lunes, septiembre 17, 2007

Volver a la ciudad





















Hace un par de años, tras unos dias por la Sagra, regresé a mi ciudad y me sorprendió tristemente una sensación de encierro, de cielo robado y suciedad.

Tambien el ruido, y lo poco que podia viajar la vista antes de estrellarse con una pared o una pantalla. Volvemos a la tierra de los locos, me dijo Juan Pablo, y entendí que pronto ibamos a ser otros locos más, corriendo como hamsters por cosas que esos dias en la montaña no habian existido.

Estos dias en el refugio he vivido la experiencia opuesta. Antonio paró en la cuneta antes de llegar, y al apagar el motor nos alcanzó un silencio sorprendente. Y al poco empezamos a escuchar cosas, esas cosas discretas y eternas que olvidamos generalmente, como el viento y los pájaros.

Así fue durante los dias en que estube allí. Una casa sencilla en un claro, separado por un kilometro de arboles de la carretera y el mundo. Arboles verdes y vibrantes como llamas, y soledad. Tiempo para todo, casi para ninguna de las cosas que devoran mi tiempo.

Levantarte sin más guia que tu cuerpo, contemplar de verdad lo que te rodea, escuchar realmente, oler lo que el viento trae.

Así ha sido estos dias. El último vinieron unos amigos y pasamos una noche bastante distinta de las anteriores en soledad. Bebimos, hicimos algo de ruido, y al dia siguiente limpiamos y recogimos el refugio. Comimos en un merendero de la sierra, y así el regreso a la ciudad fue más gradual que otras veces. Ayer tuve un dia de trabajo monstruoso, pero hoy he descansado bien y todo es más facil.

Nunca habia experimentado una sensación similar. Estar completamente solo contigo mismo, sin más tarea que estar.

Volveré...

3 comentarios:

Calle Quimera dijo...

"sin más tarea que estar",que bello sentir la vida. salud¡¡.

Calle Quimera dijo...

Preciosa experiencia, y necesaria. Uno se llena de vida, para ir tirando de ella cuando se regresa al mundanal ruido.. :-)

Besos. "Estar completamente solo contigo mismo, sin más tarea que estar". No hay nada comparable a eso..

Ashbless dijo...

Muchas gracias por el comentario.

He estado unos días más lejos del mundo real que en el bosque, y apenas he movido la mano para mover el ratón.

En la escasez de ruidos del bosque, apenas viento, insectos y pájaros, aprecias lo que podria ser el silencio. En el reposo de estar lejos de tu hogar, quizas puedes intuir que es tu vida...

No lo se. Han sido unos dias extraordinarios, y en cuanto el álgebra de clases y trabajo lo permitan, repetiré...

Besos