sábado, diciembre 23, 2006
I am half sick of shadows, de J. W. Waterhouse
Este es el título del cuadro que veis, pintado por Waterhouse. La mujer que aparece en el es la dama de Shalott, que murio por amor a Lanzarote del Lago, y que es con la Ofelia de Hamlet, el icono favorito de este pintor y otros prerafaelistas.
La idea de la entrada la he sacado de Right here whitin the shell, el blog de Zapardiel, a la que hacia meses que no visitaba. El cuadro y la frase han sido la expresión de un sentimiento de estos dias. "Estoy medio enfermo de sombras"
Han sido muchas cosas, la segunda más importante, estos dias de auténtico invierno que han caido sobre otras penas, sobre errores y miedos antiguos. La falta de luz y el frio magnifican las sombras. Pero tambien ocurre que hoy se ha despejado el cielo, y aún encerrado el sábado en esta oficina, el influjo del sol se ha notado, ha despejado las sombras, dejandolas en un dimensión más exacta.
Tengo miedos, pero no a lo que estar por venir. Si me resulta irónico que tenga que perder y recuperar el sol en mi ciudad sin primavera para saber cuanto me importa, cuanto lo necesito. Cuanto cambia las cosas.
Del mismo modo los peligros que pasé anoche en un tonto recorrido en bicicleta con lluvia y autopista, me hacen abrazar un poco más mi vida y mi mortalidad, y mi salud, acechando si la gripe va a aparecer o no.
Y por último y más importante, la posibilidad de perder a alguien te hace valorarlo adecuadamente, no suponer tanto y estimar, verlo como es y cuanto te importa. Todos somos únicos, y algunas personas tambien son insustituibles, fundamentales, preciosas.
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3 comentarios:
Desde luego hay personas imprescindibles en nuestras vidas...Sólo la amenaza de perderlas nos hace en ocasiones percatarnos de ello.
Feliz Navidad y felices fiestas en general. No hay que tener miedo. Es un viejo conocido, un parásito que no se merece nuestra atención
Esta reflexión tuya en voz alta me hace pensar...
Pero creo que mada es insustituible, fundamental, preciosa, a veces hay que perder para saber ganar y que quizá la mayor de las derrotas nos permiten conocer otros campos que sin esa derrota nunca hubieran sido descubiertos.
Ánimo, vive la vida que todo se andará..
Feliz solsticio y cambio de año!
Feliz año! Es cierto que el miedo es siempre menor a la vuelta que a la ida, y que las coasa tras conocerlas son menos...
Que disfruteis las fiestas a a quien teneis más cerca.
He oido antes lo de que nadie es imprescindible.
Y es así, si queremos verlo de esa manera. Nada es realmente imprescindible, excepto apenas un poco de agua y un puñado de arroz o de trigo, o cualquier cosa.
Pero cada persona es única y nadi puede sustituir a nadie, del mismo modo que para que yo pueda abrazar a digamos felipe, somos imprescidibles dos, felipe y yo.
Un abrazo
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