viernes, noviembre 16, 2007

Tao Te King 24, más que humildad, sencillez






















El que se pone de puntillas no se sostiene con firmeza.
El que camina a grandes zancadas no llega lejos.
El que se exhibe no es luminoso.
El que se justifica a sí mismo no alcanza fama.
Al que se vanagloria nadie le cree.
El que se enorgullece de sí mismo no llega a ser jefe..
Para el Tao, Estas cosas se llaman "las heces y excrecencias de la Virtud",
y son repugnantes.
Por eso el hombre del Tao las rechaza.

2 comentarios:

Calle Quimera dijo...

Orgullo, prisas, falta de espontaneidad... Es cierto, no conducen muy lejos. Procuro no ponerme de puntillas, no caminar a grandes zancadas (a veces no puedo evitar esto último, pero lo intento en lo posible), solo me justifico para evitar malos entendidos (les temo como a una vara verde), jamás me exhibo ni vanaglorio ni me enorgullezco, porque no tengo de qué y además va contra mi naturaleza. Pero tampoco pretendo llegar lejos, menos aún alcanzar fama en ningún ámbito, ni loca querría ser jefe de nada, y tampoco vendo verdades..

No sé si es que estoy cerca del Tao o es que soy una pasotilla sin ambiciones de ninguna clase.. :-) Lo que sí sé es que el título del post es perfecto: todo lo que en él se dice es más cuestión de sencillez que de humildad.

Besotes.

Ashbless dijo...

Muchas gracias por la apreciación sobre el título. Bastante gente me considera modesto, aunque parezca lo contrario afirmarlo, intento actuar con sencillez y no dejarme alcanzar por el orgullo o la arrogancia, normalmente. Esto llega a ser un problema estando rodeado de gente insegura y por tanto arrogante, como suele pasar en mi entorno laboral.

No resulta facil que la gente distinga entre esas dos cosas, el ponerse abajo, o ponerte donde estás. Ni más arriba ni más abajo.

Pero la verdad, esa cosa tan inmediata y a la que huimos continuamente, nos lleva a la sencillez. Y a la facilidad para vivir.

Besos