jueves, noviembre 22, 2007

Ganar y perder




















Ayer me examiné de anatomía. El examen salió regular. Iba algo flojo para lo que se esperaba, y el nivel de exigencia fue muy alto. También se cumplió uno de mis mayores deseos de los últimos tiempos.

¿Triunfo y fracaso?
Apruebe o suspenda anatomia, he recogido una lección que no es nueva. Tardé varias semanas en coger el ritmo de estudio adecuado, y el enfoque correcto. Además que yo mismo sabia que iba justo, justo. Y lo peor es que no quiero aprobar así. A nadie le amarga un dulce, dicen. Pero aprobar sin saber, y luego tener la duda de si te lo has merecido o no, y al tiempo no tener ese conocimiento básico y fundamental para ejercer la profesión...

Y el éxito. Cuando deseas algo, alguien, alguna cosa, y te ciegas en el puro deseo, en el anhelo... Te permites olvidar quien eres e incluso que es lo que necesitas realmente. Y cuando la persona o cosa llega, y calmas tu deseo, recuperas la serenidad suficiente para comprender donde estás. Y no es donde creías al principio.

Deshacer tus acciones, sobretodo cuando afectan a otros, segundos o terceros, no es facil. Obviamente se aprende más sobre uno mismo y los demás intentando cosas que quedándose mano sobre mano, y creo firmemente que estamos aquí para aprender. Ese es uno de los pocos sentidos que tiene la existencia.

Pero errar continuamente, sin extraer enseñanza o mejora de ello es un camino que baja en espiral. He visto a muchos tomarlo y resulta duro volver.

Este post no va de mi examen, ni de la anatomía. Por favor no me consueles o animes por eso. Gracias, pero no es necesario.

No te engañes, eso no importa hoy. Escribo sobre el triunfo, que puede ser verdadero y absoluto, más allá de lo esperado, y contener el germen de la destrucción por ello. Del sentido de ganar y perder, de los dos mentirosos que son triunfo y derrota. De lo vacío que me siento por haber ganado, y de la esperanza que tengo en mi derrota.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado el texto.
Sólo dos cosas sin caer en lo que pides.
Un examen no te va a hacer mejor profesional. Lo sé por experiencia, cuando acabé la carrera, pensaba que no tenía los conocimientos necesarios para hacer determinadas cosas, pero hoy (años después) están hechas y las he aprendido por el camino.
Y otra cosa, cuando buscas algo con mucho ahínco, casi siempre sales perdiendo.
Si triunfas, te preguntas, ¿tanto esfuerzo para esto? ¿y a partir de ahora qué?: resultado te sientes vacío.
Si fracasas, el sentimiento de culpa de no haberlo conseguido y pensar que no eres lo suficientemente válido, provoca de nuevo, un malestar.

Anónimo dijo...

Por cierto el tipo que hace la foto tiene una colección en Flickr impresionante. Gracias por descubrirnoslo.

Calle Quimera dijo...

Coincido contigo: el sentido de la vida no puede ser otro que aprender, evolucionar... Yo, al menos, no le veo otro.

Y no te preocupes: quedaba perfectamente claro el sentido del post. Muchas derrotas vieene, efectivamente, envueltas en el llamativo papel de regalo del triunfo ocasional. Las consecuencias nefastas de ese triunfo llegan después...

Besos. Me encantan stas conversaciones sobre tu alfombra.

Ashbless dijo...

Creo que tienes razón, y más confio en tu testimonio si ya lo has vivido.

Pero la verdad es que saber anatomia para hacer fisioterapia es como tener buenas matemáticas en ingenieria o física. Te ahorras mucho trabajo y entiendes mejor todo.

En fin, sobre las notas de este examen ya no tengo control. Sobre las siguientes sí. A ver que pasa.

Y sí, el deseo desgasta. Porque lo importante son los itinerarios y no los destinos, y porque todo lo que sube tiene que bajar.

El artista de las fotos es tremendo. Tengo como página de inicio de mi navegador la de Flickr, y cada vez que abro una ventana de Firefox, pasa tiempo admnirqando la foto que aparece hasta que puedo hacer lo que pretendia.

un abrazo

Ashbless dijo...

Querida Avalon, esta alfombra es la tuya. Y es un placer que no sean el cojín de meditación, los libros de turno y el brasero mis compañeros de viaje.

Gracias por venir, aunque sea en espíritu.

Este último exito (fracaso) ha dado un par de vueltas de tuerca bastante curiosas. Es demasiado personal y por tanto particular y específico para compartirlo. Pero si abres los ojos lo raro es poder vivir sin aprender.

Besos