sábado, diciembre 02, 2006

Hua Hu Ching 40




















Las leyes naturales del universo son inviolables:

La energía se condensa en sustancia.

Los alimentos se toman por la boca y no por la nariz.

La persona que olvida respirar se amorata y muere.

Sencillamente, no pueden descartarse algunas cosas.

Forma parte también de la ley cósmica el que lo que dices y lo que haces determina lo que sucede en tu vida.

La persona ordinaria piensa que esta ley es externa a sí misma y se siente encerrada y controlada por ella.

Así pues, sus deseos perturban su mente, su mente perturba su espíritu, y ella vive en una constante agitación consigo misma y con el mundo.
Gasta toda su vida en la lucha.

La persona sabia reconoce que ella y la ley sutil son una misma cosa.
Por ello, se desarrolla de acuerdo con ella, actuando con moderación y clarificando su mente. Al comportarse de este modo, se encuentra en armonía con todo lo que es divino y está iluminado.

Pasa sus días bebiendo de la serenidad y respirando satisfacción.

Esta es la verdad profunda y simple: Eres el dueño de tu vida y de tu muerte. Lo que haces es lo que eres.

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