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Ya termina Noviembre.
Ayer vi dibujarse en el cielo las largas cuñas de las aves migratorias. Abandonan por fin mi tierra del sur para trasladarse a África. Se marchan huyendo de este Diciembre entrante, que trae algo de frío, anuncios de colonia -que ya es navidad- y la confusión del final del año. Ese mes que hay que terminar todo lo que quedó pendiente, para que entre un Enero nuevecito, sin manchas ni rayones.
Y así estoy yo, moviéndome con el resto del mundo. No me voy a comprar colonia, que no gasto casi y se me acumulan los frascos. Tengo bastantes turnos de trabajo para este último mes para compensar las libertades que me tomé anteriormente, y el curso académico empieza a tomar forma. Por otro lado el trabajo va bien, sin estridencias, y solo parece cosa de no aflojar el ritmo y disfrutar de la bonanza.
Y como siempre que hago recopilación, cosas que se han vuelto a quedar colgando y que hay que retomar, como el gimnasio. Apuntes que ya hay urgencia por conseguir. Viajes - me han invitado al centro de Francia estas navidades- proyectos que surgen y hay que encontrarles sitio. Ganas de volver a disfrutar de la naturaleza, que he perdido el ritmo del principio de otoño...
Aunque no hace mucho frío, ya ha llegado el invierno, digan lo que digan los calendarios. Durante tres meses estaremos en un mundo oscuro y frío, en el que apetecen sofás, mantas y chocolate caliente. Y por eso mismo puede ser una estación más cálida que otras. No importa que diga el hombre del tiempo, ni los anuncios, ni siquiera las costumbres...
Así que te deseo un invierno agradable. Que aproveches este tiempo para descansar si es posible, para conservar las fuerzas y acercarte a la gente que te importa. Y que disfrutes de todo lo que te ofrezca la vida, como siempre.
Un abrazo.