miércoles, noviembre 28, 2007

Gracias




























Gracias a la vida, que me ha dado tanto.
Gracias por los días buenos, y también los malos.
Gracias por todo lo que me ha dado. Y aún más por lo que no.
Gracias por las cosas que conseguí, y por todo lo que aún intento.
Gracias por el sol, que me ilumina. También por la noche y su descanso.

Gracias por mi cuerpo.
Gracias por mi salud, y por mi cansancio.
Gracias por mis ojos, el bueno y el malo.
Gracias por mi flaqueza. Gracias por mi estatura.
Gracias por todo lo bueno, y también lo malo.

Gracias por todo lo que sé. Y por todo lo que ignoro aún.
Por todos las mujeres que vinieron. Y porque se marcharon.
Gracias por todos los amigos. Y por todos los que no lo son.
Gracias por la vida, por los ratos que lo siento... y los que no lo hago.


Gracias

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias a tí,
por compartirlo con nosotros, pero sobre todo por sentir y hacernos sentir.
L

Ashbless dijo...

Muchas gracias L.

Gracias por detenerte un minuto y compartir tu también ahora, algo que sientes y piensas.

Cuídate mucho y recibe un fuerte abrazo.

Calle Quimera dijo...

Recuerdo esta canción en la voz de Joan Báez... Siempre me gustó, y me reconfortó en momentos de esos "quejicas" que todos tenemos.

Ya lo creo que hay que dar gracias a la vida, incluso por lo malo porque, por contraposición, nos hace apreciar más aún lo bueno cuando nos llega. Hace años, una herida en una pierna se me infestó, y estuve dos meses liada con eso hasta que, tras un par de cultivos, se detectó la bacteria que la producía y me pudieron dar el antibiótico adecuado. Fueron dos meses de dolores intensos, y de miedo ante la posibilidad de perder la pierna. Tú no te imaginas cómo estaba aquella herida, y la cantidad de medicamentos antigangrena que tuve que tomar.. ¡¡Brrrrr..!! En esos dos meses me di cuenta de algo en lo que no reparaba nunca: lo maravillosamente que se está cuando no duele nada...

Hace ya unos años de aquello, pero todavía, a ratos, intento ser consciente de eso: qué bien se está cuando no duele nada..

Besos.