de otra entrada en el blog. Y aquí me he puesto de nuevo a estudiar.
Es una actividad que estimula mucho mi creatividad...
lunes, diciembre 05, 2005
Fin de semana en Murcia
He pasado como ya sabeis, un fin de semana en casa.
Ha sido agradable, una plácida ruptura de mi ritmo habitual. Lo cierto es que ha sido muy tranquilo. Tanto, que ha ratos estaba desconcertado. Pero descansar me ha venido bien, y estoy empezando la semana con mejor cara. Pese a no viajar, he decidido sacar la cámara a la calle y los cafés y retratar a ratos los senderos por los que camino.
Si no conoces la ciudad, que las disfrutes, y si la conoces, espero sorprenderte...
Las fotos como siempre, en Flickr.
sábado, diciembre 03, 2005
He visto las estrellas!
Llevo unos dias de descanso en Murcia. Un viaje distinto de los de estos ultimos ocho fines de semana.
Viajar desde mi casa, por mi ciudad, para pasar un fin de semana completamente normal, sin largos viajes en buses, noches en hostels o casas ajenas. Sin tener un itinerario programado...
Esto último ha sido lo más dificil. Por ejemplo pasear sin ir a algún sitio concreto, sin prisas...
La mañana pasó charlando y dando vueltas con un amigo. Luego fue comer, dormir la siesta, levantarse tarde y, como no habia programado nada, nada que hacer. Y eso es algo a lo que no estoy acostumbrado. Empecé a sentiir cierta desazón.
Me terminé por ir a la filmoteca, a ver "High Sierra" una clasica novela de Burnett, el autor tambien de "La jungla del asfalto", adaptada al cine con un estupendo guión de Houston.
Un consejo tras ver la película. Si alguien os ofrece un adorable perrito pero os cuenta que es gafe, que todos sus amos anteriores han muerto súbitamente, y tras adoptarlo, todo empieza a ir mal,... buscale otro hogar al perrito.
Me iba a marchar a casa a acostarme temprano, cuando pensé que encontraria a algunos amigos en Sambala, y así fue. Charlamos, aprendí un par de cosas nuevas sobre mí y sobre el mundo, me bebí un par de zumos de naranja y unas horas despues me marché.
Al salir del bar algo me llamó la atención desde el cielo. Sobre los patios de los colegios y los edificios, pese a las farolas y los bloques altos, se veian las estrellas.
Caminé hacia el jardín del Salitre, buscando un lugar a salvo de las luces, y allí pude contemplar el cielo a gusto. No reconocí casi constelaciones, hacia tiempo que no veia las estrellas. Pero estaban allí, brillando pacientemente, sin importarles mi ausencia ni que la ciudad les hubiera vuelto la espalda.
Brillaban suavemente, con una firmeza nacida de eras de tiempo, y bellas como solo pueden serlo las distantes hermanas del sol. Estuve un rato así , cabeceando, buscando entre el techo de las ramas de los arboles nuevos retazos de cielo que devorar. Tejiendo en mi cabeza improbables animales y monstruos con estrellas e imaginación.
Pero todos los momentos deben terminar, y al fin volví a casa. Por el camino iba recordando a quien hecho a faltar, y trayendome algunas estrellas junto al corazón.
viernes, diciembre 02, 2005
Zen y el arte del mantenimiento de la bicicleta
Mi bicicleta llevaba unas semanas mal.
Bastante mal en realidad. Los cambios de marcha entraban a tirones, los pedales no respondian a veces, y en conjunto daba la impresión de estar pilotando el Big Ben o alguna barroca construcción movil a punto de desmenbrarse.
Pasaron las semanas. Estaba muy ocupado. Muchas cosas se amontonaban en mi cola de tareas, tantas que empezaban a atascarse unas con otras. En general podia resolver muy pocas, estaba liado ordenandolas por prioridades y tapando agujeros. Mientras la bicicleta pasó de ser una liberación, mi modo de andar lejos del suelo, a un fastidio.
Pregunté a gente, eso sí. Podia ser que los piñones estaban mal alineados. Tenia algún piñon de cambio roto. Necesita aceite, me dijo por fín alguien. Tienes que comprar aceite de máquina de coser en una ferreteria y aceitar la cadena y los piñones antes que se estropeen.
Bien, porque era el consejo más económico, y llevar la bici al taller estaba lejos de mi bolsillo.
