martes, agosto 21, 2007

De dias y huellas




















Conozco a muchos médicos que fuman. Ellos conocen y aconsejan de salud y enfermedad, pero solo en los otros. Son buenos médicos de los demás, pero malos de si mismos.

Se de muchos padres que se angustian por sus hijos, por guiarlos y enseñarles, preocupados por su felicidad. Pero ellos no saben hacerse felices a si mismos, cegados en busqueda de la felicidad ajena. Son malos padres de sí mismos.

Se que toda la etica cabe en un breve cuaderno que cualquiera podria aprender en unos dias. Y sin embargo para aprender lo que es bueno y malo muchos necesitamos errar durante años. Y así aprender en carne propia que significan nuestras acciones.

Conozco expertos en budismo, cristianismo, filosofia, sabiduria de todo tipo. Y muchos cuando bajan del estrado viven en el mismo miedo, dolor y ceguera con que luchamos los no ilustrados. Su sabiduria es solo un traje.

Se que un gramo de practica vale más que toda la teoria del mundo. Lo entiendo, pero me cuesta tanto llevar estas enseñanzas a mi vida... Es más facil leer libros y hacer propósitos de futuro.

Tras cada momento amargo se oculta una lección, tras una caida el secreto para seguir en la cuerda floja, y estas lagrimas son un cristal transparente para divisar mejor el futuro. Y es tan importante apreciar el gusto del vino como del vinagre.

Pero hay unos dias en que cuesta más que otros confiar, mantener la fé. Y estos son los que la pueden fortalecer. Los que dejan huellas luego que podemos seguir.

Aunque esas huellas sean lágrimas, y el camino parezca de agua.

5 comentarios:

Calle Quimera dijo...

Y terminamos como Cristo, andando sobre las aguas, sobre ese camino de aguas formado por nuestras lágrimas. Qué remedio, a aprender se aprende equivocándose, rara vez escarmentamos en cabeza ajena. Pero esas lecciones amargas son las que más enseñan. "La letra con sangre entra", ¿recuerdas aquella máxima?

Esos ejemplos que dabas son muy ciertos, predicar pero no vivir según lo predicado. Raro es quien se salva...

Besotes. :-)

Calle Quimera dijo...

Ya me gustaría a mí que se aprendiera más con la alegría y la sonrisa.Pero por lo que se ve alguien eligió como buenas profesoras a las lágrimas y al dolor.Yo tengo que ser gilipollas porque por más ostias que me dan no me aprendo la lección......salud¡¡¡
pd:tal vez todavía esté dormido...

Ashbless dijo...

Si que puede ser un camino de lágrimas. Y normalmente se aprende más profundamente con el dolor, pero la frase "la letra con sangre entra" me lleva a pesadillas de infancia y maestros decimononicos. Y sin embargo este mundo funciona habitualmente así.

Si el mundo funcionara cotidianamente al reves y aprendieramos con alegrias y sonrisas, este seria un mundo más happy flower.

Pero en mis momentos menos negativos intuyo que las sonrisas y las lágrimas, la sangre y la alegria la ponemos nosotros. Nosotros.

El mundo sencillamente está hecho para aprender de los errores, no tanto de los aciertos, y que así el cambio sea necesario, lo estático se derrumbe en la ignorancia y falta de adaptación. Que halla oportunidades para que lo que está abajo pueda mejorar, y lo que está arriba vuelva a caer para subir de nuevo más tarde.

Y menos mal, porque a mi me queda mucho por mejorar.

Un abrazo.

Calle Quimera dijo...

Y a todos, Ashbless, y a todos. Lo malo es que generalmente lo haremos a base de estacazos. C´est la vie..

Besotes.

Ashbless dijo...

Cierto.

Pero entonces tenemos que hacer una vida mejor. Al menos para nosotros y las personas que tenemos más cerca.

Un abrazo