Ya sabia que hacer. Pasé semanas (dos) vigilando la ferreteria de enfrente, pero sin suerte. Cuando estaba abierta, no me acordaba o no llevaba suelto, o tenia una prisa horrible¡¿?! por tener tantas cosas esperando hacerse.
Y cada vez iba peor la bicicleta... Estaba preguntandome como seria renunciar a ella cuando un dia me cnacelaron una clase, puede tomarme un rato para pasear en mi trasto renqueante, y pasé junto a un multiprecio. Allí tenian un frasco de aceite, por menos de un euro.
Y esa misma noche aceité la bicicleta. En cinco minutos quedó como nueva. Las marchas entraban suaves, no hacia más ruido que mi swatch, y era delicioso deslizarse por las calles en cuesta haciendo el gamberro...
Y cuando volví a casa me pregunté porqué habia dejado que pasaran semanas, más de un mes, en esas circunstancias. Como algo que me es tan util, practico, y admitamoslo, querido, estuviera así. Y lo peor, descubrí muchos paralelismos con mi vida, y la de otras personas. Tantas cosas que se pueden perder por el equivalente a cinco minutos y un frasco de aceite de menos de un euro.
Relaciones que por egoismo o ceguera se degradan y pierden. Trabajos y sueños que se abandonan por pequeñas piedras en el camino o los zapatos, o simplemente por no prestar atención. Tanto...
Y por tan poco esfuerzo. Y prometí ser Vigilante, y Mejor, Mas Atento y Cariñoso, y tambien Justo.
La verdad es que no sé cuanto me durará, o si sigo así. Esta noche sí.
Por favor, estad atentos.
Y para despedirme, recomendaros un libro.
Zen y el arte del mantenimiento de la motocicleta, una indagación sobre los valores, de Robert Pirsing.
Un hombre hace un viaje en moto con su hijo, cruzando Estados Unidos. Al tiempo que se nos muestra como los aparentemente antitéticos temas del mantenimiento de motocicletas y el Zen, se encuentran tan cercanos, junto con la resolución de problemas cotidianos, el autor nos incita a realizar un recorrido por la historia de la filosofia, buscando la Calidad, lo que sentimos Bueno, y hallando por el camino muchas otras cosas.
Te lo recomiendo. Cómpralo, robalo, o buscalo en tu biblioteca local. Yo lo encontré allí en un momento en que no sabia en que dirección moverme, y me resultó inspirador. Quizas a tí también te enseñe a recordar cosas que has olvidado...
jueves, diciembre 01, 2005
Satie, après la pluie
Erik Satie fue un extraordinario compositor frances, ajeno a los convencionalismos de la música del cambio de siglo pasado, que rechazó las formas preconcevidas de componer y pensar la música.
Era un hombre extraño, que coleccionaba paraguas (un centenar) y trajes de terciopelo, y nunca usaba su piano. Le ponia nombres absurdos a sus obras, como "vejaciones", "sonata burocratica" o "tres pedazos con forma de pera"
Compuso geniales y rarificadas obras de piano que influyeron en los músicos de generaciones posteriores, ballets en los que colaboraron gente como Picasso, y salío en el cine cuando el medio estaba tomando forma.
Solo tuvo un amor, que se sepa, y cuando murió sus amigos encontraron una casa llena de polvo, donde nadie mas habia entrado en veinte años, y descubrieron entre cartas de amor, dibujos de edificios medievales, sus trastos y sus obsesiones, multitud de obras que nunca habian visto la luz.
Se llamaba así mismo "fonometrógrafo" (alguien que mide y escribe los sonidos), en lugar de músico, y creó la iglesia Metropolitana de arte de Cristo el Guia, cuyo único seguidor, era él. Cuando tenia cuarenta años estudió de nuevo composición porque pensaba que debia aprender correctamente. Aunque suene tópico era un genio...
Debussy es un poeta, un visionario que nos descubre el mundo que creemos solido y seguro con otros ojos, creando peliculas sonoras, collages de notas en movimiento. Juega con lluvia y luz de estrellas y ocasos.
Satie es sonido, que agita y trae sensaciones extrañas, perfora en la conciencia agujeros de los que salen recuerdos distintos, percepciones ajenas y cierta extraña paz. No sé como lo hace. Pero el silencio como diria Lao Tse, es tan necesario como el sonido para música...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)